En la provincia de Buenos Aires, en los últimos cinco años casi se triplicaron las villas en los 24 distritos que integran el gran cordón del conurbano bonaerense. El dato fue confiado a LA NACION por Info-Habitat, el equipo de investigadores geográficos de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
El estudio académico indica que, en cinco años, el Gran Buenos Aires pasó de tener 385 asentamientos de emergencia (registrados durante el censo de 2001) a albergar más de 1000 villas. La mayoría de ellos está situada en el sur del conurbano, en los límites con la Capital.
Los datos de la proliferación de villas en esa franja de la provincia se suman a las cifras de la Defensoría del Pueblo de la ciudad, que ayer adelantó LA NACION y que dicen que en los últimos cinco años se han consolidado 24 nuevos asentamientos de emergencia en la metrópoli.
"Durante el último censo quedaron muchos asentamientos de emergencia sin registrar. Algunos eran subnúcleos que se desprenden de grandes villas y forman nuevos asentamientos. Durante el último año y medio hemos relevado el área metropolitana y constatamos que hay más de 1000 villas. Tenemos información detallada de unas 700 y ahora nos falta indagar sobre las restantes 300", dijo a LA NACION Raúl Fernández Wagner, director de la investigación geográfica de Info-Habitat.
Según el estudio, la aparición de nuevas villas responde a un crecimiento poblacional de los asentamientos de emergencia que se registran en la siguiente ficha técnica: durante 2001 se registraron 638.657 personas que por entonces vivían en esos núcleos; ahora, la cifra es casi el doble y los habitantes de los asentamientos suman 1.144.500.
En el conurbano bonaerense se concentra el 85 por ciento de los asentamientos de emergencia que tiene la provincia. "En el interior, son muy pocos los pueblos y las ciudades que tienen villas, por eso creemos que el crecimiento de población y de los asentamientos se podría aplicar a toda la provincia", dijo Fernández Wagner.
En la provincia de Buenos Aires el gobernador Felipe Solá y el presidente Néstor Kirchner habían anunciado un megaplán habitacional para, en dos años, construir 43.000 viviendas. No obstante, hasta la fecha sólo hay construidas 214 viviendas y 19.231 proyectadas.
"Lo importante es que existan planes de construcción de complejos habitacionales. Entre 1994 y 2004 sólo se construyeron 6000 viviendas en la provincia. Esto fue muy poco para un territorio donde había -y hay- mucha desocupación y problemas con la vivienda", dijo el director de la investigación geográfica de Info-Habitat.
LA NACION intentó comunicarse el fin de semana con el gobernador Solá, pero al cierre de esta edición el mandatario no había respondido. Anoche los voceros bonaerenses buscaban a algún funcionario que pudiera hablar sobre las villas y la crisis habitacional en la provincia, pero nadie respondió.
Quien sí volvió a hablar sobre el tema fue el jefe de gobierno de la ciudad, Jorge Telerman. Durante el acto por el Día de la Independencia, el mandatario porteño dijo a la agencia de noticias Télam que la aparición de nuevas villas en la ciudad "son problemas de la pobreza, de la exclusión, de la marginalidad de decenas de miles de hombres y mujeres que viven en la Argentina".
El estudio de Info-Habitat indica que a medida que los núcleos de emergencia se acercan a la Capital se convierten en grandes villas, mientras que los asentamientos precarios se ubican en el segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense.
"El fenómeno de la irregularidad en la ocupación del suelo -como en las grandes ciudades latinoamericanas- se da también en el área metropolitana de Buenos Aires. En la Capital, las llamadas «villas de emergencia» superan los 100.000 habitantes, en más de 15 barrios. En los partidos del Gran Buenos Aires, en cambio, predominan los llamados «asentamientos», originados en invasiones organizadas de tierras", señala el informe.
"En las villas de la Capital, el problema que existe es una puja de intereses por la tierra. Allí, los terrenos son muy caros justamente por estar dentro de un espacio urbano dominante. En cambio, en la provincia, los asentamientos son más espaciados y surgen en terrenos fiscales o tierras privadas que, generalmente, se inundan. Esto es utilizado por los propietarios de los terrenos para obtener un beneficio económico y demandan al Estado por las tierras ocupadas. De esta manera la usurpación se convierte en un gran negocio para todos", concluyó Fernández Wagner.
Por Jesús A. Cornejo
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