martes, 20 de septiembre de 2011

LOS TONOS DE LA VOZ Y LAS DISFONÍAS PERMITEN PREVENIR ENFERMEDADES



La voz es mucho más que el sonido generado en la laringe que hace vibrar las cuerdas vocales. Es también uno de los mejores reflejos de las emociones y del estado de ánimo. Sin embargo, a través de los cambios en los tonos, la ronquera o las disfonías, la voz también “da señales que anuncian la llegada de una enfermedad”. Así lo explica el doctor Ricardo Serrano, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Austral y especialista en Laringología y Cuidado de la Voz Profesional.


En la Argentina, alrededor del 5% de la población sufre algún trastorno vocal que requiere atención médica especializada, con mayor prevalencia entre los 25 y los 45 años de edad.
El cáncer de laringe es una de las enfermedades vocales más comunes y es detectable a partir de los cambios de la voz. Según Serrano, con un diagnóstico precoz hay más de un 70% de posibilidades de curación para esta enfermedad.
“Si la disfonía dura diez días o más, es necesario consultar al otorrinolaringólogo para descartar patologías orgánicas o funcionales”, explica el especialista. La disfonía suele aparecer cuando se fuerza la voz, pero cuando es recurrente puede ser la expresión de procesos de origen neurológico, miopático, endócrino o tumoral, por lo que debe tratarse la enfermedad de base además del problema vocal.
Existen dos tipos de enfermedades de la voz. Las de tipo funcional son causadas por el abuso o mal uso de la voz, al hablar en exceso, gritar, forzar la voz, cantar con una técnica inadecuada, inhalar humo de tabaco u otros gases o beber alcohol. La más común es la disfonía, y los síntomas van desde la ronquera y la aspereza hasta el soplo.
El grupo de riesgo de este tipo de enfermedades está compuesto por los profesionales de la voz: cantantes, docentes, profesores de educación física, y también vendedores ambulantes, “que, si no adoptan una cultura vocal, son propensos a desarrollar enfermedades orgánicas”, advierte Serrano.
Otro tipo de enfermedades que atañen a la voz son las orgánicas, que se presentan en forma de nódulos o pólipos y, en ocasiones, como quistes u otras lesiones congénitas de las cuerdas vocales. Estas patologías pueden ser tanto benignas como malignas. Una de las más peligrosas y frecuentes es el cáncer de laringe. “Muy relacionado con el tabaquismo, el alcohol y el reflujo gastroesofágico, este cáncer es el sexto más frecuente en el sexo masculino y uno de los 20 más comunes”, explicó el especialista, y agrega: “El diagnóstico precoz es clave para el inicio inmediato del tratamiento correspondiente.”
“Es nuestra principal herramienta de comunicación: la voz sana refleja salud. Las personas aún no tomaron conciencia sobre la importancia de su cuidado y de escucharla para saber qué le pasa al cuerpo”, explica Carlos Demartino, profesor de técnicas vocales del Instituto de la Voz, quien agrega que “los maestros son los que están más en riesgo. Usan la voz en ambientes ruidosos y la usan para la disciplina, lo que suma un factor nervioso que se traduce en una sobretensión muscular en la zona alta del cuello, la laringe y las cuerdas vocales”.
Otro grupo de riesgo lo constituyen los fumadores, pues el humo del cigarrillo produce cambios en la mucosa que pueden derivar en lesiones inflamatorias y malignas. Por otra parte, los problemas frecuentes de reflujo gastroesofágico o faringo-laríngeo también dañan las cuerdas, por el ácido del estómago. En general, la población debe realizarse chequeos periódicos, pues el cáncer de cuerda vocal no duele cuando se inicia y se manifiesta sólo por disfonía, carraspeo frecuente o sensación de cuerpo extraño. Si se lo detecta en esta etapa, el 99% de los pacientes se cura. <




Consejos para cuidarla




No fumar. El tabaco es la causa de muchas enfermedades en las cuerdas vocales, incluido el cáncer de laringe.
Mantener limpias las fosas nasales para respirar mejor. Las personas que padecen obstrucción nasal y respiran con la boca abierta son propensas a padecer disfonía.
Tomar abundante cantidad de agua antes, durante y después de usar la voz.
Las personas que hablan o enseñan en condiciones acústicas adversas deben realizar consultas con el otorrinolaringólogo, entrenamiento vocal y utilizar micrófono.
Enfriamiento-ventilación: evitar los enfriamientos, las bebidas heladas y los contrastes bruscos de temperatura, cuidando el uso desmedido de calefactores o aire acondicionado.
Alcohol-tabaco: no abusar de los tóxicos que son perjudiciales para la voz y la salud en general. El humo del tabaco, además de tóxico es irritante y congestivo de la mucosa laríngea. TIEMPO ARGENTINO

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