miércoles, 5 de octubre de 2011

"FALTA AVANZAR CON UNA INDUSTRIA DE LA MÚSICA"



León Gieco habló de todo, los cambios en la región, la política y los derechos humanos, las discográficas, el pirateo en internet y sus consecuencias.


Con un repertorio nutrido de música iberoamericana, León Gieco hizo vibrar a 800 personas en el Teatro Auditorium de Mar del Plata. En la segunda noche de recitales, el cantante popular brindó un show de casi tres horas en el que recorrió sus 40 años con la música y homenajeó a diversos íconos de la cultura latinoamericana. Luego del show, León habló con Miradas al Sur sobre la realidad política y cultural de la región, los avances en derechos humanos, los desafíos de consolidar nuestras industrias culturales, particularmente en los tiempos de Internet y piratería.–En 1992, te llamaron para que vayas a cantar a España por los 500 años del descubrimiento de América y te negaste. Hoy estás en el IV Congreso Iberoamericano de Cultura, ¿qué cosas cambiaron en estos años para que te sientas motivado a ser parte?–Están locos. ¿Cómo me iban a llamar? El menemismo estaba tan desubicado y, por supuesto, se fueron a festejar el quinto centenario en España. Es como si hubiesen invitado a Mercedes Sosa. Afortunadamente tengo una presidenta que declaró al 11 de octubre como el último día de la libertad y al 12 de octubre como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.–Vos marcaste que hay un cambio. En los viajes que haces por el interior y el exterior, ¿se nota esa transición hacia una mirada más latinoamericana?–Sí, es la primera vez que lo veo. No quiero decir que esté solucionado el problema de Latinoamérica, para nada. Así como hubo y hay gobiernos más socialistas, como nuestra Presidenta, Evo Morales, Lula Da Silva primero, después Dilma Rousseff, Michelle Bachelet, Hugo Chávez, Rafael Correa, Fernando Lugo y Néstor, la noción de lo que somos todavía no la hemos descifrado. Particularmente, desde que tengo 18 años he vivido como un cambio de pocos meses la presidencia de Héctor Cámpora, el advenimiento de la democracia con Ricardo Alfonsín. Después no viene más nada hasta este gobierno de los Kirchner que fue un vuelco rotundo.–¿Los presidentes se corresponden con sus pueblos de acuerdo a los tiempos que se viven?–En Argentina por lo menos el 50 por ciento de la población está identificada con las políticas de gobierno de Cristina. Es una mujer bárbara, una persona que tiene una imagen gigantesca afuera y que ha evolucionado muchísimo en política. Tengo el placer de decir que tengo una presidenta que sabe, que conoce, que está interesada inclusive en aprender cada vez más. La lucha de los derechos humanos es un ejemplo.–Respecto a los derechos humanos y puntualmente al caso Schoklender, ¿cómo ves el tratamiento de algunos medios de comunicación para con las Madres?–Yo creo que a Schoklender lo debe mandar la oposición. Es un personaje bastante oscuro y que Hebe a lo mejor no vio esa parte, nadie la vio. Pero yo no dudo de Hebe en ningún momento. Y cada medio hace lo que tiene que hacer. Clarín lo publica de una forma y Página/12 de otra. El avance de la política de los derechos humanos que ha hecho Argentina es increíble. Vamos a ser un país muy consultado respecto a esto.–Si tuvieses que destacar algunas de las políticas culturales llevadas a cabo desde la asunción de Néstor Kirchner, ¿cuáles serían?–La ley de música y la ley de medios son terriblemente importantes, pero aún falta avanzar con una industria de la música en el país. Nosotros somos conocidos porque venimos tallando la cosa desde la época de La Nueva Trova Cubana y por eso tenemos cabida en Ecuador, Venezuela o Brasil, porque hemos tenido tiempo de relacionarnos con los músicos de esos países. Los grupos nuevos no sólo tropiezan con la imposibilidad por ser nuevos sino que no hay compañías grabadoras en este momento.–Uno de los temas que se debatieron en este Congreso respecto a la música fue la influencia de las nuevas tecnologías. ¿Considerás que internet perjudica a los músicos o autores?–Es verdad, ahora se armó un bardo importante con respecto a internet. Aún está en veremos cuál va a ser el formato porque por ahora es el CD. Pero vos vas a una radio y ya les molesta que les lleves uno, prefieren bajarlo todo de internet. Hoy ya no se venden CDs, en especial en Latinoamérica, donde todo se baja truchamente. En Estados Unidos uno paga por bajar, acá no. Latinoamérica ha sido tan devastada que ahora uno se baja todo gratis y no paga nada porque le han sacado todo. Tenemos esa educación. A la gente como yo no nos afecta demasiado porque trabajo en vivo, sí afecta a los autores y compositores. Al no haber venta de discos hay una gran parte de dinero que no cobra el autor. En el año ’92 vendía 400 mil discos y ahora sólo 25 mil. Hay una diferencia abismal y todo es pirata.–¿No creés que es una forma de democratizar la cultura, de facilitar el acceso?–Por supuesto. Si vos le ofrecés un material a la gente que sale 45 pesos y después te ofrecen un disco que suena igual y que sale 5, yo me compraría el de la plaza. Los que más incentivan a la piratería son las propias discográficas. En este momento en Estados Unidos sacan un disco y ponen un dvd, otro disco más o una tapita de lujo. En fin, te preparan un material para que lo compres.–El 25 de octubre vas a presentar tu nuevo disco. Uno de los temas, El Argentinito, dice: "Y cuando ve la 31 del avión sueña con topadoras como solución". ¿Creés que todos tenemos ese argentinito dentro?–Traté de escribir un personaje medio tragicómico que refleje a esa persona que ensucia los ríos, tira la basura en la calle, es xenófobo y quiere topadoras para la villa. El Argentinito es una destrucción del facho argentino, esa persona mala, ese pequeño hombrecito que todos llevamos dentro.

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