El periodista, conductor y músico Eduardo de La Puente presenta clips y actuaciones, y entrevista a rockeros de América latina. Además, confiesa que no mira demasiada televisión y que su amor está en la radio, donde sigue junto a Mario Pergolini y Marcelo Gantman en Cuál es?
Eduardo de la Puente no quiere que lo consideren un referente de nada. No importa que lleve casi dos décadas como una de las tras patas del ciclo de Rock & Pop Cuál es? ni que haya sido uno de “hombres de negro” de Caiga quien caiga durante doce años (en ambos trabajos junto a su amigo Mario Pergolini), ni que sea un gran conocedor de la historia del rock y que, además, sea músico y toque en una banda. Simplemente no le gusta. “Es una mochila muy grande”, explica. Sin embargo, admite que su experiencia en el tema debe haber pesado a la hora de que MuchMusic lo convocara para ser conductor de ¿Quieren rock?, el renovado ciclo dedicado al rock hispanoparlante que presenta videoclips, actuaciones en vivo y entrevistas a destacados músicos argentinos y del resto de América latina. “Evidentemente no puedo esquivar la experiencia que tengo después de muchos años laburando con la música, primero en la gráfica y después en la radio. Hay gente que conoce mis gustos, que sabe que soy un tipo ecléctico e informado. No por una cuestión profesional sino porque la música me gusta mucho y me gusta desde muy chiquitito, y también tengo la posibilidad de acceder a muchísima música. Entonces creo que tengo un abanico bastante grande, así que por ahí puedo ser referencia para alguien..., aunque le aconsejaría a ese alguien que mire para otro lado”, bromea.
Sin embargo, las autoridades de MuchMusic creyeron que él era la persona indicada para encabezar la nueva etapa del ciclo, que cuenta con formato renovado. “Querían combinar en la figura del conductor alguien que fuera también músico”, explica De la Puente. “Me contaron que probaron con algunos músicos y conduciendo se les complicaba un poco el asunto. Y como hace diez años que toco con Tristemente Célebres, me consideraron músico, me lo ofrecieron y acepté”, comenta el animador. Para él no es un regreso a la televisión después de Caiga quien caiga, ya que desde 2009 conduce por Canal 7 Recurso natural, un ciclo sobre ecología y desarrollo sustentable. “Siempre tuve un interés en el tema, pero reconozco que salvo apoyar algunas acciones puntuales o tener un cierto sentido ecológico casero en cuanto al ahorro de agua o energía, no había algo concreto. Cuando me propusieron hacer Recurso... no lo hice por volver a la televisión, que es algo que particularmente no me interesa, sino por hacer algo en lo que no importaba el rating sino abrir el panorama con un tema que es muy importante y muy jodido. Y lo es tanto por todo lo mal que están un montón de cosas como por todo lo que se está haciendo bien. Lo agarré sin pensarlo y todo lo que aprendí es aterrador, por un lado, pero también esperanzador. Así que crecí mucho en ese aspecto”, detalla.
Para el ex CQC estar en Canal 7 “es algo circunstancial”, ya que es una producción de Promofilm que se realiza sin intervención de la emisora estatal. “Podíamos haber estado en un canal de cable o en otro de aire. Quien lo vea se da cuenta de que no hay ni bajada de línea ni nada, que si se hacen las cosas bien se muestran sin importar quién las haga. Hubo acciones a nivel nacional que hemos criticado o defendido. Lo mismo con respecto al gobierno porteño. Somos muy imparciales, sentimos que somos justos”, considera, tras ser consultado sobre si alguna vez tuvo miedo de que lo tildaran de oficialista por estar en la Televisión Pública.
En ese sentido, no tiene pelos en la lengua para criticar al Gobierno, pero aclara que tampoco se considera anti K. “La única opinión que tengo es que cuando hay una guerra interna entre dos poderes los únicos que perdemos somos los que estamos en el medio. Y es injusto que te obliguen a elegir de qué lado ponerte. Confieso no haber leído la ley de radiodifusión, así que no puedo opinar al respecto. Pero si la ley de radiodifusión es poner un cartel que diga ‘espacio publicitario’ antes de la tanda, me parece una pelotudez. Y si la ley es que no existan los monopolios es un poco contradictorio, porque el Estado tiene todo el fútbol. Con esto no estoy defendiendo a Clarín, porque a mí tampoco me gustaría que existieran los monopolios ni que una sola persona maneje todo Papel Prensa. Así que me parece que es una guerra en la cual gane quien gane siempre van a ganar los malos y nosotros vamos a perder. Me parece poco pluralista de ambas partes. Con la muerte del ex presidente esas actitudes se han radicalizado terriblemente. Nosotros en la radio todos los viernes abrimos con reggae. Y el día del velatorio de Kirchner nos dijeron: ‘¿Cómo pueden poner esa música? ¡Gorilas de mierda!’. Y del otro lado también, el boludo que se enteró de la muerte de Kirchner y tocaba la bocina festejando. Nos están obligando a radicalizar nuestra opinión y no soy un tipo de opiniones radicales. No me puedo poner ciento por ciento de un lado o del otro. Y me parece que lo que está ocurriendo en estos días es eso. Con los medios intentaron hacer eso también”, afirma.
De la Puente confiesa que no ve casi nada de televisión, aunque aclara que no es porque está releyendo “por vez número 37 el Ulises de James Joyce”, sino porque prefiere ver películas o jugar un buen videogame. “La televisión de aire no me llama la atención”, se planta. “Y ahora perdí un poco el prejuicio y hay cosas del cable que me están empezando a interesar. Se están haciendo muy buenos documentales. Y también miro algunas sitcoms: Modern Family, The Event, Boardwalk Empire, de Martin Scorsese. Sigo algunas cosas, pero no soy muy metódico, dejo el bicho grabando y cuando tengo tiempo me siento a ver. El resto de la televisión no lo veo porque las veces que he hecho zapping no hay nada que me invite a quedarme, aunque sea un minuto. En 15, 20 o 30 segundos no hubo nada que me llamara la atención y seguí de largo. Y este fenómeno de que haya un programa y que después haya 25 satélites de ese programa me parece vergonzoso para con el espectador porque le están vendiendo pescado podrido, algo que ya pasó, que hizo otro. Me parece una idea cómoda elaborar sobre lo hecho por otro. Y ojo que yo soy chusma: cuando hay alguien peleándose en la puerta de casa me asomo y miro por el balcón, me encanta. Pero hasta ahí llegué”, expresa.
La cuestión, para el animador, pasa “por lo social y educativo y por todo lo que hace que sea más simple hacer una televisión que no demande mucho trabajo verla que una que te haga pensar un poquito”. Y aclara que no pretende “una televisión cultural” ni nada que se le parezca. Además, el mismo De la Puente que no se siente referente y que no mira tele tampoco volvió a ver Caiga quien caiga después de abandonar el ciclo a fines de 2008 –al mismo tiempo que Pergolini– para cederle su lugar a un nuevo trío de conductores comandado por Ernestina Pais. “Voy a a ser honesto, vi el primer programa de todos en América porque era la primera vez que salía en la tele. Y después creo que en un par de oportunidades que lo tuvimos que grabar, porque por ahí Mario viajaba. Pero después no lo vi nunca más, ni ahora ni cuando lo hacíamos nosotros. Lo único que tengo son los comentarios de la gente por la calle. Pero, ¿quién se va a arrimar para decirme ‘loco, es mejor ahora, con ustedes era una mierda’? Nadie. Los que se acercan es para decirnos que volvamos, pero no tengo una opinión formada del programa porque no lo vi”, relata. Sin embargo, ni el clamor popular para que se dé un eventual regreso puede torcer la decisión del conductor de no volver al programa de Eyeworks Cuatro Cabezas. “Al menos no en las condiciones en las que terminamos, porque al final nuestro rol era poner el culo detrás del escritorio y presentar notas. De volver, me gustaría hacerlo con algo con lo que pudiera involucrarme un poco más”, revela.
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