martes, 4 de mayo de 2010

VIGILAR Y CASTIGAR EN LA FRONTERA COMÚN


En el encuentro entre Lula da Silva y Fernando Lugo trataron la creciente inseguridad en zonas limítrofes y acordaron acciones conjuntas. Actualmente en el norte paraguayo rige el estado de excepción.


Cooperación contra el narcotráfico y la violencia. Fue ese un asunto clave del encuentro que mantuvieron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Paraguay, Fernando Lugo. Ambos se reunieron ayer en localidad Ponta Pora, limítrofe de la paraguaya Pedro Juan Caballero, para tratar, en especial, la creciente inseguridad en la frontera común, donde fue herido en un atentado la semana pasada el senador paraguayo Robert Azevedo, hecho por el que están detenidos dos brasileños. Dos de los cinco departamentos del norte paraguayo que fueron militarizados en el marco del estado de excepción son lindantes con el gigante sudamericano. Lula respaldó la medida.

Brasil anunció que instalará nuevas bases policiales en la frontera que comparten y adquirirá un avión no tripulado israelí. “La única forma de vencer a los narcos, a los criminales que andan por ahí, es estar presente, ofreciendo control y apoyo al combate al delito. Derrotar al crimen es una necesidad y vamos a ayudar a Paraguay en esta cruzada”, afirmó Lula. Su ministro de Justicia, Luiz Barreto, informó que se instalarán este año once nuevas bases policiales en la frontera, algunas de ellas en el límite con Paraguay. Según Barreto, dicha instalación será realizada en base a proyectos de seguridad desarrollados por la Policía Federal y por la Fuerza Nacional de Seguridad de Brasil, y se concretará hasta diciembre próximo, a un costo estimado en 32 millones de dólares. Asimismo, Lula respaldó al gobierno de Lugo, quien decretó el estado de excepción en el norte del país para combatir al grupo insurgente llamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), lo que le valió varios encontronazos con sus aliados en el gobierno. “No hay más espacios para rupturas institucionales o golpes de Estado. La posición firme de Brasil y Paraguay sobre el golpe en Honduras deja claro que no acordamos con cuartelazos explícitos o mal disfrazados”, sostuvo el mandatario brasileño en su discurso. “Expreso mi solidaridad con la iniciativa del gobierno paraguayo para combatir cualquier acción al margen de la ley”, agregó el líder petista.


Uno de los temas más sensibles de la agenda tratados ayer fue el reclamo de Lugo para que Brasil extradite a tres paraguayos a quienes la Justicia de su país acusa de ser parte del crimen organizado y a quienes Brasilia les otorgó refugio. “La investigación judicial dice que están involucrados con el delito” y se están “compilando nuevos elementos para entregar al gobierno de Brasil”, manifestó el mandatario paraguayo, quien dijo respetar la decisión soberana del país vecino pero no compartirla. Asunción acusa a Juan Arrom, Anuncio Marti y Víctor Colman de haber coordinado acciones del EPP desde su refugio en Brasil. Lula reiteró que si Paraguay “presenta nuevas pruebas, Brasil analizará nuevamente” la concesión del asilo.


El mandatario brasileño ayer además reafirmó su compromiso de ayudar a su vecino en la construcción de un tendido eléctrico entre la hidroeléctrica de Itaipú y Asunción. Si bien no especificó la fuente de financiación de la línea de transmisión de 500 kilovatios entre Itaipú y Villa Hayes, Lula destacó que el tendido eléctrico, así como el segundo puente bilateral que se proyecta sobre el río Paraná para unir el este paraguayo con Brasil, contribuirá a fortalecer la capacidad energética de su país, que con Argentina controla otra hidroeléctrica, la de Yacyretá, en el sur.


El director paraguayo de Itaipú, Gustavo Codas, declaró que el proyecto de esa línea de transmisión debe estar concluido en agosto próximo y comenzar con las licitaciones, así como que las obras deben concluir a finales de 2012. Una de las fuentes de financiación de la línea de transmisión, cuyo costo oscila entre 350 y 400 millones de dólares y que en principio debía ser solventado por el Tesoro brasileño, es el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem). En una declaración conjunta firmada por Lula y Lugo el 25 de julio de 2009 en Asunción, el gobernante brasileño se había comprometido a triplicar las compensaciones recibidas por Paraguay por la cesión de la energía que no consume en Itaipú.


Sin embargo, esa y otras concesiones, como la posibilidad de que Paraguay negocie directamente la energía en el sistema eléctrico brasileño, quedaron sujetas a la aprobación parlamentaria en ambos países.

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