lunes, 12 de julio de 2010

DEJARÁN QUE LOS CARTONEROS SIGAN TRABAJANDO EN LA CALLE


Los incluyen en la nueva recolección de basura. La idea original del Ejecutivo porteño era sacar los carritos y que trabajen en centros verdes, pero por quejas y presiones la cambiaron. El proyecto actual respeta los acuerdos de reciclar puerta a puerta.



Por Daniel Gutman


Los cartoneros quedarán integrados al sistema oficial de recolección de basura porteño, tanto retirando puerta a puerta residuos reciclables separados por los vecinos, como separando residuos de las bolsas dejadas sobre la vereda. Así se dispondrá en los nuevos contratos de recolección de basura, de acuerdo a la propuesta que el macrismo está cerca de acordar con la oposición en la Legislatura.


En el borrador del proyecto –que negocian los legisladores Cristian Ritondo por el oficialismo y Eduardo Epszteyn por la oposición y que podría votarse en las próximas semanas– se establece que el Gobierno de la Ciudad respetará las rutas de recolección ya acordadas con cooperativas de cartoneros e incluso deberá extender los convenios firmados por cuatro años más. Hasta se deja abierta la posiblidad de que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público organice concursos, con vistas a adjudicar a cooperativas las rutas que todavía están vacantes.


Uno de los puntos importantes dice que las empresas recolectoras sólo podrán colocar contenedores diferenciados –para que los vecinos tiren por separado los residuos reciclables– si obtienen “la conformidad expresa de la CRU (cooperativa de recuperadores urbanos) que actúe en la zona”.


Este proyecto marca una abrupta marcha atrás del Gobierno de Mauricio Macri con el plan que había presentado hace pocos meses. El ministro de Ambiente, Diego Santilli, había anunciado que con los nuevos contratos no se verían más en Buenos Aires los carros de recolección puerta a puerta, ya que el trabajo de los cartoneros sería concentrado en los llamados centros verdes , que son espacios donde se realiza la clasificación de la basura según pueda ser reutilizada o deba ser enviada para su enterramiento en los rellenos sanitarios.


Sin embargo, esa política fue duramente rechazada por cooperativas de cartoneros y el Movimiento de Trabajadores Excluidos: “Censuramos la intención de hacernos desaparecer de las calles de la Ciudad y el incumplimiento de promesas y compromisos formales con las organizaciones de recuperadores urbanos”, señalaron oportunamente en un comunicado.


La presión de los cartoneros para que se les garantice su lugar en la calle –que a su vez les asegura que no perderán espacios en el negocio de la venta de materiales reciclables– dio resultado y el Gobierno cambió.


Actualmente están en proceso de discusión los pliegos de los nuevos contratos de recolección de residuos, ya que los actuales caducaron y fueron prorrogados. Uno de los puntos más conflictivos es la fuerte presión del gobierno de Daniel Scioli para que la Ciudad reduzca la cantidad de basura que envía a los rellenos sanitarios de la Provincia, con serios problemas de saturación y con rechazo vecinal.


En la Ciudad existe una ley –la llamada ley de Basura Cero– que obliga a que el Gobierno asuma fuertes políticas de disminución de desperdicios que van a esos rellenos. Pero la gestión de Mauricio Macri por ahora ha fracasado en este tema: de hecho, en 2009, el tonelaje enviado a la CEAMSE fue apenas un 1,95% más bajo que lo enviado el año anterior, de acuerdo a los números oficiales.


Ahora, en el proyecto de ley, se retoma la obligación de las empresas de colocar contenedores para residuos secos y hacer recolección diferenciada . Igual, hay muchas dudas en cuanto a cómo va a implementarse esa modalidad.


“No queda clara cuál va a ser la logística, ni qué va a pasar con los centros verdes, que hoy no están en condiciones de recibir más material del que reciben y seguramente van a quedar mucho más complicados cuando más cooperativas se integren al sistema. Y, sobre todo, no hay presupuesto previsto para todo el sistema de recolección y clasificación de residuos secos”, opinó María Eugenia Testa, de Greenpeace, una de las ONG que está siguiendo de cerca el camino hacia los nuevos contratos.


En el proyecto de ley también se establece que antes de diciembre de 2011 todos los cartoneros que integren cooperativas deberán ser formalizados con pago de monotributo, seguro de accidentes de trabajo y el otorgamiento de guardería para sus hijos menores, más un subsidio, uniforme y medios de transporte para la mercadería.


Los nuevos contratos se firmarían por 7 años y no por 10, como proponía el Gobierno. De todas maneras, de acuerdo a la Constitución porteña, es imprescindible el acuerdo legislativo para cualquier contrato de concesión de servicios públicos que supere los 5 años.



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