martes, 20 de septiembre de 2011

LA FE MUEVE MILLONES



Gurús: quiénes son, y cuánto facturan en la Argentina. Encabezan las listas de los autores más vendidos, llenan teatros y salas con sus conferencias y los contratan las empresas para que hablen a sus empleados. El negocio de ser guía espiritual.


Si la idea de Dios está eclipsada, como afirmó el Papa durante su reciente visita a España, quizás obedezca a que los fieles practicantes del catolicismo, cansados de esperar las bienaventuranzas del más allá, comenzaron a buscarlas en el aquí y ahora. Algo que ninguna religión puede ofrecer, a diferencia de otras áreas que apuntan a la espiritualidad pero sin hablar de castigos terrenales ni culpas eternas. Hay que reconocerlo: los gurús actúan desde hace mucho tiempo en el mundo, pero nunca alcanzaron la dimensión y notoriedad que tienen en la actualidad y nunca, hasta ahora, fueron argentinos o vecinos en la geografía sudamericana, provenientes de áreas no relacionadas con la literatura (Jorge Bucay y Paulo Coelho, de gran trascendencia, se encuadran como escritores). Ari Paluch, Nicolás Cuño, Claudio María Domínguez y la chilena Pilar Sordo son algunas de las nuevas estrellas en el mundo de la autoayuda y, para comprobarlo, sólo basta mirar algunos números. En el ranking de libros de no ficción más vendidos durante la semana del 22 al 28 de agosto, seis títulos sobre diez pertenecen al rubro, y allí están los tres de Sordo, el de Domínguez y el último de Paluch. Pero a diferencia de lo que sucedía en los lejanos ’70, donde Tus zonas erróneas, de Wayne Dyer, marcaba tendencia e iniciaba un boom, ahora los títulos abandonaron los temas clásicos –en Internet abundan los sitios de vida sana y natural–, y apuntan a responder inquietudes espirituales. La autoayuda sentimental.
El combustible espiritual es, justamente, el título de los dos primeros libros de Ari Paluch –periodista y locutor devenido “difusor espiritual” para Argentina, España, México, Brasil y Uruguay–, de los que ya se vendieron 300 mil ejemplares. Corriéndose al interior, editado hace dos meses también por Planeta, lleva vendidos 50 mil y está octavo en la lista de los más solicitados. En conjunto, sumaron la friolera de 23 millones de pesos de facturación. Y si al autor se le paga el 10 por ciento de las ventas, la cuenta es fácil.
En su web (paluchespiritual.blog.terra. com.ar), una columna de “Temas” mezcla palabras escritas en diversos tamaños, simulando un diccionario, de modo tal que se lee: “Alegre - Amor -aprendizaje - Ari - Ari Paluch - Autoayuda - ayuda - Belleza - Combustible Espiritual - culpa - decisiones”, etc. En el centro de la página, “la visión espiritual de Ari Paluch”, a través de videos, sobre casi cualquier tema, incluso “Argentina enfrenta a Uruguay”, en fútbol, claro.
Está a punto de estrenar El combustible espiritual por América, donde retomará los planteos de sus libros. En el primer programa, con invitados en el piso, hablará del momento del “clic” –cuando se decide cambiar– y en el siguiente, de “dar y recibir”. Según Paluch, el ciclo abarcará “temas de espiritualidad editados ágilmente, sin aburrir, sin pontificar. La gente necesita saber qué hay más allá del mundo de las formas, qué pasa con nuestro potencial”.
El periodista asegura que al cambiar de vida pudo escribir el primer libro, pero no se considera un gurú, de hecho no da charlas ni conferencias: “Siempre fui un difusor. La espiritualidad me enriqueció y me permitió mejorar a la hora de escribir, de analizar un tema y ser didáctico. Me dio otro prestigio, porque escribo de una manera que me dio el mundo espiritual. Y los libros tienen una mezcla de mis percepciones y las de algunos referentes de la espiritualidad: Osho, Chopra. Tengo el don de la comunicación; después, Dios dirá con qué utilidad y con qué objetivo”. También se considera un tipo exitoso, en tanto el éxito es, “desde el punto de vista espiritual, hacer aquello que te gusta, aquello para lo que viniste acá, sin tener que convertirte en lo que no sos. Mi éxito es tener un sello. Quiero morir con ese sello; quiero ser yo. Y la espiritualidad es eso: ser vos”.
Paluch medita todos los días antes de la primera emisión de su programa de radio y aunque asegura que “somos seres espirituales e hijos de Dios”, cree que a veces “nos identificamos con el falso ser, el ego, y comenzamos a engañarnos y engañar”. El “clic” de Paluch se produjo cuando realizó el curso que ofrece El Arte de Vivir, promocionado como técnicas de meditación, respiración y yoga pero que para el locutor significó el “contacto directo con mi parte divina”.
El Arte de Vivir es una ONG que se define como sin fines de lucro, creada hace treinta años por el hindú Sri Sri Ravi Shankar y que se ha convertido en la más grande del mundo: veinte millones de personas siguen sus enseñanzas en más de 150 países. Llegó a la Argentina en 1998 y cuenta con 14 centros permanentes, lo que ubica al país entre los tres de mayor crecimiento de la corriente. La cara fundamental aquí es Nicolás Cuño, uno de los propietarios de la marca de ropa Key Biscayne, quien adhirió a la propuesta hace cinco años y trabaja, desde entonces, como instructor voluntario en los diversos cursos, destinados a adultos, jóvenes y universitarios y niños.
Cada curso cuesta 450 pesos –se puede repetir– y en lo que va del año pasaron por los distintos niveles más de 25 mil personas, lo que ubica la recaudación del primer semestre en unos once millones de pesos. Además de los alumnos individuales, numerosas empresas contratan los cursos para incentivar a sus empleados, entre otras Banco Santander, Electrolux, Ford Motors, Telefónica y Walmart. De los seguidores, además de Paluch, se puede nombrar a Graciela Borges, Carolina Fal, Reina Reech, Jorge Telerman (uno de los más fanáticos, en 2008 viajó a Ushuaia para meditar junto a Ravi Shankar), María Eugenia Estenssoro y Marcelo Tinelli, quien al recibir el Martín Fierro atribuyó a la acción de la ONG “ser mejor persona”.
“Vivimos mucho tiempo queriendo resolver todo ya y buscando el último avance tecnológico, pero nos olvidamos de la parte interior, lo que nos hace felices –dijo Cuño a Veintitrés–. Hay muchos caminos a Dios. La espiritualidad es estar en contacto con la divinidad, la luz, la creación y la naturaleza. Quiero enseñarle a todo el mundo las técnicas del Arte de Vivir, que a mí me hicieron tanto bien. Ayudar a manejar mejor las emociones y tener paz mental.”
En cuanto al dinero de la ONG, comentó que es “para sostener sedes, publicidad, mantener la fundación y dictar cursos gratis. El Arte de Vivir no lucra con sus cursos. Pero tampoco me parece mal que quienes ayudan ganen dinero”. Cuño –quien asesora a Charly García, Leonardo Sbaraglia y Adrián Suar en el vestuario– llevó el espíritu de la ONG a las publicidades de su marca y al ambiente de su empresa, marcando el inicio de la “onda slow”: encarar la vida de forma relajada. En estos días, está dando los toques finales a un curso diseñado especialmente para el clan Maradona: Dalma, Yanina y Claudia Villafañe, al que es probable que se sume Adrián Suar.
La ex del productor, Araceli González, tomó otro camino: sigue a la psicóloga chilena Pilar Sordo que, a partir de su experiencia personal, encontró la veta para alcanzar el éxito y convertirse en la única mujer de estos nuevos gurús. Cuando se separó, Sordo inició un estudio con los pacientes para saber si sus vivencias eran comunes o no. Y plasmó el resultado en Viva la diferencia, el primero de sus best sellers. Le siguieron Lecciones de seducción y No quiero crecer (todos de editorial Norma), que en el ranking de la última semana de agosto ocuparon los puestos 1, 3 y 6, respectivamente. En el país se vendieron, sumando los tres títulos, más de 60 mil ejemplares, pero en Chile sólo el primero vendió más de 700 mil unidades, con lo cual los montos facturados y liquidados a Sordo superarían ampliamente los de Paluch. Pero la psicóloga no se queda en los libros y viaja permanentemente por diversos países para dar charlas y conferencias. En pleno verano suele presentarse en el Conrad de Punta del Este. En la Argentina estuvo el 22 y 23 de agosto en el Teatro Astral, a sala llena en las dos conferencias, con entradas de entre 40 y 100 pesos –en Mendoza y en marzo cobró entre 100 y 200–, habló de “reconocer las diferencias entre lo masculino y lo femenino” y de la posibilidad “de ser personas más armónicas y universales”. La recaudación superó los 130 mil pesos. El año pasado en Mar del Plata la escucharon Mirtha Legrand, Susana Giménez, Guillermo Francella y Araceli González, entre otros muchos.
Sordo alcanzó la popularidad cuando un cómico chileno, Coco Legrand, reconoció en el escenario del festival de Viña del Mar, que se había basado en Viva la diferencia. A partir de ese momento, sus videos en YouTube recibieron miles de visitas y descargas. Y llegó al grado máximo cuando contó su historia: después del divorcio estuvo sola durante un tiempo, hasta que conoció “el amor de su vida”, un hombre que a los cuatro años murió de cáncer. La historia, triste sin duda, tiene detalles hasta macabros, pero le concitó la empatía de miles de personas. Tan popular es, que Sebastián Piñera le propuso estar al frente del Servicio Nacional de la Mujer, aunque sin éxito: “Me interesa que alguien comunista y alguien de extrema derecha me escuchen con el mismo respeto”, explicó Sordo.
La psicóloga afirma que se diferencia de un gurú tradicional en que “mis libros son investigaciones de muchos años, que trato de bajar lo complejo de una investigación a una terminología muy sencilla, y en que incorporo el sentido del humor. Nunca pretendí que eso traspasara las fronteras, se fue dando paulatinamente, después del primer libro vino el segundo, y así nunca más paré... Pero no digo nada nuevo. Lo único que hago es despertar el sentido común”. Cuando presentó Viva la diferencia, en cambio, sostuvo: “Yo sé que cuando la gente escucha, le pasan cosas en el corazón”.
A una entidad cercana al corazón, el alma, le habla Claudio María Domínguez, quien el año pasado alcanzó la fama que buscaba desde hacía 17 años. El ex niño prodigio del mítico programa Odol Pregunta y ex notero de VideoShow, vendió charlas y las notas que realizaba en su programa, para vivir y pagar el espacio que ocupaba en una señal de televisión por cable, que compartía con “especialistas”. Pero el año pasado lo entrevistó Beto Casella y su vida cambió.
De inmediato lo llamó Daniel Hadad, de cuya visión comercial no se puede dudar, y le ofreció aire en C5N, donde todos los sábados a las 21 conduce, en soledad y mirando a cámara, Hacete cargo. El karma, la culpa, el ego, Krishnamurti, son los invitados permanentes. No parece un menú atractivo, pero Domínguez considera que “hay gente a la que le interesa lo que digo, en mis charlas quedan afuera de cien a doscientas personas”. Cada fin de semana, unas dos mil personas pagan 45 pesos por cabeza para escuchar sus palabras, lo que suma unos 360 mil pesos mensuales. El mismo tenor tienen El mejor momento de tu vida (FM Pop) y su columna en el programa de Oscar González Oro en Radio Diez. Y la revista Un mundo mejor, que ya vendió más de 150 mil ejemplares.
En la web –“Espiritualidad diaria”, que recibe 500 mil visitas al mes– destaca el apartado “Tres frases que pueden salvar tu vida”, donde sostiene que “algunas enseñanzas volcadas en frases cortas suelen golpear en forma certera al ego y la personalidad adormecida, que siempre trata de imponerse, sobre el despertar de la conciencia superior”. Esas frases, que afirma fueron elegidas “en un gran congreso de espiritualidad práctica, como mazazos a la ignorancia”, son:
1. No existiría el cáncer si no existiese el pasado (en referencia al rencor, el resentimiento o recuerdos dolorosos que “suelen causar una degeneración celular”).
2. Quien no perdona, muere antes y muere mal (quien no perdona vive “en un derrotero depresivo” y su permanencia, “en algunos casos, se debe sólo a la intensidad del rencor”).
3. Que el elogio no te deje lleno de orgullo y que la crítica no te tumbe (vivir entre una y otra situación lleva a “una minusvalía y una baja estima mortal (sic), que en un círculo enfermo genera que el sistema inmunológico viva afectado”).
Y finaliza: “Así que amigos del alma, tengan en cuenta estas simples y al mismo tiempo rotundas pautas para no ser más actores de reparto menores de la película ajena, sino, héroes de su propia historia”.
Así se titula el único libro de Domínguez hasta ahora: Sé tu propio héroe (Atlántida), que va por la segunda edición, con 40 mil ejemplares vendidos. La vida de Domínguez cambió, no hay duda. Sin embargo no parece haber cambiado su visión de la vida. Hace apenas unas semanas le dijo a Veintitrés: “Gano por lo que hago. Sí, ¿cuál es el problema? San Francisco de Asís había uno solo, no puedo vivir de semillas y granos”. Ya no necesita vender las notas, ahora vende sus palabras.
En esta constelación, Bernardo Stamateas ocupa un lugar destacado: lleva más de tres años al tope. Autor de más de 40 libros, al menos los últimos diez best sellers –sólo Gente tóxica (Ediciones B) vendió más de 200 mil ejemplares–, el pastor continúa con sus charlas en el auditorio de Bonifacio y Beauchef, en el barrio de Caballito, Buenos Aires, y al frente de Viví la tarde por Canal 26. Además psicólogo, teólogo y sexólogo, sus textos apuntan a cuestiones concretas: cómo ser exitoso, cómo hacerse rico, cómo evitar la gente que puede influir negativamente. Alcanzó el pináculo de la fama entre 2007 y 2008, cuando una extraordinaria operación de marketing llevó el libro Resultados extraordinarios a la edición de Gran Hermano. De allí en más, su nombre fue referencia obligada a la hora de hablar de liderazgo y triunfo, y pronto se olvidó de que promocionaba grupos de autoayuda en las tandas del programa de Jorge Rial. Su gama de lectores va de Cristina Fernández de Kirchner a Susana Giménez. Sin embargo, no se considera un autor de autoayuda sino “de potencial, de crecimiento interior, porque no doy recetas sino ideas disparadoras y alguna herramienta práctica para frenar una situación”.
Mucha agua pasó desde que Maquiavelo plasmó en El príncipe los secretos para llegar y mantenerse en el poder. Pero las personas continúan buscando en los libros esas palabras mágicas que, por el solo hecho de leerlas, curarán alguna herida. Un estudio de Marketdata Enterprises indica que los estadounidenses gastan cada año once mil millones de dólares en productos y servicios de autoayuda. En el país no hay un estudio similar, pero un cálculo aproximado en base a las cifras mencionadas arroja que al finalizar 2011 los argentinos habrán desembolsado, sólo en estos nuevos gurús, más de cincuenta millones de pesos. Habrá que ver si la inversión alcanza los resultados esperados y anunciados por los “difusores”: “Ser mejor persona”.




Informe: Deborah Maniowicz

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