domingo, 30 de enero de 2011

EICHMANN, LA TRAMA OCULTA




Nuevos documentos revelan que los servicios secretos germanos y la CIA sabían del paradero del “arquitecto del Holocausto” casi una década antes de su secuestro en Argentina.


Por Walter Goobar

El servicio secreto alemán (BND) sabía desde 1952 que el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, buscado por su responsabilidad en el Holocausto judío, se había refugiado en la Argentina tras la Segunda Guerra Mundial, reveló el pasado fin de semana el diario alemán Bild.
La investigación del Bild se basa en documentos de los servicios secretos alemanes cuya desclasificación fue lograda por la periodista Gaby Weber tras una dura batalla judicial. El hallazgo documental revela, por una parte, que Alemania siguió protegiendo a los jerarcas nazis prófugos hasta muchos años después de terminar la Segunda Guerra Mundial, pero además pone en tela de juicio la versión oficial sobre el cinematográfico secuestro de Eichmann en la Argentina, que cimentó la fama del Mossad y ha inspirado decenas de libros y películas.
“Eichmann no se encuentra en Egipto, sino que vive bajo el nombre falso de Ricardo Klement en Argentina”, se puede leer en una ficha del servicio de inteligencia alemán fechada en 1952 y que reproduce parcialmente el diario alemán de gran tirada.
En esa época, Eichmann utilizaba el nombre de “Ricardo Klement”, señala Bild y demuestra que los servicios alemanes nada hicieron para arrestar al criminal de guerra.
Según documentos de la CIA estadounidense desclasificados en 2006, los responsables alemanes esperaron hasta 1958 para informar a sus pares norteamericanos del lugar donde se encontraba el ex oficial nazi, responsable del exterminio de un tercio de la población judía europea.
Al ocultar el paradero y la identidad de este teniente coronel de las SS, tanto Alemania como Estados Unidos, cuyos servicios secretos también tenían noticia de la vida de Eichmann en Argentina, estaban dando protección al hombre que, en el verano de 1941, fue uno de los primeros en hablar de la “Solución Final”, y el 20 de enero de 1942 fue uno de los 15 que asistieron a la Conferencia de Wannsee, donde se decidió enviar a los judíos europeos a los campos de concentración.
Considerado “un burócrata del exterminio”, Adolf Eichmann se ocupó personalmente de mantener la capacidad de matanza de los campos de concentración, sosteniendo un flujo constante de víctimas. Fue el responsable directo de la decisión de incluir a los niños en las cámaras de gas, junto con sus madres y los ancianos.
En 1944, Eichmann informó a Himmler que unos cuatro millones de judíos fueron asesinados en los campos y unos dos millones más habían sido fusilados o asesinados por las unidades móviles.
La historia oficial cuenta que Eichmann fue director de la Oficina de Asuntos Judíos de Hitler y que vivió en la Argentina desde 1950 hasta el 11 de mayo de 1960, fecha en que fue secuestrado por el Mossad, que lo trasladó clandestinamente a Israel el día 21 de ese mes en un operativo con visos de thriller que se convirtió en la tarjeta de presentación del servicio de inteligencia israelí.
Sin embargo, los 3.400 documentos de los servicios alemanes obtenidos por la periodista Gaby Weber ponen en entredicho la historia del secuestro de Eichmann a manos del Mossad. Weber, periodista alemana, autora de La conexión alemana y de El lavado del dinero nazi en la Argentina, sostiene que Eichmann no salió por Ezeiza en un vuelo de El Al, sino que fue trasladado a Punta del Este en una avioneta norteamericana, desde donde abordó el avión de El Al con el que llegó a Israel. Weber se atreve –incluso– a cuestionar el móvil y la autoría del secuestro atribuida en su momento “a voluntarios judíos” y asumida oficialmente por el Mossad recién en 2005.
A pesar de que se lo consideraba el “arquitecto de la Solución Final”, Eichmann gozó de la protección de diversos servicios de inteligencia, por lo que no figuró entre los acusados en los juicios de Nuremberg. Más aún, documentos de la CIA indican que el prófugo escondió el oro nazi y financió la fuga de criminales de guerra.
Contrariamente a lo que sostiene la versión oficial, está comprobado que el gobierno de Israel supo durante años que Eichmann se encontraba en la Argentina y no hizo nada para capturarlo. Desde 1952 también lo sabía el cazador de nazis Simon Wiesenthal, que no logró convencer a las autoridades israelíes de actuar contra el criminal de guerra. Wiesenthal escribe en sus memorias que “los judíos americanos tenían otros problemas. Los israelíes no tenían ningún interés en Eichmann, tenían que sobrevivir a las amenazas de (el presidente egipcio) Nasser”.
Zvi Aharoni, uno de los agentes del Mossad que posteriormen te participó en la identificación y el secuestro de Eichmann, reveló en el libro Operación Eichmann que fue Lothar Hermann, un judío ciego –sobreviviente del campo de concentración de Dachau–, quien llevó a la captura del jerarca nazi. Pero el Mossad no le creyó. El primer informe argumentaba que “un hombre tan importante como Eichmann no podía estar viviendo en una zona tan pobre” como San Fernando. “Se le pidió al ciego que reuniera más información para respaldar su hipótesis, lo que demuestra que no le creían”, dice Aharoni. El expediente se cerró en 1958 pero, bajo la presión de las autoridades alemanas que estaban convencidas de que la información era genuina, Aharoni fue enviado a Buenos Aires para ver las cosas por segunda vez. En marzo de 1960, Lothar Hermann escribe a Israel: “Obviamente Ustedes no tienen ningún interés en detener a Eichmann”.
Eichmann vivía bajo la identidad falsa de Ricardo Klement y trabajaba como operario en la fábrica Mercedes Benz, que había canalizado capitales nazis.
Weber –que también investigó la complicidad de Mercedes Benz con la dictadura de Videla– atribuye el secuestro del criminal de guerra a una interna de la empresa alemana vinculada con el lavado de dinero: el 29 de abril de 1960, la asamblea de accionistas de Mercedes Benz Argentina nombró a William Mosetti como director general. Mosetti era el hombre de Standard Oil, oficial de Mussolini y agente de inteligencia norteamericano: doce días más tarde de ese nombramiento Eichmann no volvió a su casa. Había dicho a su mujer que tenía una reunión importante afuera de Buenos Aires. Según Weber, Mosetti tuvo que haber participado en el secuestro. La Sección de Personal de Mercedes Benz lo dio de baja en el seguro social el 12 de mayo de 1960: once días antes de que se hiciera público el secuestro, Mercedes Benz sabía que Eichmann no volvería a su puesto de trabajo.
El 23 de mayo, el primer ministro David Ben Gurion reveló ante el Parlamento que Adolf Eichmann estaba detenido en Israel, pero nunca explicó cómo había llegado hasta su celda en Jerusalén.
El juicio contra el criminal de guerra atrajo la atención mundial. El 15 de diciembre de 1961, una corte israelí condenó a Eichmann a muerte por crímenes de lesa humanidad.

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