lunes, 31 de enero de 2011

LA HISTORIA DEL VINO MARIANI


La cita pertenece al Indio en el tema homónimo del disco "El perfume de la tempestad", donde en el título mismo del tema nombra al conocido Vino de Coca, popularizado como Vino Mariani.


La historia del Vino de Coca se remonta a finales del s. XIX y principios del XX cuando la lista era verdaderamente extensa y aunque casi todos los vinos de coca proclamaban efectos medicinales, es indudable que también se consumían con fines lúdicos o recreativos. La COCA des Incas, de fabricación francesa, se anunciaba como el mejor aperitivo. El WINE OF COCA elaborado por BULLARD & SHEDD en Keene (New Hampshire, EEUU)) se postulaba como eficaz curando el "dolor de cabeza, la gastralgia, anemia, neuralgia y la enfermedad del mar". También era recomendado para curar el "hábito del opio o del alcohol". El COCA WINE de AMBRECHT, NELSON & CO., se fabricaba en Londres y venía especialmente recomendado para la "fatiga de la mente y el cuerpo". También estaba indicado para la "neuralgia, insomnio, abatimiento". La MALTINE WITH COCA WINE, era elaborada en Nueva York con extracto de malta y vino de coca y venía avalada con "diez medallas de oro". Para adultos, se recomendaba un vaso entre o después de las comidas; también era aconsejada proporcionalmente para niños. El COCA WINE de METCALF, fabricado en Boston con "hojas frescas de coca y vino puro" por THEODORE METCALF & CO. también se recomendaba para la "neuralgia, insomnio, desaliento". Más vinos de coca: COCA WINE de CASWELL HAZARD & CO., COCA WINE de MAGEE MARSHALL & CºLº, para la "fatiga de la mente y del cuerpo", FRENCH WINE COCA, sin alcohol y "estimulante"....


Vino de Coca Mariani


El químico corso Ángelo Mariani (1838-1914) logró fama sobresaliente y una inmensa fortuna a finales del siglo XIX gracias a un vino de coca de elaboración propia, que comenzó a fabricar en 1863 y pronto se convirtió en el favorito de muchas celebridades de la época: William McKinley, Émile Zola, Paul Verlaine, Sigmund Freud, Louis Blériot, José Martí, Ulises Grant, Jules Verne, Thomas A. Edison, Alexandre Dumas, Louis y Auguste Lumiére, Henrik Ibsen, Sarah Bernhardt, Robert L. Stevenson, Anatole France, Zadoc Khan, Jean Charcot, el Príncipe de Gales, la reina Victoria, el zar Alejandro II, Alfonso XIII, el Sha de Persia, etcétera.
El papa León XIII (1810-1903) resultó ser finalmente uno de sus principales valedores, ya que, en agradecimiento al tónico, llegó a prestar su efigie para la etiqueta y concedió una medalla de oro al inventor, en reconocimiento a la capacidad de esa bebida para "apoyar el ascético retiro de Su Santidad". Mariani siempre insistió en que la diferencia entre coca y cocaína no es la que existe entre cierta sustancia y su concentrado, sino la que hay entre un conjunto de sustancias y una sola. Según decía, las propiedades de la coca se desvirtúan cuando es reducida al alcaloide de la cocaína. Mariani para su Vino de Coca usó hojas de diversa procedencia y de calidad y un generoso vino de Burdeos. Logro así, según él mismo escribe, "ese gusto particular y ese aroma delicioso" que lo hizo tan grato a los enfermos y a los más finos gourmets.
Es verdad que había, por entonces, muchos vinos medicinales en el mercado, pero el éxito del suyo, fue abrumador, no sólo en Francia, sino también en Inglaterra y en los Estados Unidos. Y si bien no fue tal vez el primero en concebir la combinación de la coca y el vino, sí fue el primero en llevarla a la práctica.


EL VINO DE COCA MARIANI al que se le atribuía cualidades tónicas y estimulantes, y se lo consideraba un excelente medicamento para las enfermedades del estómago y el aparato respiratorio, el insomnio y la melancolía, la debilidad y el nerviosismo, efectos que se debían, según el corso, a que se trataba de un "tónico difusible" de acción inmediata, "que lejos de localizarse en un solo órgano, en el estómago, se extiende a todo el cuerpo. Conducido por el sistema circulatorio, despierta a su paso las retardadas funciones de todos los órganos." Se podía tomar a cualquier hora del día, antes o después de los alimentos, solo o en forma de coctel. También podía servirse a la hora del té. Pero no más de un vasito dos o tres veces al día.
¿Qué decían las celebridades? Veamos algunos ejemplos. Anatole France escribió: "Es verdad que el vino de coca Mariani es excelente y difunde un fuego sutil por todo el cuerpo". El novelista belga Camille Lemonnier anotó: "Coca Mariani, sangre negra de una viña en que bebo la embriaguez de las metáforas." El poeta Barbier le dedicó un poema, en el que la llama: "Vino de terciopelo, licor de cálida caricia, / Íntimo amigo que se prodiga en alegre plática, / Néctar de sortilegio, consejero de ternura, / mago que apresta el espíritu del poeta." Y Edmond Rostand, autor, entre otras obras famosas, de "Cyrano de Bergerac", aseguró, en un poema intraducible, que “de todos los elixires el mejor era esa rara mezcla de vino y de coca". En un relato de J. Claretie y dibujos de Albert Robida, encontramos que se atribuía las hazañas de Hércules a la coca del Perú, cuya existencia le fue revelada por Quirón, y en cuya búsqueda viajó el héroe hasta nuestras tierras. Un artículo de "Le Figaro" firmado por Emile Gautier resume la fama inmensa de que gozó el producto, incluso muchos años después de la desaparición de Mariani: "He aquí un licor exquisito, un cordial a la vez incomparable y un regalo digno de los dioses, algo semejante -¿quién sabe?- al viejo néctar olímpico, cuya receta, extraviada desde hace muchos siglos, habría sido encontrada en los archivos de los incas de la prehistoria por un sabio que es al mismo tiempo un poeta".


León XIII: El Papa que publicitaba Vino de Coca


Angelo Mariani era un farmacéutico de Córcega que empeñó gran parte de su vida en el desarrollo de tónicos y bebidas con el fin de hacerse millonario. Tras un golpe de suerte entabló una amistad y frecuente contacto con un comerciante que viajaba a Perú constantemente y pronto comenzó a experimentar con una nueva planta denominada coca. Tras varios prototipos la versión final consistiría un “vino de coca tratada” de nombre Vin Mariani. El vino traería gran fortuna al farmacéutico ya que se volvería extremadamente popular. Siendo uno de sus más frecuentes degustantes el mismísimo Papa León XIII. Tal sería la afición por ésta “bebida” que sus allegados llegaron a comentar que llevaba siempre consigo una petaca de Vin Mariani, a la cual, “le tenía más aprecio que a todo su equipaje personal y asistentes juntos”.
También cuentan que siempre que se sentía cansado o sin vigor bastaba con unos tragos de Vino Mariani para volver al ritmo. Tal fue su afición por este vino que citó al mismo Angelo Mariani al Vaticano y allí le entregó una medalla de oro por su servicio y felicitó ante toda la comitiva. Mariani que no era ningún tonto pero si era un adelantado a su tiempo, entendía que una cara famosa publicitando su producto equivalía a muchas ganancias. Por esta razón en la reunión privada que ambos compartieron Angelo le pide al Papa posar para un aviso publicitario. El Papa, agradecido por haber inventado su bebida preferida, aceptó sin problema alguno. De esta manera el Papa León XIII pasa a la historia como el único Papa en haber publicitado un producto de éstas características. Tras esta publicidad las ventas del producto de Mariani treparon hacia las nubes y no solo comenzó a ser distribuido en cócteles y fiestas sino que también se utilizó como estimulante en hospitales y vigorizante en los ejércitos.


Vino de Coca Andante


Ya en el siglo XXI, en el Perú luego de conocer las propiedades nutritivas y energéticas de la harina de coca, el ingeniero Ignacio López (gerente de Home Power, fabricante del vino) se preguntó de qué otra manera podría difundir el consumo de esta planta ancestral. Por eso en el 2006 elaboró un vino tinto semiseco macerado en hoja de coca y otras hierbas aromáticas. "Lo llamamos Vino Andante porque gracias a sus propiedades antifatigantes y reguladoras del ánimo es una bebida que te pone pilas, te hace andar". De acuerdo con los análisis realizados, este vino tiene propiedades tonificantes y vigorizantes, combina naturalmente el vino tinto semi-seco con las cualidades de la hoja de coca del Perú.


Por SEBASTIAN RIVOIRA/CARLOS LA BANCA

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