viernes, 28 de junio de 2013

UN CLUB DE BARRIO EN PELIGRO

El Gobierno porteño quiere desalojar al Homero Manzi, en Parque Chacabuco. El club funciona desde hace 28 años bajo la autopista. Tiene guardería, jardín de infantes, canchas de fútbol y pileta de natación, utilizados por chicos y adultos del barrio. Ayer, vecinos y socios cortaron la calle en rechazo al desalojo.
 
 
 

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De la escuela al club y del club a la casa. Dos veces por semana, Sonia hace ese recorrido junto a su nieto. Lo retira a la salida del colegio y lo lleva hasta el Club Homero Manzi, en el barrio de Parque Chacabuco. Después, cuando el nieto termina con su actividad deportiva, vuelven juntos a la casa. Sobre el vértice mismo del trayecto que hace Sonia recayó una orden de desalojo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El club de barrio Homero Manzi, a donde asisten semanalmente alrededor de 300 chicos y 70 jubilados, recibió una cédula de notificación del gobierno porteño que ordena la restitución del predio, ubicado en la calle Beauchef 1050, justo debajo de la autopista 25 de Mayo. Ayer, un grupo de vecinos cortó la calzada donde se encuentra la institución para manifestarse en contra de la medida del gobierno macrista.
“Si nos sacan el club nos cortan al medio”, dijo Sonia durante el corte. “Yo me vengo con Thiago, que tiene 9, desde el colegio, con su mochila, y acá hacemos una especie de picnic. En el club está con los amigos de fútbol, juegan un montón, se divierten y después volvemos a casa. Nos complicaría muchísimo que nos saquen este lugar”, explicó Sonia. La semana pasada el club deportivo, social y cultural Homero Manzi recibió la cédula del gobierno porteño que ordenaba el desalojo del predio. El plazo otorgado fueron 30 días, que se cumplirían el próximo 15 de julio. “Además viene mi otra nieta, Lúa, de 3 meses, a la guardería. Para nosotros es un lugar importantísimo. Esto es un club de barrio, donde viene toda gente de acá cerca”, indicó Sonia.
El club cuenta con tres canchas de baby fútbol, una pileta de natación, un salón de usos múltiples, un bar, un centro de jubilados, un jardín de infantes y un salón de fiestas. Entre las múltiples actividades que los socios pueden realizar se incluyen baile infantil, patín artístico, gimnasia rítmica, fútbol y natación.
En 2009 finalizó el contrato de concesión del club y, tras no ser incluidos en un proyecto de ley que permitía la extensión del contrato por diez años más, el gobierno porteño ordenó la restitución del predio. “Estábamos en el proyecto de ley que salió a fines de 2012 y llamativamente nos borraron de la lista de clubes a los que les daban contrato por diez años. No sé qué es lo que quieren hacer con este predio”, sostuvo Patricia Anel, representante de la comisión directiva de la institución. Desde que recibieron la notificación de desalojo, los socios del club no tuvieron diálogo con funcionarios del Gobierno de la Ciudad. Incluso enviaron una nota a las autoridades porteñas solicitando una vía de comunicación con todos los socios que conforman el club. “El desalojo es una medida completamente injusta. Este lugar cumple una función muy importante. Los chicos vienen acá a hacer amigos, a echar raíces, a divertirse y a hacer actividades, deporte. No hay nada más sano. A partir de ahora proponemos una resistencia pacífica y esperamos que nos escuchen. Nos tienen que escuchar porque los clubes de barrio no pueden desaparecer. Son fundamentales, ya que brindan contención social”, dijo Anel.
La historia del club se remonta a 1985, cuando un grupo de vecinos del barrio de Caballito y Parque Chacabuco consiguieron el predio que está debajo de la autopista. Al año siguiente, el Homero Manzi quedó oficialmente fundado.
 
Informe: Nicolás Andrada.
 
Fuente: Pagina/12

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