La hermana Marta Pelloni, pieza fundamental en el reclamo de la familia y líder de la resistencia pacífica de la comunidad catamarqueña, señaló que los "encubridores" todavía no fueron detenidos y lamentó el "triunfo de los poderosos".
La monja Marta Pelloni aseguró este que aún "no hay justicia" por el crimen de María Soledad Morales, al considerar que todavía no fueron detenidos los "encubridores" por lo que lamentó que "los poderosos son los que triunfan".
Pelloni habló durante un acto en memoria de la adolescente al cumplirse 20 años de su asesinato que se realizó en la capital catamarqueña, adonde arribó ayer procedente de Corrientes (donde trabaja actualmente) y se reunió con los padres de la joven cuyo cuerpo fue encontrado el 10 de setiembre de 1990 en una zona conocida como Parque Daza, a siete kilómetros de la capital catamarqueña.
La monja era directora del Colegio del Carmen y San José, donde concurría María Soledad Morales cuando fue asesinada, y fue quien lideró las "marchas del silencio" en reclamo de justicia, las primeras manifestaciones de ese tipo que se llevaron a cabo en el país.
El crimen de la joven y la participación de al menos uno de los llamados "hijos del poder", como fue el caso de Guillermo Luque, terminó con la salida del gobierno de Ramón Saadi y la intervención de la provincia, dispuesta por el entonces presidente Carlos Menem. La religiosa participó esta mañana de un homenaje en ese colegio secundario, junto a Ada y Elías Morales, padres de la joven, y ex compañeras de la adolescente asesinada, además de la comunidad educativa del establecimiento.
Durante un diálogo con la prensa, Pelloni aseguró sentir mucha "alegría porque es la primera vez que el Colegio hace un reconocimiento a la lucha que se hizo por María Soledad".
"Lamentablemente todavía no recibió toda la justicia porque falta el encubrimiento, que es tan aberrante como el mismo crimen", agregó.
Durante el acto en el colegio fue colocado un monolito en la puerta del aula a la que concurría María Soledad, en tanto que sus compañeras ubicaron, junto a la placa que se había puesto años atrás, una fotografía de un registro de asistencia donde consta la única falta que la joven tuvo durante ese año, que fue el 8 de setiembre de 1990, día de su desaparición, y una copia de la libreta de calificaciones, con todas las materias eximidas.
Al finalizar el homenaje, la religiosa recordó que el caso Morales "le costó la vida al poder político y la salvación a la provincia".
"Después de 20 años regresé y encuentro otra provincia, y eso que es un gobierno radical que no debe recibir mucha ayuda de la Nación, por lo que tenemos que entender que tiene un gobernador (por Eduardo Brizuela del Moral) que no es corrupto", opinó.
Pelloni reiteró que existe una deuda con María Soledad, ya que "no se resolvió lo del encubrimiento, porque Catamarca junto con el país no tiene justicia, los poderosos son los que triunfan y ahora están afuera", remarcó, en referencia a Guillermo Luque y Luis Tula, los únicos condenados por el caso. Luque fue acusado por el crimen y recibió una pena de 21 años de prisión, pero en abril pasado cuando cumplió los 14 años encerrado, le fue concedida la libertad condicional; mientras Tula, actualmente abogado, cumplió los nueve años que le dio la justicia por "encubrimiento", por lo que también está libre.
Por la tarde, Pelloni, participará de una misa en la parroquia Nuestra Señora de La Merced, junto a los padres de María Soledad, que será oficiada por el sacerdote Oscar Tapia, quien también acompañó a la familia durante los últimos 20 años.
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