Boom de parejas insólitas en el arco anti K.Carrió y Cobos, Moyano y Bullrich, Pino y el Momo, Donda y Prat Gay encabezan un festival de curiosas reconciliaciones políticas al calor preelectoral. Ideología vs. pragmatismo.
Por Tali Goldman
De ciertas frases, de ciertas actitudes, no se vuelve. La premisa, tajante, suena siempre en cualquier pareja que se pelea, entre amigos que se traicionan o entre socios que no terminaron de saldar alguna cuenta. Sin embargo, cuántos matrimonios hacen las paces, cuántos amigos deciden dar vuelta de página, cuántos socios logran separar los tantos. Y claro, lo mismo sucede entre políticos, que después de las peores acusaciones cruzadas pueden pasar de la enemistad jurada al abrazo fraterno.
Esta semana una reunión impensada tuvo lugar en Mendoza, en la casa de un diputado de la Coalición Cívica. Los invitados al café: Elisa Carrió y Julio Cleto Cobos se juntaron en la misma semana en que la diputada fue protagonista en la Cámara baja tras denunciar un acuerdo “espurio” entre el kirchnerismo, la Corte Suprema y la UCR.
El encuentro tuvo lugar cuando ella viajó a la provincia para un congreso de su partido y se reunió con quien había tildado de “ameba” y “heredero de Borocotó”. Estas duras frases de la diputada tuvieron lugar en 2009, cuando le negó al cobismo que integre el Acuerdo Cívico y Social, aquella alianza que se selló entre la UCR, la Coalición Cívica y el Partido Socialista. En ese momento, Cobos se había sacado una foto con Francisco de Narváez, el principal rival de la Casa Rosada. Para ese entonces, y pese a que el otrora vicepresidente ya había pronunciado su famosa frase del “no positivo”, aún estaba en capilla para los boinas blancas. Por su parte, el mendocino le respondió de manera muy dura: “No nos dejemos correr por esta mujer, no la entiendo. En política es necesario construir acuerdos para construir verdaderas políticas de Estado. Ella siempre se pone en la vereda de enfrente. Tiene una visión equivocada de la política, es oportunista y especulativa”. Todo esto parece haber quedado en el olvido, entre café y masitas mediante, y expectativas por construir un espacio con miras a las elecciones de octubre.
Otro saludo que también generó sorpresas entre los que siguen de cerca la rosca opositora fue el de los históricos enemigos Hugo Moyano y Patricia Bullrich. El beso en la mejilla tuvo lugar en el Hotel Plaza de la Capital Federal, cuando se lanzó oficialmente el partido FE del sindicalista Gerardo “Momo” Venegas. “Mirá lo mal que está el país para que nos tengamos que unir”, le dijo el camionero a la diputada a la que él mismo apodó “La Piba”, luego de varias peleas públicas cuando ella era ministra de Trabajo de la Alianza. Quedará en el recuerdo la famosa disputa que tuvieron frente a las cámaras, en 2001, en el programa Hora Clave de Mariano Grondona. Moyano le criticaba el recorte del 13 por ciento a los trabajadores estatales y ella defendía a capa y espada su gestión. Pero no tan lejos en el tiempo, cuando se quebró definitivamente la alianza entre el dirigente de la CGT y Cristina Fernández de Kirchner, el camionero sostuvo que “La Presidenta adoptó las políticas de Patricia Bullrich”, criticando, en un tiro por elevación, a la otrora representante de la cartera laboral. La diputada de Unión Por Todos, por su parte, tuvo hace algún tiempo un gesto hacia Moyano cuando dijo públicamente que “evidentemente, si un camionero gana más que un docente, como ocurre hoy, ahí lo quiero tener a Moyano”.
Pero en tiempos electorales todo puede pasar. Como por ejemplo, la alianza en la Capital Federal de Elisa Carrió y Pino Solanas. No hay que hacer grandes esfuerzos de memoria para recordar cuando el dirigente de Proyecto Sur dijo que la diputada “se ha corrido muy a la derecha en todos estos años”, mientras que ella no vaciló en decir “no vayan a creer que Pino nació en Fuerte Apache, nació en San Isidro y en 2001 estaba filmando en París”. El cineasta también posó para los flashes con el polémico sindicalista “Momo” Venegas, acusado de promover el trabajo esclavo rural. Lo hizo en la carpa que montó la oposición frente al Congreso el día en que se votaban las leyes por la democratización de la Justicia.
Otra de las desopilantes alianzas en materia electoral fue la de Humberto Tumini, Victoria Donda, Alfonso Prat Gay de la Coalición Cívica y Ricardo Gil Lavedra de la Unión Cívica Radical. Cabe recordar que Libres del Sur rompió el acuerdo con el Frente para la Victoria cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia del Partido Justicialista, alegando que no quería ser parte de un espacio que reivindicara las viejas estructuras, por lo que generó ruido en algunos sectores del FAP la ahora amistad con la UCR.
Dos que ahora se lanzan flores en público, hace poquito tiempo se disparaban con duras palabras. Hugo Moyano y Pablo Micheli, ambos dirigentes gremiales que hoy encabezan marchas y reclamos en conjunto, hace tan sólo dos años eran los peores enemigos. Por caso, el dirigente de una de las dos CTA realizó su campaña en contra de Hugo Yasky alegando la cercanía al camionero y a la Casa Rosada.
Que nadie se espante de algunos besos y abrazos. En tiempos de campaña, el amor –o los intereses– es material de colección.
Fuente: Revista Veintitrés.
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