Por Nelson Mandela
Un agente nos recibe en la estación y nos lleva en coche hasta el centro de operaciones. Nos recibe Abdelhamid Brahimi, jefe de la sección política del FLN. A las 16, nos llevan en coche a la base de entrenamiento de Zegangan, situada en lo que se conocía como el Marruecos español. Llegamos allí a las 18 y nos recibe el comandante del campamento. Nos enseña el museo del ejército, que contiene una interesante colección de armamentos del FLN, empezando por el utilizado durante el levantamiento del 1º de noviembre de 1954. Después de cenar visitamos el teatro de los soldados y escuchamos música y sketches. Los dos sketches presentados contienen una tremenda propaganda contra el dominio francés en Argelia.Después de visitar el taller de imprenta del FLN y el cuartel general de transmisiones, vamos a Bouleker en compañía de dos agentes. Visitamos primero el cuartel general del batallón de la división del norte. Está convenientemente situado en la zona más estratégica y sumamente protegida. Comemos allí, carne de conejo y pan del día.Poco después seguimos hacia el cuartel general de uno de los batallones situados justo en la frontera argelina. Vemos y entramos en los refugios subterráneos. Hay muchos refugiados en el campamento y su aspecto es de lo más conmovedor.
Hay que hacer entender a la elite del país que la mayoría de la población, por pobre y analfabeta que sea, es la inversión más importante del país. En todas las actividades y operaciones debe haber una amplia difusión entre los intelectuales y la población (campesinos y obreros, trabajadores en las ciudades, etcétera).En tercer lugar, hay que hacer entender a la población que la acción política, en forma de huelgas, boicots y manifestaciones similares, se ha vuelto ineficaz por sí misma. La acción debe aceptarse como la forma más fundamental y básica de la actividad política.Mientras que la conciencia política es clave para la formación de un ejército y para movilizar el apoyo de las masas, no se deben perder de vista las cuestiones prácticas. Por ejemplo, una mujer sin formación política puede hacer mucho por la revolución simplemente porque tenga un novio, marido o hijo en el ejército. Asimismo, los pueblos pueden mostrar iniciativas concretas que deben fomentarse.Existe el caso de un pueblo que atacó un puesto francés sin haber recibido instrucciones del FLN. En otro pueblo, la gente excavó un túnel subterráneo por iniciativa propia.También se sabe que, en un cierto momento, el FLN evitaba que sus soldados se casaran. Esto se modificó más tarde y se dio permiso general para que los soldados contrajeran matrimonio. Las mujeres que estaban ahora casadas con los soldados del FLN, así como sus familias, se convirtieron de inmediato en partidarias del FLN y de la revolución.Hay determinados asuntos cruciales que deben tenerse en cuenta al crear un ejército revolucionario:Aunque es importante que nuestra gente reciba entrenamiento de manos de países aliados, esto debería ser tan sólo una parte del plan. Lo que hay que entender fundamentalmente es que hay que crear escuelas propias que establecerán centros de entrenamiento dentro del país o en sus fronteras.También hay que planificar y tener preparados sustitutos por la sencilla razón de que en el combate se va a perder a muchos hombres. Echarás a perder la revolución si no realizas los preparativos necesarios. También darás confianza al enemigo. Por el contrario, y desde el principio, debes demostrarle que tu fuerza va en aumento.Debes ser flexible y original, pues de lo contrario el enemigo aplacará tus efectivos.También debe tenerse en cuenta que, cuanto más dura la guerra, más aumentan las masacres, y la gente se cansa.Los espectaculares y certeros ataques de los revolucionarios permitieron que el pueblo argelino recuperara su dignidad. Establecieron en Argelia comandos de zona que tenían una función especializada. Sus actividades no suponían una ventaja económica, pero son sumamente útiles para subirle la moral a la gente. Ese tipo de acciones no deben fallar. Ejemplos de operaciones propias del comando son los ataques por tierra a los soldados franceses en ciudades, las explosiones en cines.Tampoco debes fiarte simplemente de la declaración de un recluta en potencia de que está listo para luchar. Debes ponerlo a prueba. En un pueblo, doscientas personas declararon estar preparadas para unirse al FLN. Entonces se les dijo que al día siguiente atacarían al enemigo. Al convocar a los voluntarios, sólo se presentaron tres. En otro caso se les dijo a los nuevos reclutas que fueran por la noche a un determinado punto, donde se les prometió que se les entregarían armas. Al llegar al lugar a medianoche se les dijo que el hombre que había prometido entregar las armas no había llegado y se les pidió que regresaran la noche siguiente. Quienes se quejaron, revelaron que no serían de fiar en situaciones más difíciles.Consideraciones que deben tenerse en cuenta al iniciar una revolución. Debe haber una garantía absoluta de que se han tomado todas las precauciones para asegurar el éxito; la organización es de suma importancia. Ante todo, debe haber una red por todo el país. Tenemos que hacer un estudio exhaustivo de todas las revoluciones, incluidas las que fracasaron. La buena organización es absolutamente fundamental. En la provincia se tardó un año en lograr una correcta organización.Debe evitarse cualquier levantamiento que sea local. Muchos alzamientos fracasaron porque la idea revolucionaria no era compartida por todos.El levantamiento debe organizarse de tal forma que se garantice su continuidad.Debemos tener el coraje de aceptar que habrá represalias contra la población. Pero debemos tratar de evitar esa situación mediante una cuidadosa selección de los objetivos. Es mejor atacar objetivos que están lejos de la población que aquellos que están cerca. Los objetivos deben estar lo más cerca posible del enemigo. Para la gente, y para el mundo, el levantamiento debe adoptar el carácter de un movimiento revolucionario popular. Al enemigo debe parecerle un alzamiento de tan sólo unos pocos.Debemos buscar el apoyo de toda la población, con un perfecto equilibrio entre clases sociales. La base de tu apoyo radicará en la gente normal, pobres y analfabetos, pero también debe implicarse a los intelectuales.Finalmente, debe existir una perfecta armonía entre la delegación externa del movimiento revolucionario y el alto mando. Ambos deben estar integrados por personal similar e igual de formado.
Extraído del cuaderno sobre su entrenamiento en Marruecos con el Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN) en 1962. El todavía jóven dirigente del Congreso Nacional Africano (CNA) había tomado la decisión de volcarse a la resistencia armada contra el régimen del Apartheid. La profundización del odio racial por parte de la minoría blanca tuvo como punto culminante la matanza de Shepardville, un crimen de Estado destinado a aterrorizar a las mayorías negras. Ante la actitud tibia de la CNA, Mandela y otros revolucionarios decidieron crear un brazo armado al que llamaron La Lanza de la Nación. Mandela fue a Argelia, donde terminaba el proceso de liberación del colonialismo francés. Allí escribió estos párrafos. A la vuelta de ese viaje, Mandela intentó encabezar la lucha armada, pero fue detenido y comenzó su largo período de cárcel que terminaría 27 años después.
Un agente nos recibe en la estación y nos lleva en coche hasta el centro de operaciones. Nos recibe Abdelhamid Brahimi, jefe de la sección política del FLN. A las 16, nos llevan en coche a la base de entrenamiento de Zegangan, situada en lo que se conocía como el Marruecos español. Llegamos allí a las 18 y nos recibe el comandante del campamento. Nos enseña el museo del ejército, que contiene una interesante colección de armamentos del FLN, empezando por el utilizado durante el levantamiento del 1º de noviembre de 1954. Después de cenar visitamos el teatro de los soldados y escuchamos música y sketches. Los dos sketches presentados contienen una tremenda propaganda contra el dominio francés en Argelia.Después de visitar el taller de imprenta del FLN y el cuartel general de transmisiones, vamos a Bouleker en compañía de dos agentes. Visitamos primero el cuartel general del batallón de la división del norte. Está convenientemente situado en la zona más estratégica y sumamente protegida. Comemos allí, carne de conejo y pan del día.Poco después seguimos hacia el cuartel general de uno de los batallones situados justo en la frontera argelina. Vemos y entramos en los refugios subterráneos. Hay muchos refugiados en el campamento y su aspecto es de lo más conmovedor.
Hay que hacer entender a la elite del país que la mayoría de la población, por pobre y analfabeta que sea, es la inversión más importante del país. En todas las actividades y operaciones debe haber una amplia difusión entre los intelectuales y la población (campesinos y obreros, trabajadores en las ciudades, etcétera).En tercer lugar, hay que hacer entender a la población que la acción política, en forma de huelgas, boicots y manifestaciones similares, se ha vuelto ineficaz por sí misma. La acción debe aceptarse como la forma más fundamental y básica de la actividad política.Mientras que la conciencia política es clave para la formación de un ejército y para movilizar el apoyo de las masas, no se deben perder de vista las cuestiones prácticas. Por ejemplo, una mujer sin formación política puede hacer mucho por la revolución simplemente porque tenga un novio, marido o hijo en el ejército. Asimismo, los pueblos pueden mostrar iniciativas concretas que deben fomentarse.Existe el caso de un pueblo que atacó un puesto francés sin haber recibido instrucciones del FLN. En otro pueblo, la gente excavó un túnel subterráneo por iniciativa propia.También se sabe que, en un cierto momento, el FLN evitaba que sus soldados se casaran. Esto se modificó más tarde y se dio permiso general para que los soldados contrajeran matrimonio. Las mujeres que estaban ahora casadas con los soldados del FLN, así como sus familias, se convirtieron de inmediato en partidarias del FLN y de la revolución.Hay determinados asuntos cruciales que deben tenerse en cuenta al crear un ejército revolucionario:Aunque es importante que nuestra gente reciba entrenamiento de manos de países aliados, esto debería ser tan sólo una parte del plan. Lo que hay que entender fundamentalmente es que hay que crear escuelas propias que establecerán centros de entrenamiento dentro del país o en sus fronteras.También hay que planificar y tener preparados sustitutos por la sencilla razón de que en el combate se va a perder a muchos hombres. Echarás a perder la revolución si no realizas los preparativos necesarios. También darás confianza al enemigo. Por el contrario, y desde el principio, debes demostrarle que tu fuerza va en aumento.Debes ser flexible y original, pues de lo contrario el enemigo aplacará tus efectivos.También debe tenerse en cuenta que, cuanto más dura la guerra, más aumentan las masacres, y la gente se cansa.Los espectaculares y certeros ataques de los revolucionarios permitieron que el pueblo argelino recuperara su dignidad. Establecieron en Argelia comandos de zona que tenían una función especializada. Sus actividades no suponían una ventaja económica, pero son sumamente útiles para subirle la moral a la gente. Ese tipo de acciones no deben fallar. Ejemplos de operaciones propias del comando son los ataques por tierra a los soldados franceses en ciudades, las explosiones en cines.Tampoco debes fiarte simplemente de la declaración de un recluta en potencia de que está listo para luchar. Debes ponerlo a prueba. En un pueblo, doscientas personas declararon estar preparadas para unirse al FLN. Entonces se les dijo que al día siguiente atacarían al enemigo. Al convocar a los voluntarios, sólo se presentaron tres. En otro caso se les dijo a los nuevos reclutas que fueran por la noche a un determinado punto, donde se les prometió que se les entregarían armas. Al llegar al lugar a medianoche se les dijo que el hombre que había prometido entregar las armas no había llegado y se les pidió que regresaran la noche siguiente. Quienes se quejaron, revelaron que no serían de fiar en situaciones más difíciles.Consideraciones que deben tenerse en cuenta al iniciar una revolución. Debe haber una garantía absoluta de que se han tomado todas las precauciones para asegurar el éxito; la organización es de suma importancia. Ante todo, debe haber una red por todo el país. Tenemos que hacer un estudio exhaustivo de todas las revoluciones, incluidas las que fracasaron. La buena organización es absolutamente fundamental. En la provincia se tardó un año en lograr una correcta organización.Debe evitarse cualquier levantamiento que sea local. Muchos alzamientos fracasaron porque la idea revolucionaria no era compartida por todos.El levantamiento debe organizarse de tal forma que se garantice su continuidad.Debemos tener el coraje de aceptar que habrá represalias contra la población. Pero debemos tratar de evitar esa situación mediante una cuidadosa selección de los objetivos. Es mejor atacar objetivos que están lejos de la población que aquellos que están cerca. Los objetivos deben estar lo más cerca posible del enemigo. Para la gente, y para el mundo, el levantamiento debe adoptar el carácter de un movimiento revolucionario popular. Al enemigo debe parecerle un alzamiento de tan sólo unos pocos.Debemos buscar el apoyo de toda la población, con un perfecto equilibrio entre clases sociales. La base de tu apoyo radicará en la gente normal, pobres y analfabetos, pero también debe implicarse a los intelectuales.Finalmente, debe existir una perfecta armonía entre la delegación externa del movimiento revolucionario y el alto mando. Ambos deben estar integrados por personal similar e igual de formado.
Extraído del cuaderno sobre su entrenamiento en Marruecos con el Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN) en 1962. El todavía jóven dirigente del Congreso Nacional Africano (CNA) había tomado la decisión de volcarse a la resistencia armada contra el régimen del Apartheid. La profundización del odio racial por parte de la minoría blanca tuvo como punto culminante la matanza de Shepardville, un crimen de Estado destinado a aterrorizar a las mayorías negras. Ante la actitud tibia de la CNA, Mandela y otros revolucionarios decidieron crear un brazo armado al que llamaron La Lanza de la Nación. Mandela fue a Argelia, donde terminaba el proceso de liberación del colonialismo francés. Allí escribió estos párrafos. A la vuelta de ese viaje, Mandela intentó encabezar la lucha armada, pero fue detenido y comenzó su largo período de cárcel que terminaría 27 años después.
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