Exámenes realizados por el INTI y por un laboratorio estadounidense determinaron la presencia de la sustancia contaminante en un predio de La Matanza. La empresa rechazó la acusación.
Legisladores de la Coalición Cívica, con el respaldo de la organización ambientalista Greenpeace, presentarán hoy una denuncia judicial contra una empresa dedicada a la fabricación de productos de fibrocemento, tejas de hormigón y tanques de polietileno, por la presunta “existencia de un basural de residuos tóxicos” (asbesto) en un predio propiedad de la firma, en González Catán, partido de La Matanza. La denuncia tiene por objetivo reclamar la recomposición del predio, la realización de un estudio epidemiológico y la inmediata asistencia médica y sanitaria a los vecinos a los que se les detecten problemas de salud originados en la contaminación. Estudios realizados por el INTI detectaron la presencia de asbesto en muestras extraídas del predio, tomadas por activistas de Greenpeace. Incluso el dato fue ratificado por un laboratorio de Estados Unidos. No obstante, voceros de la multinacional Eternit SA aseguraron que la empresa “no utiliza asbestos en su producción desde inicios de 2000” y remarcaron que en el predio se realizan “los análisis y mediciones” de seguridad ambiental, por lo cual “no es peligroso” para el barrio.
La demanda está basada en una investigación que da cuenta de que en un predio de la firma Eternit SA hay residuos de asbesto, una sustancia cancerígena (ver recuadro), esparcidos en un terreno “sin ninguna medida de seguridad y control”, a pocos metros de una zona urbana. Por medio de muestras del suelo, se pudo comprobar la “presencia de asbesto en los restos de fibrocemento que están esparcidos en la superficie y también bajo tierra, sin que hayan contemplado las medidas de seguridad necesarias”, precisa el informe “Residuos de Asbesto en la Cuenca Matanza-Riachuelo”, de Greenpeace.
Las muestras se tomaron en diciembre pasado en las “grandes tortas de lodo que se ven en la superficie” del terreno y en los escombros hallados en una excavación realizada al azar en el predio. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizó los análisis cualitativos y sus resultados “arrojaron la presencia de minerales de asbesto variedad crisotilo (amianto blanco)”, se precisó. Las muestras también se enviaron al laboratorio Omni Environmental Inc. de Texas, Estados Unidos, donde se corroboró “la presencia de crisotilo en una proporción del 30 por ciento”. A su vez, se tomaron muestras de suelo sobre una de las lomas del terreno y la microscopía “demostró la presencia de fibras de asbesto”.
El terreno, ubicado en Céspedes y Jorge de Kay, en González Catán, fue autorizado en 1998 por la Secretaría de Política Ambiental bonaerense para la construcción de una Unidad de Disposición Final para los Residuos, que consiste en una “celda de seguridad” de hormigón. Sin embargo, “por encima de esa celda siguieron enterrando escombros con residuos de asbesto y también por sobre el terreno a cielo abierto”, explicó a Página/12, Consuelo Bilbao, coordinadora de la campaña Riachuelo de Greenpeace.
Desde el Departamento de Comunicación de Eternit SA señalaron que “no se manipula ni se generan residuos con asbestos” desde hace más de una década. Y precisaron que la celda de seguridad “está cerrada desde el ’99”.
Agregaron que se realizan “mediciones de tierra, agua y aire trimestrales”, por lo que subrayaron que “no hay particulado en el aire con asbesto”. En diálogo con este diario, enfatizaron que el predio “no es peligroso” para los vecinos y remarcaron que “las medidas de seguridad se están cumpliendo”. A 500 metros del lugar se localizan viviendas.
La investigación fue iniciada hace un par de meses por el concejal de La Matanza Edgardo Lobos, a partir de la denuncia de vecinos. La presentación contra Eternit SA y la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), encargada del saneamiento de esa área, quedará radicada en el Juzgado Federal de Quilmes. “Acumar viene incumpliendo una y otra vez lo dispuesto por la Corte”, aseguró la diputada nacional Fernanda Reyes.
Legisladores de la Coalición Cívica, con el respaldo de la organización ambientalista Greenpeace, presentarán hoy una denuncia judicial contra una empresa dedicada a la fabricación de productos de fibrocemento, tejas de hormigón y tanques de polietileno, por la presunta “existencia de un basural de residuos tóxicos” (asbesto) en un predio propiedad de la firma, en González Catán, partido de La Matanza. La denuncia tiene por objetivo reclamar la recomposición del predio, la realización de un estudio epidemiológico y la inmediata asistencia médica y sanitaria a los vecinos a los que se les detecten problemas de salud originados en la contaminación. Estudios realizados por el INTI detectaron la presencia de asbesto en muestras extraídas del predio, tomadas por activistas de Greenpeace. Incluso el dato fue ratificado por un laboratorio de Estados Unidos. No obstante, voceros de la multinacional Eternit SA aseguraron que la empresa “no utiliza asbestos en su producción desde inicios de 2000” y remarcaron que en el predio se realizan “los análisis y mediciones” de seguridad ambiental, por lo cual “no es peligroso” para el barrio.
La demanda está basada en una investigación que da cuenta de que en un predio de la firma Eternit SA hay residuos de asbesto, una sustancia cancerígena (ver recuadro), esparcidos en un terreno “sin ninguna medida de seguridad y control”, a pocos metros de una zona urbana. Por medio de muestras del suelo, se pudo comprobar la “presencia de asbesto en los restos de fibrocemento que están esparcidos en la superficie y también bajo tierra, sin que hayan contemplado las medidas de seguridad necesarias”, precisa el informe “Residuos de Asbesto en la Cuenca Matanza-Riachuelo”, de Greenpeace.
Las muestras se tomaron en diciembre pasado en las “grandes tortas de lodo que se ven en la superficie” del terreno y en los escombros hallados en una excavación realizada al azar en el predio. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizó los análisis cualitativos y sus resultados “arrojaron la presencia de minerales de asbesto variedad crisotilo (amianto blanco)”, se precisó. Las muestras también se enviaron al laboratorio Omni Environmental Inc. de Texas, Estados Unidos, donde se corroboró “la presencia de crisotilo en una proporción del 30 por ciento”. A su vez, se tomaron muestras de suelo sobre una de las lomas del terreno y la microscopía “demostró la presencia de fibras de asbesto”.
El terreno, ubicado en Céspedes y Jorge de Kay, en González Catán, fue autorizado en 1998 por la Secretaría de Política Ambiental bonaerense para la construcción de una Unidad de Disposición Final para los Residuos, que consiste en una “celda de seguridad” de hormigón. Sin embargo, “por encima de esa celda siguieron enterrando escombros con residuos de asbesto y también por sobre el terreno a cielo abierto”, explicó a Página/12, Consuelo Bilbao, coordinadora de la campaña Riachuelo de Greenpeace.
Desde el Departamento de Comunicación de Eternit SA señalaron que “no se manipula ni se generan residuos con asbestos” desde hace más de una década. Y precisaron que la celda de seguridad “está cerrada desde el ’99”.
Agregaron que se realizan “mediciones de tierra, agua y aire trimestrales”, por lo que subrayaron que “no hay particulado en el aire con asbesto”. En diálogo con este diario, enfatizaron que el predio “no es peligroso” para los vecinos y remarcaron que “las medidas de seguridad se están cumpliendo”. A 500 metros del lugar se localizan viviendas.
La investigación fue iniciada hace un par de meses por el concejal de La Matanza Edgardo Lobos, a partir de la denuncia de vecinos. La presentación contra Eternit SA y la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), encargada del saneamiento de esa área, quedará radicada en el Juzgado Federal de Quilmes. “Acumar viene incumpliendo una y otra vez lo dispuesto por la Corte”, aseguró la diputada nacional Fernanda Reyes.
Informe: Soledad Arréguez Manozzo.
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