jueves, 4 de julio de 2013

INAUGURAN UN MONUMENTO A BORGES EN LA BIBLIOTECA NACIONAL

Una escultura hecha por Antonio Oriana y donada a la institución podrá verse por la calle Austria.
 
La Biblioteca Nacional homenajeó a Cortázar cuando la Plaza del Lector, en Agüero y Las Heras, cambió su nombre por Rayuela. Muy cerca, un mármol recuerda a Manuel Mujica Láinez por la creación de Misteriosa Buenos Aires, un busto celebra al poeta mexicano Alfonso Reyes y otro a Mariano Moreno, autor de la iniciativa de montar una biblioteca que, un bicentenario después, lleva su nombre. Así que ya era hora de que Jorge Luis Borges, su director durante 17 años y el gran escritor de las Letras argentinas, fuera debidamente reconocido. Por eso hoy, fecha en la que se cumplen 27 años de la muerte del autor de El Aleph, se inaugurará un monumento que visibiliza aún más su presencia allí.
Se trata de una figura que esculpió el artista Antonio Oriana, autor del monumento que se erigió a Benito Quinquela Martín en La Boca en 2010, y que la Fundación Industrias Culturales Argentinas donó a la Biblioteca. La escultura, detalló Oriana, “fue hecha con hierro, cemento, arena y caños plásticos” y tiene 1,6 metros de alto por 1,6 metros de ancho y 1,2 metros de profundidad. En la obra, que “mirará” a la calle Austria, en una de las zonas verdes que rodean a la Biblioteca, se ve a un Borges mayor, sentado en un banco de plaza, con algunos libros como compañía y con su emblemático bastón en la mano.
Oriana trabajó cinco meses, entre 8 y 9 horas por día, y el resultado fue un Borges de entre 800 y 900 kilos que, sostiene el artista, tanto Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, como María Kodama, viuda del escritor, vieron “con satisfacción”.
González y Kodama estarán en el acto que hoy a las 13 le correrá el velo a la escultura: “Había pequeñas imágenes, retratos, pero ninguna obra tenía las dimensiones que me parecían adecuadas para una expresión borgeana cabal”, sostuvo el director de la Biblioteca, y agregó que la inauguración “representa la reunión del símbolo edilicio de la Biblioteca Nacional –Borges trabajó en ella entre 1955 y 1973 cuando la institución tenía su sede en la calle México– con la figura de quien fue su máximo director y el máximo escritor de la lengua castellana del siglo XX”.
Walter Santoro, que dirige la fundación que realizó la donación, detalló que uno de los proyectos de esa organización es “el reconocimiento a aquellas personas que han contribuido en el desarrollo del país”. Por eso en 2010 empezaron por Quinquela, ahora siguen por Borges, y para 2014 tienen intenciones de homenajear a René Favaloro para continuar en 2016 por Victoria Ocampo, primera mujer de la lista. “Son gente que vale por lo que hace”, los definió Santoro, que adelantó a Clarín que Kodama recibirá una maqueta de la obra de Oriana como regalo.
Es la tercera vez que el artista trabaja en un retrato del autor de Historia universal de la infamia. En la década del 70, por gusto propio, se puso a trabajar en su primera cabeza borgeana, pero para salvar un busto de Perón –encargado tras su muerte– de una caída, empujó con su espalda la escultura del escritor. La supervivencia del General hizo trizas a Borges, como una metáfora de su vínculo. Hace algunos años, Oriana trabajó otra vez en una cabeza de Borges que donó al Museo Benito Quinquela Martín pero que recuperó luego de siete años de letargo en el depósito de la institución. Así que, con su obra ya emplazada en los alrededores de la Biblioteca, el artista no duda: “La tercera es la vencida”.
Horas antes del reconocimiento a una figura tan controvertida para el peronismo pero indiscutible en lo literario, González fue claro en sus intenciones: “Se trata de un homenaje literario, y no de un acto político. No invitamos a figuras políticas a granel sino sólo a autoridades del área de Cultura, porque quisimos que el evento, en lo posible, refleje el hecho de que Borges se halla por encima de cualquier debate partidario”
 
Fuente: Clarín

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