Son abuelas muy jóvenes. Apenas nacen sus nietos ellas saben que en vez de disfrutarlos, deberán retomar el trabajo de los pañales y las mamaderas. Ese es el destino que debe asumir la mayoría de las madres de adictos, cuyos hijos se convierten en padres siendo adolescentes y sin ningún tipo de capacidad para hacerse responsables de su paternidad.
Es la historia de Miriam, una mamá-abuela de la Costanera. Su hija, Marcela, dio a luz a un bebé cuando tenía 16 años. Ni siquiera cuando estuvo embarazada, la joven dejó de drogarse. En los últimos tiempos, el paco la llevó a aislarse cada vez más de su hijo, que ahora tiene cuatro años.
La preocupación de Miriam es la misma que la de las otras madres: ¿qué futuro tienen estos niños, hijos de padres adictos?
Muchos de los pequeños pasan horas deambulando por las calles y algunos, con apenas cinco años, han comenzado a probar drogas, según denunciaron las "Madres del pañuelo negro", el grupo que se formó tras la muerte de un joven adicto en la Costanera.
Las ONG dedicadas a la asistencia de las adicciones hablan con preocupación del tema. En el último debate, que surgió en una mesa panel realizada la última semana en el marco de los 60 años de la Facultad de Medicina, los expertos plantearon que no saben cómo enfrentarse al incremento del consumo entre los niños.
"Cada vez baja más la edad de inicio en el consumo. Hasta hace unos años comenzaban a drogarse a los 15 años. Hoy estamos viendo chicos de 5 y 6 años. Son los hijos de padres consumidores. La situación es muy alarmante porque hay un vacío para poder atender esta realidad", sostuvo Silvia Contreras, directora terapéutica de Ariadna. Coincidió con ella, Viviana Juárez, presidenta de la institución.
Los especialistas coincidieron en la idea de que la adicción está vinculada a la falta de un proyecto de vida y de familia. "Muchos de estos chicos hijos de una familia de adictos y no vivieron otro modelo de relación", señaló Juárez. Detalló que desde hace cuatro meses las ONG están armando junto al Siprosa una red de servicios para poder actuar mejor ante el drama de las adicciones.
"Necesitamos capacitación y formar profesionales; hemos pedido ayuda a Buenos Aires, la única provincia que ya está tratando la problemática de los niños adictos", destacaron.
Los expertos insistieron en la falta de especialización que hay respecto al tratamiento de las adicciones. "Hemos hablado con autoridades de la Facultad sobre este tema. No hay un módulo específico sobre drogodependencia, se ve el tema en diferentes materias", detalló Juárez.
En la mesa panel "Rol del Médico Generalista y el Paciente Adicto, en la formación curricular" también participaron la Fundación Inti Huasi, Yatray y Narcóticos Anónimos.
Las ONG atienden, a través de un convenio estatal, a pacientes derivados por el Siprosa. Insistieron en la necesidad de tratar cuando antes a los menores que consumen, teniendo en cuenta que cada vez son más chicos. Y en ese sentido, deslizaron que el único centro de internación de la provincia, "Las Moritas", no ha ayudado mucho hasta ahora, ya que se trata de una institución destinada a mayores de 18 años sin causas penales.
"Las Moritas" comenzó a recibir pacientes a comienzos de este año. Pasaron unos 30 adictos y la mayoría abandonó el tratamiento. Es por eso que ahora el Siprosa está reevaluando el plan médico de asistencia.
La primera modificación será permitir el ingreso de adictos menores. Otro punto que se analiza es la transgresión, que hasta ahora es motivo de expulsión.
lunes, 22 de noviembre de 2010
SON HIJOS DE ADICTOS, TIENEN APENAS 5 AÑOS Y YA REPITEN LA HISTORIA DE SUS PADRES
Expertos en adicciones de Tucumán advierten que no saben cómo enfrentarse a la problemática del consumo en niños. En una mesa panel, en Medicina, reclamaron que se incluya el tema de la drogodependencia en la currícula. El Siprosa evalúa el ingreso de menores a Las Morita.
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