La Policía Metropolitana en la mira. La fuerza casi no cumple tareas. Apenas opera en dos comunas, no puede investigar delitos y la ley sólo le permite evitar contravenciones. Propaganda Pro vs. seguridad.
Por Franco Mizrahi
La polémica que se desató con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el lunes 4 de abril, cuando la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, anunció que retiraría las custodias de la Policía Federal de los edificios de jurisdicción porteña, puso sobre la mesa una incógnita que comenzó a vislumbrarse en diciembre del año pasado, durante la toma del Parque Indoamericano: ¿para qué se creó la Policía Metropolitana si no interviene en conflictos que están bajo su competencia? ¿Qué tareas puede o debe efectuar la fuerza de seguridad creada por Mauricio Macri según su documento interno?De acuerdo con la ley de creación de la Metropolitana, esta fuerza tiene competencia para impedir usurpaciones, amenazas, lesiones en riña y está habilitada para trabajar como agente de tránsito y también como custodia preventiva en edificios públicos, entre otras labores. Se trata de delitos transferidos a la ciudad. Por otra parte, no interviene en homicidios –aunque esto depende de cómo haya acontecido la fatalidad– ni en casos de tráfico de armas (se trata de un delito federal). Hasta aquí, la letra de molde que especifica las tareas que la policía local puede realizar.La pregunta inevitable que surge entonces es: ¿por qué no cumple íntegramente con sus tareas? La negativa del Pro a aportar efectivos que reemplacen a los federales en la custodia de casi un centenar de espacios porteños –de los cuales la mayoría no registra antecedentes violentos– tiene, como mínimo, un contrapunto: la custodia preventiva es una labor que hoy está cumpliendo la Metropolitana, por caso, en el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, a cargo de Guillermo Montenegro. Donde, por cierto, los “azules” también hacían adicionales.“El macrismo no quiere sacar la Metropolitana de la calle –analiza un especialista en seguridad– porque pierde visibilidad y se daña la imagen del Pro a pocos meses de las presidenciales.” Esta afirmación se basa en una verdad, a esta altura, de Perogrullo: al día de hoy la Metropolitana –al menos en 13 de las 15 comunas– es puro marketing. Es simplemente un dispositivo de visualización.“Hay dos maneras de distribuir el cuerpo operativo de una fuerza de seguridad –explica el especialista–: se dispersan en diferentes zonas o se concentran en una. La Metropolitana podría haber cubierto las 15 comunas de la ciudad. Desde el gobierno decidieron optar por el segundo modelo: concentrar todos los agentes en la comuna 12 y otros en la 15, hasta saturar la zona de efectivos policiales. Se trata de una decisión eminentemente política.”Ante este panorama, el legislador de Igualdad Social Martín Hourest se pregunta: “¿Qué problema de seguridad ataca esta fuerza?”. Y se responde: “La Metropolitana es un show más del macrismo. Únicamente ofrece cobertura territorial en una sola comuna, la 12. El resto se asemeja a una representación en un showroom armado. Me refiero al patrullaje en Palermo, La Boca y Plaza de Mayo, una estrategia que tiene por fin que los efectivos sean vistos por los porteños. Hay una espectacularización de la seguridad que no se corresponde con el mapa de delito”.Y agregó: “El campo de acción de la Metropolitana está basado en un componente de clase muy fuerte porque sus efectivos están ubicados en las zonas habitadas por los ciudadanos que tienen un alto poder de formulación de opinión pública. La Metropolitana es marketing político. En la comuna 12 quizá caiga el índice de robos. Pero la realidad es que en Palermo un móvil de la Metropolitana se pasea ante los restaurantes para que la gente los vea. No hay un abordaje de la seguridad en serio, por eso tenemos problemas”, concluyó.Para el legislador porteño Gonzalo Ruanova, integrante de la Comisión de Seguridad, “el modelo de la Policía Metropolitana está en crisis. No pudo prevenir la toma de viviendas en Parque Avellaneda; tampoco pudo disuadir el choque de bandas armadas en el Indoamericano, y ahora, de acuerdo con lo que dicen los funcionarios del Pro, no está capacitada para cuidar edificios públicos. El gran dilema entonces es para qué está. El gobierno que asuma en diciembre de 2011 deberá repensar el modelo de policía que quiere para la ciudad. La Metropolitana es un proyecto que tiene un año de implementación y, además de su inacción, ya tuvo 14 purgas”, concluyó el diputado por Nuevo Encuentro.Luego de la polémica surgida por el retiro de oficiales de la Federal, la ministra Garré se contactó con Montenegro con el fin de “coordinar esfuerzos para reforzar juntos la seguridad pública en la jurisdicción”, según difundió el Ministerio de Seguridad nacional en un comunicado. En el mismo texto se aclaró que no se iba a modificar “la decisión ya tomada de rescindir el convenio de 2006 por el que las autoridades porteñas contrataban servicios de policía adicional de la Policía Federal”.El ministro macrista, por su parte, aclaró por los medios que sólo habló por teléfono con la ministra Garré y que no se logró –por el momento– ningún acuerdo sino que reclamó algún tipo de solución que garantice la seguridad en los lugares que no cuenten más con los adicionales de los azules. Y volvió a repetir lo que sostiene todo el Pro: la Metropolitana no tiene personal para cubrir los “vacíos” que quedaron.Entonces, rendida ante la ineficacia que la fuerza policial creada por Macri demuestra en cada conflicto, la pregunta se hace recurrente: ¿para qué sirve la Metropolitana?
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