EL 89 POR CIENTO DE LOS JOVENES USO CONDON AL INICIARSE SEXUALMENTE
Unicef y la Fundación Huésped realizaron una encuesta entre 1100 chicos. Señalaron que la mejora en los comportamientos sexuales se debe a la aplicación del Programa Nacional de Salud Sexual.
Por Mariana Carbajal
Por Mariana Carbajal
Cada vez más adolescentes aseguran que usan preservativo en su primera relación sexual. Una encuesta nacional entre 1100 chicas y chicos de 14 a 19 años, realizada por Unicef y la Fundación Huésped en los principales centros urbanos de todas las regiones del país, reveló que 6 de cada 10 se iniciaron sexualmente con una edad promedio de 15 años y que el 89 por ciento utilizó condón en su debut, un 13 por ciento más que ocho años atrás. “Usan más el preservativo y tienen más información sobre salud sexual y reproductiva. Los indicadores van mejorando”, destacaron los investigadores, que no encontraron grandes diferencias según el nivel socioeconómico ni el lugar de residencia de los encuestados. Tanto Unicef como la Fundación Huésped adjudicaron esa mejoría a “la aplicación sostenida del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable” del Ministerio de Salud y al impulso de la implementación de la educación sexual integral en las aulas promovida por el Ministerio de Educación. El estudio encontró que la escuela, las familias y los amigos son las principales fuentes a las que recurren los adolescentes a la hora de buscar información sobre sexualidad. Y, en cambio, no son relevantes para ese fin la televisión y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
“Si la educación sexual integral se pone con fuerza en todas las jurisdicciones, estos indicadores van a seguir mejorando”, coincidieron desde Unicef y Fundación Huésped. Aunque se observan mejoras, persisten entre los adolescentes desconocimiento e información falsa. La encuesta reveló que los y las adolescentes no conocen algunas vías de trasmisión del VIH. Sólo el 5 por ciento dijo saber que se pueden infectar en una relación sexual oral y apenas el 3 por ciento, en una relación anal sin protección.
Les preguntaron cuáles son sus fuentes de asesoramiento sobre el uso de métodos anticonceptivos: el 39 por ciento señaló la familia, el 30 por ciento, la escuela, y el 25 por ciento, amigos. En un lugar relegado quedaron los médicos. Apenas el 11 por ciento respondió que recurría a los profesionales de la salud para tener consejería.
Los datos de la encuesta fueron presentados ayer por el representante de Unicef Argentina, Andrés Franco, y el presidente de la Fundación Huésped, el médico infectólogo Pedro Cahn, junto con el equipo de investigadores que desgranaron los resultados obtenidos. “Las respuestas de los chicos muestran claramente que la escuela es un lugar privilegiado para abrir espacios de diálogo con los adolescentes en temas tan sensibles como la sexualidad”, afirmó Franco, y destacó la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral en escuelas de todo el país como “herramienta igualadora” para nivelar conocimientos y trabajar en prevención. “Si queremos reforzar la información que tienen los adolescentes tenemos que trabajar mucho en educación sexual en las escuelas y a través de las familias. No hay que dejar a los docentes ni a los papás solos en esta tarea. Necesitan el apoyo del Estado”, indicó Cahn, jefe de Infectología del Hospital Fernández.
La edad de iniciación sexual se mantiene en comparación con estudios anteriores, indicaron los investigadores. Lo que significa que el hecho de que tengan más información sobre salud sexual no promueve que baje la edad del debut como sostienen sectores conservadores vinculados a la Iglesia Católica, que se oponen a la educación sexual integral como establecen los contenidos mínimos curriculares aprobados por el Consejo Federal de Educación. La jerarquía eclesiástica también se opone a la promoción del uso de condones entre adolescentes.
El estudio de Unicef y Fundación Huésped abarcó a adolescentes escolarizados pertenecientes a distintos estratos socioeconómicos. La mayoría (71 por ciento) asiste o asistió (29 por ciento) a establecimientos educativos formales al momento del relevamiento. Apuntó a indagar sobre los conocimientos, actitudes y prácticas en VIH y salud sexual y reproductiva (SSR) y uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La encuesta se realizó a través de un cuestionario, en la ciudad de Buenos Aires, y el conurbano, Córdoba, Mendoza, San Salvador, Rosario, General Roca (Río Negro), Posadas y Mar del Plata.
Entre los iniciados sexualmente, el 69 por ciento de los encuestados dijo que usa métodos anticonceptivos siempre y 20 por ciento la mayoría de las veces. El preservativo es el método más utilizado (92 por ciento), luego las píldoras (25 por ciento). Mariana Vázquez, de la Fundación Huésped, precisó que en comparación con un estudio similar de 2003 surge que “el uso del preservativo y la información sobre salud sexual y reproductiva es mucho mayor”. Como ejemplo, mencionó que mientras que en la encuesta de ocho años atrás el 76 por ciento dijo que había usado condón en su debut sexual, ahora ya dio esa respuesta el 89 por ciento.
En cuanto a las infecciones de trasmisión sexual (ITS), el 74 por ciento de los chicos y las chicas señaló que supo de ellas en el colegio, un 36 por ciento se enteró por la familia y el 17 por ciento habló del tema por primera vez con sus pares. El VIH es la ITS más conocida: la mencionaron 9 de cada 10 encuestados. Aún hay gran desconocimiento de otras ITS. En un lejano segundo lugar se ubica la sífilis (25 por ciento), y por detrás la hepatitis (13 por ciento) y el herpes genital (12 por ciento), y mucho más atrás, el virus HPV (4 por ciento). De todas formas, aun en ese ítem, creció el conocimiento de los adolescentes: en 2003, apenas el 0,5 por ciento conocía el HPV (vinculado al cáncer de cuello uterino).
El 13 por ciento de las entrevistadas (63 chicas) estuvieron alguna vez embarazadas. Una de cada cuatro de ellas tenía menos de 15 años.
“Si la educación sexual integral se pone con fuerza en todas las jurisdicciones, estos indicadores van a seguir mejorando”, coincidieron desde Unicef y Fundación Huésped. Aunque se observan mejoras, persisten entre los adolescentes desconocimiento e información falsa. La encuesta reveló que los y las adolescentes no conocen algunas vías de trasmisión del VIH. Sólo el 5 por ciento dijo saber que se pueden infectar en una relación sexual oral y apenas el 3 por ciento, en una relación anal sin protección.
Les preguntaron cuáles son sus fuentes de asesoramiento sobre el uso de métodos anticonceptivos: el 39 por ciento señaló la familia, el 30 por ciento, la escuela, y el 25 por ciento, amigos. En un lugar relegado quedaron los médicos. Apenas el 11 por ciento respondió que recurría a los profesionales de la salud para tener consejería.
Los datos de la encuesta fueron presentados ayer por el representante de Unicef Argentina, Andrés Franco, y el presidente de la Fundación Huésped, el médico infectólogo Pedro Cahn, junto con el equipo de investigadores que desgranaron los resultados obtenidos. “Las respuestas de los chicos muestran claramente que la escuela es un lugar privilegiado para abrir espacios de diálogo con los adolescentes en temas tan sensibles como la sexualidad”, afirmó Franco, y destacó la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral en escuelas de todo el país como “herramienta igualadora” para nivelar conocimientos y trabajar en prevención. “Si queremos reforzar la información que tienen los adolescentes tenemos que trabajar mucho en educación sexual en las escuelas y a través de las familias. No hay que dejar a los docentes ni a los papás solos en esta tarea. Necesitan el apoyo del Estado”, indicó Cahn, jefe de Infectología del Hospital Fernández.
La edad de iniciación sexual se mantiene en comparación con estudios anteriores, indicaron los investigadores. Lo que significa que el hecho de que tengan más información sobre salud sexual no promueve que baje la edad del debut como sostienen sectores conservadores vinculados a la Iglesia Católica, que se oponen a la educación sexual integral como establecen los contenidos mínimos curriculares aprobados por el Consejo Federal de Educación. La jerarquía eclesiástica también se opone a la promoción del uso de condones entre adolescentes.
El estudio de Unicef y Fundación Huésped abarcó a adolescentes escolarizados pertenecientes a distintos estratos socioeconómicos. La mayoría (71 por ciento) asiste o asistió (29 por ciento) a establecimientos educativos formales al momento del relevamiento. Apuntó a indagar sobre los conocimientos, actitudes y prácticas en VIH y salud sexual y reproductiva (SSR) y uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La encuesta se realizó a través de un cuestionario, en la ciudad de Buenos Aires, y el conurbano, Córdoba, Mendoza, San Salvador, Rosario, General Roca (Río Negro), Posadas y Mar del Plata.
Entre los iniciados sexualmente, el 69 por ciento de los encuestados dijo que usa métodos anticonceptivos siempre y 20 por ciento la mayoría de las veces. El preservativo es el método más utilizado (92 por ciento), luego las píldoras (25 por ciento). Mariana Vázquez, de la Fundación Huésped, precisó que en comparación con un estudio similar de 2003 surge que “el uso del preservativo y la información sobre salud sexual y reproductiva es mucho mayor”. Como ejemplo, mencionó que mientras que en la encuesta de ocho años atrás el 76 por ciento dijo que había usado condón en su debut sexual, ahora ya dio esa respuesta el 89 por ciento.
En cuanto a las infecciones de trasmisión sexual (ITS), el 74 por ciento de los chicos y las chicas señaló que supo de ellas en el colegio, un 36 por ciento se enteró por la familia y el 17 por ciento habló del tema por primera vez con sus pares. El VIH es la ITS más conocida: la mencionaron 9 de cada 10 encuestados. Aún hay gran desconocimiento de otras ITS. En un lejano segundo lugar se ubica la sífilis (25 por ciento), y por detrás la hepatitis (13 por ciento) y el herpes genital (12 por ciento), y mucho más atrás, el virus HPV (4 por ciento). De todas formas, aun en ese ítem, creció el conocimiento de los adolescentes: en 2003, apenas el 0,5 por ciento conocía el HPV (vinculado al cáncer de cuello uterino).
El 13 por ciento de las entrevistadas (63 chicas) estuvieron alguna vez embarazadas. Una de cada cuatro de ellas tenía menos de 15 años.
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