martes, 25 de junio de 2013

FELIX DIAZ EN EL VATICANO

El cacique de la Comunidad Qom "La Primavera" llevo su reclamo Francisco. El Papa recibió al líder de la comunidad originaria formoseña, quien estuvo acompañado por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Díaz le pidió a Francisco que interceda para resolver su conflicto por tierras.
 

El papa Francisco recibió ayer al referente de la comunidad qom La Primavera, Félix Díaz, y al Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, para hablar sobre la situación de los pueblos originarios en la Argentina y el continente americano. También estuvieron la esposa de Díaz, Amanda Asijak, y el vicario episcopal para los pueblos originarios de Formosa, Francisco Nazar. Según voceros del encuentro, el Papa expresó su voluntad de cooperar para que se “abran instancias de diálogo” con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
Pérez Esquivel, presidente del Servicio Paz y Justicia, comenzó su intervención refiriéndose a la situación latinoamericana. “El problema no es sólo en la Argentina sino de América latina y otros continentes. Los intereses empresariales avasallan los derechos de los pueblos con complicidad de algunos gobiernos. Los pueblos originarios están de pie, defendiendo sus derechos en toda América e incluso han ganado juicios contra multinacionales, como es el caso de Texaco-Chevron en Ecuador.”
Por su parte, Félix Díaz y Amanda Asijak, de la comunidad Navogoh (La Primavera), hablaron como delegados de la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas de la Argentina, una organización que reúne a un sector de las comunidades aborígenes. “En la Argentina no se cumplen los derechos de los pueblos originarios. Se nos persigue por reclamarlos y se nos considera opositores. Nosotros queremos que se nos trate como lo que somos, seres humanos que pertenecemos a nuestra tierra y no queremos que nos la roben.” Junto al padre Francisco Nazar, Díaz expresó también sus esperanzas de que la “visita sirva para que el Gobierno comprenda que es necesario el diálogo”. La comunidad mantiene un conflicto por tierras con el Gobierno formoseño.
En una posterior conferencia de prensa, Pérez Esquivel destacó que el motivo del encuentro fue “acercar a la conciencia internacional el problema de las comunidades originarias y buscar así soluciones”. El titular de Paz y Justicia explicó que la audiencia sirvió además para poner en evidencia este problema y confió en que la reunión con Francisco sirva para abrir un diálogo entre el gobierno argentino y esa comunidad originaria.
En tanto, el líder de la comunidad La Primavera resaltó que el Papa se mostró “cercano” y preocupado por la situación que atraviesan, y que valoró “el gesto de los indígenas por querer dialogar”. “Nuestro pedido es que Francisco interceda en el reclamo de que la Presidenta nos atienda para que podamos tener un diálogo franco, respetuoso y que nos ayude a hermanarnos como argentinos y salir de esta situación”, insistió Díaz.
Sobre este punto, la vocera de Pérez Esquivel en Italia, Grazia Tuzi, aclaró, en diálogo con Página/12, que el Papa no iba a interceder para abrir un canal de diálogo sino que esperaba que, por la visibilidad del encuentro, se acercaran las posiciones. “La reunión fue muy serena, duró 45 minutos. El Papa escuchó todo lo que le contaron. Félix Díaz habló mucho sobre las violaciones a los derechos humanos de los pueblos originarios en la Argentina y en otros países latinoamericanos. El Papa esperaba que después del encuentro se abriera el diálogo con el gobierno de Formosa y el gobierno nacional, por la visibilidad internacional que cobró el tema con el encuentro”, explicó Tuzi.
A comienzos de junio, representantes de comunidades indígenas hicieron una vigilia de 24 horas frente a la Casa Rosada en reclamo de una audiencia con la Presidenta.
De acuerdo con la vocera, también se destacó el rol de los sacerdotes que adhieren a la Teología de la Liberación, y Pérez Esquivel pidió retomar el camino de esos referentes. En el encuentro se hizo referencia, entre otros, a Pedro Casaldáliga, un sacerdote español que se trasladó en 1968 a Mato Grosso, Brasil, como misionero, y luego fue nombrado obispo de Sao Felix do Araguaia, una diócesis habitada en su mayor parte por indígenas; al obispo Helder Camara y el Pacto de las Catacumbas en el Concilio Vaticano II en el que 40 obispos latinoamericanos y brasileños se comprometieron en la catacumba de Santa Domitila en Roma a vivir en pobreza, a rechazar todos los símbolos o privilegios de poder y a colocar a los pobres en el centro de su misión pastoral.
 
Fuente: Pagina/12

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