miércoles, 28 de septiembre de 2011

SUDAMÉRICA AVANZA PARA LOGRAR MAYOR AUTONOMÍA



Por Pablo Galand


Los ministros de Economía de la Unasur propusieron crear un fondo regional de reservas, desdolarizar el comercio intrarregional y promover un banco de desarrollo.


Las dos extensas jornadas en las que estuvieron reunidos en Buenos Aires los ministros de Economía y los titulares de los bancos centrales de los países que integran la Unasur dejaron en claro dos cuestiones: la voluntad política de encontrar salidas locales a la crisis económica que azota a los países centrales y la necesidad de generar el marco institucional adecuado para poner en marcha un plan tan ambicioso como complejo. Desde visiones ideológicas muy variadas, los funcionarios sudamericanos coincidieron en la importancia de impulsar un fondo latinoamericano de reservas, incentivar tanto el comercio intrarregional como el uso de monedas locales en reemplazo del dólar y promover un banco de desarrollo para la región. Pero las dificultades comenzaron a surgir a partir de buscar los canales más adecuados para llevar adelante aquellas iniciativas. Como lo señaló el canciller venezolano Nicolás Maduro, “es la primera vez en 200 años que Sudamérica se reúne para hablar de economía”. Por lo tanto, es lógico que de la cumbre celebrada esta semana hayan surgido más propuestas que medidas concretas. De hecho, el Grupo de Trabajo de Integración Financiera –que viene trabajando desde hace tres años para diseñar una arquitectura financiera autónoma– seguirá estudiando lo acordado esta semana en Buenos Aires y llevará sus propuestas a la cumbre de presidentes de la Unasur que se realizará la última semana de octubre en Asunción de Paraguay.Para generar un fondo de reservas de la Unasur, que pueda ser utilizado en el caso de que alguno de los países miembros atraviese una situación delicada, el Consejo de ministros y presidentes de los bancos centrales propuso potenciar el Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar) y expandirlo para toda la región. Actualmente, el Flar lo integran Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela y cuenta con cerca de 4.000 millones en fondos. Para que se convierta en una herramienta para toda la región, es necesaria la incorporación de las dos principales economías del área: Argentina y Brasil. Los ministros de ambos países, Amado Boudou y Guido Mantega, manifestaron su intención de ingresar a ese organismo y promover en el Congreso de cada país su aprobación. Incluso, el ministro brasileño destacó la existencia de un organismo que “ya ayudó a países que tenían problemas con su balance de pagos y falta de capitales”. La intención de Mantega es que el Flar realice un “road show” por los países que aún no lo integran para que las autoridades de la institución informen acerca de las condiciones para ingresar.Además de otorgar créditos durante la crisis de la deuda latinoamericana, el Flar asistió a los países miembros cuando cayeron en situaciones de hiperinflación como en 1989, 1990 y 1991, durante el paro petrolero en Ecuador en 2006 y frente a la crisis global iniciada en 2008.La profundización del comercio intrarregional es un objetivo compartido por todos los miembros de Unasur. El ejemplo a seguir es el de Asia que tras la “crisis de los tigres asiáticos”, sucedida en 1997, aumentó su comercio intrarregional de un 40% a un 70% y de esa manera recuperó la actividad económica en la región. En ese sentido, Boudou recordó que en los últimos ocho años Argentina y Brasil pasaron de comercializar 10.000 millones a 40.000 millones de dólares. Para acentuar esa integración comercial, los funcionarios recomiendan el uso de monedas de la región. Claro que para lograrlo habrá que encontrar los mecanismos más adecuados. Entre Argentina y Brasil, se impulsó esta modalidad desde 2008 y hasta el momento apenas el 2% de las transacciones entre ambos países se realizan en monedas locales.Otro de los puntos acordados en la cumbre de ministros fue el de recomendar la reevaluación del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos Aladi e invitar a los países miembros de Unasur a analizar la iniciativa Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) u otro sistema de compensación y unidad de cuenta regional para cursar transacciones.
Entidades de desarrollo regional. Para contar con vías de financiamiento propio para obras de desarrollo, los funcionarios sudamericanos acordaron acelerar el lanzamiento del Banco del Sur y fortalecer la Corporación Andina de Fomento. El inconveniente es que para el pleno funcionamiento de ambos organismos se requiere cumplir con algunos pasos que todavía no se han llevado adelante.En el caso del Banco del Sur, en varios países aún no se aprobó su adhesión en los respectivos congresos. En Argentina, ya tuvo media sanción en el Senado y a partir de la semana que viene comenzará a tratarse en la Cámara Baja, en las comisiones de Relaciones Exteriores, de Finanzas y de Presupuesto. De estas tres comisiones, el kirchnerismo sólo preside la de Presupuesto, a través de Gustavo Marconato. La de Relaciones Exteriores la comanda el duhaldista Alfredo Atanasoff y la de Finanzas el cívico Adolfo Prat Gay. Por lo tanto, el debate en Diputados promete ser arduo y prolongado. En Brasil y Paraguay, los oficialismos aún no lograron que se lo comience a tratar en el Congreso. Sin embargo, los miembros del Grupo de Trabajo de Integración Financiera entienden que de lograr la aprobación en Argentina en Diputados y en algún otro de los países involucrados, se llegaría a la mayoría y por lo tanto el banco quedaría formalmente en funcionamiento. Venezuela y Ecuador ya han aprobado su adhesión al banco.Si bien cuando se decidió su constitución el ex presidente Lula fue un ferviente impulsor, en el área económica de Brasil tienen sus reparos con la creación del Banco del Sur. El principal escollo se debe a que Mantega cree que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podría cumplir la función que se le asignaría a aquella institución. Durante la cumbre, el ministro brasileño advirtió que en la actualidad el BID desempeña un rol que nada tiene que ver con su función original, que era la de promover el desarrollo regional. Propuso, por lo tanto, articular los mecanismos necesarios para que la entidad vuelva a orientarse hacia sus objetivos iniciales. De todos modos, los funcionarios brasileños seguirán formando parte del grupo que definirá los lineamientos del Banco del Sur.

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