Los jefes de toxicología de los principales hospitales porteños y de La Plata aseguran que muchos de los casos agudos de intoxicación por consumo excesivo son de menores que vienen de sus casas.
Por Diego Geddes
Lo cuenta una madre en las historias de la página siguiente. Su hija de 15 años tomó vodka durante el viaje hacia el boliche –sabía que adentro no le iban a vender– y terminó internada en el sector de pediatría por una intoxicación alcohólica. El caso sirve para dimensionar una problemática cada vez más frecuente en los adolescentes y también en los preadolescentes: el exceso en las previas ya es visto como algo natural, y muchas veces terminan en el hosp ital, sin siquiera pasar por el boliche .
“Muchos de los casos de intoxicación aguda por ingesta de alcohol que atendemos en la guardia son casos de chicos que vienen desde sus casas, no del boliche”, confirma Ana María Girardelli, jefa del servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata. “Lo que vemos es que los padres se preocupan mucho más por drogas ilegales que por el alcohol, y éste puede tener un alto riesgo para la salud y la vida”, dice Girardelli. También confirma la tendencia de la encuesta Mundial de Salud Escolar –hecha a 1.980 alumnos de entre 13 y 15 años–, que indica que a los 13 años ya tomó alcohol el 30% de los chicos, a los 14 un 50% y a los 15 un 65%.
Para Fernando Zingman, coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia, la ecuación de los chicos ahora es “mas cantidad de alcohol en menos cantidad de tiempo para lograr mayores efectos” . De acuerdo a una encuesta de la Fundación Proyecto Padres, 1 de cada 3 chicos empieza a hacer la previa entre los 12 y los 14 años.
Y solo el 4% lo hace a partir de los 17 años.
Y además más de la mitad de los chicos relaciona la previa con “un momento de diversión y encuentro con amigos”.
Respecto de la edad, los especialistas indican en que es fundamental el control de las bocas de expendio y el rol de los padres.
“A esa edad supuestamente los chicos no tendrían que tener acceso al alcohol. Lo dice la ley, que no se cumple, y también deberían controlarlo los padres”, dice el sociólogo Adrían Dall´Asta, autor del libro “Diversión peligrosa. Hijos en Peligro”.
Gabriela Vota, psicóloga, dice que está aceptado que “sin la previa no se puede acceder a cierto mundo relacionado con la diversión y la interacción con otros chicos. Y quizás la razón por la que toman alcohol sea justamente que son muy chicos y no están preparados para ese mundo”.
En la misma sintonía, Hugo Míguez explica que “el preadolescente entiende que la condición del encuentro con otros necesita la alteración de su percepción, de su comportamiento y de su estado emocional. Acepta y participa una cultura donde la manipulación alcohólica del estado de ánimo es la práctica un requisito de admisión a los grupos”, dice Miguez, doctor en psicología e investigador del Conicet.
Los especialistas alertan que una intoxicación aguda de este tipo puede provocar hemorragias digestivas, hipotermia, alteraciones cardíacas, convulsiones, coma alcohólico, ACV y también la muerte. Y hay riesgos asociados, como los accidentes de tránsito o hechos de violencia.
“Cuando sugerimos que hay un problema y que podemos ayudar a tratar a los chicos con un control ambulatorio, nos miran como si estuviéramos exagerando –dice Girardelli–, pero los casos de adolescentes intoxicados con alcohol y otras drogas va en aumento”.
Para Zingman, hay que comenzar a trabajar para generar un cambio social. “Es posible revertirlo porque esto de tener chicos tan jóvenes tomando grandes cantidades de alcohol es algo que antes no sucedía”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario