El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado que la mitad de los campamentos ilegales de gitanos y nómadas serán desmantelados en un plazo de tres meses y que se expulsarán a sus países de origen a los miembros de esos colectivos que hayan cometido algún delito.
Sarkozy ha ordenado la expulsión “casi inmediata” de los gitanos provenientes de Bulgaria y Rumania que hubieran cometido algún delito.
El presidente prometió una ofensiva después de un fin de semana de disturbios en dos ciudades, incluyendo un ataque a una estación de policía llevado a cabo por gitanos.
En un comunicado divulgado tras una reunión ministerial extraordinaria para discutir el “problema” de los gitanos, la oficina del presidente ha anunciado una nueva legislación para antes de fin de año para que sea más fácil expulsar a grupos como los gitanos por razones de seguridad. Unos 10.000 gitanos fueron expulsados de Francia el año pasado.
“Dentro de los próximos tres meses, la mitad de los campamentos ilegales serán desmantelados -campamentos y ocupaciones ilegales- es decir, unos 300″, ha indicado el ministro del Interior Brice Hortefeux después del encuentro.
Este mes, los disturbios recordaron a la violencia generalizada que se extendió desde los suburbios de París al resto del país en 2005, desencadenada por la muerte de dos jóvenes inmigrantes que huían de la policía.
En la pequeña localidad de Saint-Aignan, en el centro de Francia, un grupo de cerca de 50 gitanos armados con hachas atacaron una comisaría y propiedad pública, después de que la policía disparara y matara a un joven de 22 años.
Sarkozy, prometiendo una “lucha sin cuartel contra la delincuencia”, la semana pasada dijo que la violencia en Saint-Aignan “pone de manifiesto los problemas planteados por el comportamiento de ciertos viajeros itinerantes y gitanos”.
Sarkozy ha ordenado la expulsión “casi inmediata” de los gitanos provenientes de Bulgaria y Rumania que hubieran cometido algún delito.
El presidente prometió una ofensiva después de un fin de semana de disturbios en dos ciudades, incluyendo un ataque a una estación de policía llevado a cabo por gitanos.
En un comunicado divulgado tras una reunión ministerial extraordinaria para discutir el “problema” de los gitanos, la oficina del presidente ha anunciado una nueva legislación para antes de fin de año para que sea más fácil expulsar a grupos como los gitanos por razones de seguridad. Unos 10.000 gitanos fueron expulsados de Francia el año pasado.
“Dentro de los próximos tres meses, la mitad de los campamentos ilegales serán desmantelados -campamentos y ocupaciones ilegales- es decir, unos 300″, ha indicado el ministro del Interior Brice Hortefeux después del encuentro.
Este mes, los disturbios recordaron a la violencia generalizada que se extendió desde los suburbios de París al resto del país en 2005, desencadenada por la muerte de dos jóvenes inmigrantes que huían de la policía.
En la pequeña localidad de Saint-Aignan, en el centro de Francia, un grupo de cerca de 50 gitanos armados con hachas atacaron una comisaría y propiedad pública, después de que la policía disparara y matara a un joven de 22 años.
Sarkozy, prometiendo una “lucha sin cuartel contra la delincuencia”, la semana pasada dijo que la violencia en Saint-Aignan “pone de manifiesto los problemas planteados por el comportamiento de ciertos viajeros itinerantes y gitanos”.
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