EN LA PRIMERA ENTREVISTA CON UN MEDIO ARGENTINO DESDE QUE ASUMIÓ LA PRESIDENCIA, EL EX GUERRILLERO JOSÉ “PEPE” MUJICA HABLA SIN RED.
- La mayoría de los presidentes de la región se parecen a sus pueblos. Un cocalero como Evo en Bolivia, un obrero de izquierda como Lula en Brasil, una abogada como Cristina en la Argentina y un chacarero ex tupamaro como usted en el Uruguay. ¿Cómo llegamos hasta acá?
- Creo que inapelablemente, la Historia progresa así. Me decía Lula la otra noche: cuando era dirigente Sindical tuve que vivir y aprendí que los sindicalistas que pedían siempre. Y hay algo de eso: yo pertenezco a una generación que quería cambiar el mundo, y ahora estamos peleando por cambiar un poco la vereda del lugar donde vivimos.¿Quiere decir que estar en el mundo no tiene sentido? Si, tiene, y mucho.
- Algún viejo sabio dijo que las revoluciones se hacían con sangre o con tiempo...
- Y yo creo que es así. Entonces, claro, se producen estos fenómenos, que tipos como nosotros, que representan a un lado muy contestatario de la sociedad, sigan gobernando, y con apoyo popular muy grande y hasta con un apoyo militante utópico, de gente que necesita creer en alguien, o en algo.
- Se lo pregunto a un ex guerrillero que llegó a presidente a través de las urnas. Antes, en los ’60 y ''''70, se idealizaba el fusil. ¿Cuál es el instrumento del cambio actual?
- Los fusiles nunca hicieron cambios revolucionarios pero siempre sirvieron para hacer contrarrevolución. Porque la cara conservadora se presenta con canto de fusil cuando tiene que intervenir y ponerle freno. De ahí que no se puede pensar en aparatos armados. Pero si los aparatos armados que construye la sociedad no respetan los cambios, los cambios están comprometidos. Porque la justicia social va a generar contradicciones severas en la sociedad, por la puja distributiva. Sí los aparatos militares profesionales que crea la sociedad no respetan esas tensiones, Se nos va la vida.
- ¿Usted cree que hay que seducir al capital y no combatirlo?
- Han pasado muchas cosas en el mundo. A la gente le gusta la igualdad. Si querés mantener la igualdad apretando de arriba hacia abajo, se te arma una bronca en tus propios cuadros. Y por lo menos, provisoriamente, soy de los que piensan que el socialismo requiere una sociedad rica, culta y con mucho conocimiento. NO por ser culta, rica y con conocimientos va a ir al socialismo pero, sin esas condiciones, los intentos del hombre terminan agotados, o por el lado de la burocracia o por el lado de la ineficiencia. El hombre es un animal antropológicamente socialista. La civilización fue la que construyó lo mío y lo tuyo. Durante el 90 de Su existencia sobre la tierra, el hombre vivió francamente Socialista, altamente gregario, del Neolítico para acá. El abuelo prehistórico está sentado ahí en nuestra memoria antropológica.
- El Socialismo Sería casi natural, entonces...
- Sí, es natural en el hombre. Nos mató la mercadería y el intercambio. Tenemos esa contradicción. La lucha del Socialismo es volver al disco duro, en el fondo.
Tenemos que hacer todo un remonte donde solamente el conocimiento y la cultura nos pueden ayudar. Y hoy estamos en un vacío teórico, porque hicimos una cantidad de experimentos muy racionalistas pero excesivamente sociológicos y nada antropológicos.
- Usted dice que la generosidad es innata, ¿el egoísmo no lo es?
- Sí, lo es. Y tiene un límite, asociado con preservar la vida, que es una ley fuerte. El egoísmo tiene un nudo: preservar la vida. Y la solidaridad, que no es lo mismo que el altruismo, tiene que ver con el mantener la especie. El individuo solo, no sobrevive.
- En la cosmovisión izquierdista clásica, muy en boga en los ''''60 y ’70, los Estados Unidos representaba un gigante a derrotar. Visto desde el 2010, ¿qué es hoy?
- A los Estados Unidos tenemos que ayudarlo a ver que está en retirada, que debe administrar la retirada. Empezó a perder, tiene que darse cuenta de que hay otros, ya no es el patrón absoluto.
- ¿Obama es la cara de un imperio en retirada?
- Tiene una resistencia feroz desde adentro. Obama representa una necesidad histórica de los Estados Unidos: Adaptarse a ser alguien importante, pero entre otros importantes. Es toda una crisis para la sociedad norteamericana esto. Porque produce licencias, la aparente falta de poder en el mundo. ¿Cómo explicarse lo que está haciendo Lula con Teherán? Porque los chinos no hacen lo que deberían estar haciendo. Porque hay un vacío, que lo puede ocupar Lula. Alguien le debe decir a los Estados Unidos: ‘?Loco, ¿qué querés? ¿Otro Irak? Ojo, porque este será más costoso y desastroso que el otro. Y le tiene que decir a Teherán: ??Pará, no j odas con ese discurso incendiario. No podés desconocer el Holocausto. Bajá la pelota a tierra.”
- ¿UnaSur es la nueva OEA, pero sin el poder de veto de los Estados Unidos?
- No sé qué va a Ser la Unasur todavía. Por algo tenemos nuestro origen hispano profundamente castellano somos especialistas en obedecer sin cumplir, entonces inventamos organismos a troche y moche y no funcionan. Hasta dónde llega Unasur, no sé. Tienen un punto clave: Brasil. Si empezamos por entender que Brasil juega un partido con su hegemonía real, dió Alemania, después de dos guerras, claro... Pero si Brasil se mantiene un poco al margen, poco comprometido, no sirve para nada...
- Los dos diarios más importantes de la Argentina publicaron que usted iba a vetar o votar en contra de la candidatura de Néstor Kirchner a la Unasur. Fue una sorpresa ver que finalmente apoyó el consenso general. ¿Nos informaron mal?
- Nosotros íbamos con una posición de no votar a nadie, pero al mismo tiempo íbamos con la posición de no obstruir. En realidad no hubo votación, nosotros no podíamos votar aquí a Kirchner porque una parte importante de la sociedad uruguaya no loiba a entender, pero a esa altura me parecía que no debíamos obstruir porque si el conjunto de presidentes de América Latina decidía que fuera, es un acto medio grosero para un paisito de 3 millones de habitantes como Uruguay decirle al Conjunto de la Sociedad de América Latina que nosotros no queríamos.
- Y Su corazón, ¿qué le decía?
- Mi corazón dice que todo esta kafkiano, que el de Botnia es un conflicto al pedo. Todo esto se desmadró y chau. Se desmadró y tiene vida propia y va más allá de 10 racional. Hasta cuándo Seguimos con esto? Andar bien con los vecinos es el principio.
Es muy poco inteligente aquel que crea que tiene que llevarse a los vecinos por delante, sobre todo cuando se es más chico. Llevamos 5 años y se amontonaron problemas en la agenda, que vistos en su conjunto son más importantes que el puente (Gualeguaychú—Fray Bentos): el gas de Bolivia, la navegación por el río, la profundización del canal Martín García, las trabas en el comercio.
Ninguna de ellas es tan espectacular como el puente. Pero vivimos en 200 años sin puente. Podemos vivir otros 200 así.
- La relación Tabaré-Kirchner estuvo signada por la frialdad. ¿Qué podríamos decir de la relación entre usted y Cristina?
- Néstor no tiene una proverbial simpatía, lo habré visto dos o tres veces. Pero la relación con Cristina es muy cordial, muy allanada, muy sin pose de presidente, ni nada por el estilo, todo lo contrario.
- ¿Usted cree que el kirchnerismo sigue después del 2011?
- Bajando a tierra, en el dibujo político, si le pregunto a los más racionales analistas políticos argentinos, más o menos la respuesta que me van a dar del futuro de la Argentina es que el justicialismo, este justicialismo que está en el gobierno, tiene grandes posibilidades de perpetuarse en la próxima administración, y si no se perpetúa, el que venga va a tener que negociar, y muy fuerte, con este justicialismo. No me inmiscuyo. Pero yo tengo que tratar de arreglar el fato con esta barra. Tenemos que administrar el río, que no se pudra la naturaleza, y darle paso a la vida, entonces la decisión que tomo, la tomo en ese marco. Y hay una parte muy grande de mi pueblo, que yo tengo que respetar, que no me puede entender. Pero como gobernante tengo la obligación de pensar en pasado mañana. NO le vamos a meter pechera a un país como la Argentina.
- ¿Va a hablar con los asambleístas de Gualeguaychú?
- Yo me reuní una vuelta, en casa de un amigo común, con cuatro o cinco asambleístas, pero antes de ser presidente. Me transmitieron su visión, no muy homogénea tampoco, y yo los respeto mucho, de mí no van a esperar agresión. En el fondo hay algo que siempre he reconocido: menos mal que los movimientos ecologistas existen y han llamado la atención sobre problemas que son muy importantes. El problema que tienen es que suelen evolucionar hacia un fundamentalismo en el que, en el fondo, ni ellos mismos creen, porque nadie vive de ello asumiendo las consecuencias que tiene el fundamentalismo que ellos mismos pregonan.
-Lo cambio de tema. En la Argentina no cayó bien que usted dijera que no quería ver a los ex represores, ya ancianos, en prisión.
- Deben entender que filosóficamente no creo en la justicia. Los hombres no podemos ser justos, somos parte. Admiro la labor de los jueces, tomando decisiones a veces por encima de su humanidad. Pero no me gustan los presos viejos, no me gusta la venganza. Me preocupa el futuro. Por lo menos en el Uruguay, tenemos fuerzas armadas endógenas: familias enteras de militares. Cuando yo tengo un viejo de estos presos, este viejo es un cascajo más, pero no me quiero divorciar del sistema planetario que lo rodea. Tengo que tratar de pasar para el otro cuadro a ese sistema planetario, y no le quiero regalar a la derecha el Valle de los Caidos, porque las posiciones fascitoides son débiles ideológicamente y necesitan fortaleza mitológica. No me gusta regalarle mitos. Mi partido es de ajedrez.
- Si no existe la justicia, tampoco existe la injusticia. Sin embargo, del otro lado de estos viejos represores y sus familias hay víctimas, que también tienen familias, hijos, nietos y quizá la única reparación que haya sea la justicia, la que hay.
- No creo que el hombre pueda ser neutral, ni objetivo. Me revienta la vieja esa con la balanza. La balanza siempre se inclina. La justicia está llena de convencionalismos sociales, pero es imprescindible, y yo tengo que respetar sus decisiones. Comprendo que haya gente que la reclame. Pero con los viejos, será por mis atavismos de expreso, y no sólo por los militares, hablo de cualquiera, no me gusta verlos presos.
- ¿Por qué un tumaparo como usted puede ser presidente y Firmenich vive exiliado en Barcelona?
- Nosotros no estamos donde estamos porque guerrilleros. Cuando salimos de la
cana, al otro día estábamos haciendo asambleas. Decidimos arnos en la sociedad. Inventamos las mateadas en una esquina y seguimos y seguimos hasta hoy. Tampoco nos arrepentimos de lo hecho, fueron otros momentos históricos.
- La última: ¿Qué sabe sobre la radicación de Techint en Uruguay?
- Techint instaló su oficina administrativa en Uruguay, con unos 100 empleados, pero no su planta industrial. En simultáneo, hay una empresa de origen hindú, con un proyecto marítimo, pero para exportar mineral de hierro de Uruguay, que se descubrió que es muchísimo. Creo que son dos cosas por separado. Al menos, vienen por separado. Eso es todo lo que hay.
Por Roberto Caballero
ARREGLEN SUS DIMES Y DIRETES
El presidente de Uruguay, José Mujica, el único jefe de Estado en la reinauguración del Teatro Colón, ocupó el palco presidencial a la derecha de Mauricio Macri. Aconsejó al oído al jefe de gobierno porteño y le transmitió su experiencia.
Después contó: Mi papá, que era un obrero que ganaba 80 pesos por mes, apartaba 6 para tomarse el Vapor de la Carrera y venir acá a ver la ópera. Aunque este lugar fue una vidriera de sectores aristocráticos o acomodados, no es menos cierto que este pueblo es hijo de inmigrantes italianos que gustaban de la ópera y del arte. Sé que hay líos políticos, pero sus dimes y diretes arréglenlos como puedan, hermanos argentinos. Antes había paseado por el esquina de Aníbal Troilo, donde se sacó fotos con la gente que lo rodeaba. Mujica se enorgulleció de que Buenos Aires sea la segunda ciudad con más uruguayos después de Montevideo.
- La mayoría de los presidentes de la región se parecen a sus pueblos. Un cocalero como Evo en Bolivia, un obrero de izquierda como Lula en Brasil, una abogada como Cristina en la Argentina y un chacarero ex tupamaro como usted en el Uruguay. ¿Cómo llegamos hasta acá?
- Creo que inapelablemente, la Historia progresa así. Me decía Lula la otra noche: cuando era dirigente Sindical tuve que vivir y aprendí que los sindicalistas que pedían siempre. Y hay algo de eso: yo pertenezco a una generación que quería cambiar el mundo, y ahora estamos peleando por cambiar un poco la vereda del lugar donde vivimos.¿Quiere decir que estar en el mundo no tiene sentido? Si, tiene, y mucho.
- Algún viejo sabio dijo que las revoluciones se hacían con sangre o con tiempo...
- Y yo creo que es así. Entonces, claro, se producen estos fenómenos, que tipos como nosotros, que representan a un lado muy contestatario de la sociedad, sigan gobernando, y con apoyo popular muy grande y hasta con un apoyo militante utópico, de gente que necesita creer en alguien, o en algo.
- Se lo pregunto a un ex guerrillero que llegó a presidente a través de las urnas. Antes, en los ’60 y ''''70, se idealizaba el fusil. ¿Cuál es el instrumento del cambio actual?
- Los fusiles nunca hicieron cambios revolucionarios pero siempre sirvieron para hacer contrarrevolución. Porque la cara conservadora se presenta con canto de fusil cuando tiene que intervenir y ponerle freno. De ahí que no se puede pensar en aparatos armados. Pero si los aparatos armados que construye la sociedad no respetan los cambios, los cambios están comprometidos. Porque la justicia social va a generar contradicciones severas en la sociedad, por la puja distributiva. Sí los aparatos militares profesionales que crea la sociedad no respetan esas tensiones, Se nos va la vida.
- ¿Usted cree que hay que seducir al capital y no combatirlo?
- Han pasado muchas cosas en el mundo. A la gente le gusta la igualdad. Si querés mantener la igualdad apretando de arriba hacia abajo, se te arma una bronca en tus propios cuadros. Y por lo menos, provisoriamente, soy de los que piensan que el socialismo requiere una sociedad rica, culta y con mucho conocimiento. NO por ser culta, rica y con conocimientos va a ir al socialismo pero, sin esas condiciones, los intentos del hombre terminan agotados, o por el lado de la burocracia o por el lado de la ineficiencia. El hombre es un animal antropológicamente socialista. La civilización fue la que construyó lo mío y lo tuyo. Durante el 90 de Su existencia sobre la tierra, el hombre vivió francamente Socialista, altamente gregario, del Neolítico para acá. El abuelo prehistórico está sentado ahí en nuestra memoria antropológica.
- El Socialismo Sería casi natural, entonces...
- Sí, es natural en el hombre. Nos mató la mercadería y el intercambio. Tenemos esa contradicción. La lucha del Socialismo es volver al disco duro, en el fondo.
Tenemos que hacer todo un remonte donde solamente el conocimiento y la cultura nos pueden ayudar. Y hoy estamos en un vacío teórico, porque hicimos una cantidad de experimentos muy racionalistas pero excesivamente sociológicos y nada antropológicos.
- Usted dice que la generosidad es innata, ¿el egoísmo no lo es?
- Sí, lo es. Y tiene un límite, asociado con preservar la vida, que es una ley fuerte. El egoísmo tiene un nudo: preservar la vida. Y la solidaridad, que no es lo mismo que el altruismo, tiene que ver con el mantener la especie. El individuo solo, no sobrevive.
- En la cosmovisión izquierdista clásica, muy en boga en los ''''60 y ’70, los Estados Unidos representaba un gigante a derrotar. Visto desde el 2010, ¿qué es hoy?
- A los Estados Unidos tenemos que ayudarlo a ver que está en retirada, que debe administrar la retirada. Empezó a perder, tiene que darse cuenta de que hay otros, ya no es el patrón absoluto.
- ¿Obama es la cara de un imperio en retirada?
- Tiene una resistencia feroz desde adentro. Obama representa una necesidad histórica de los Estados Unidos: Adaptarse a ser alguien importante, pero entre otros importantes. Es toda una crisis para la sociedad norteamericana esto. Porque produce licencias, la aparente falta de poder en el mundo. ¿Cómo explicarse lo que está haciendo Lula con Teherán? Porque los chinos no hacen lo que deberían estar haciendo. Porque hay un vacío, que lo puede ocupar Lula. Alguien le debe decir a los Estados Unidos: ‘?Loco, ¿qué querés? ¿Otro Irak? Ojo, porque este será más costoso y desastroso que el otro. Y le tiene que decir a Teherán: ??Pará, no j odas con ese discurso incendiario. No podés desconocer el Holocausto. Bajá la pelota a tierra.”
- ¿UnaSur es la nueva OEA, pero sin el poder de veto de los Estados Unidos?
- No sé qué va a Ser la Unasur todavía. Por algo tenemos nuestro origen hispano profundamente castellano somos especialistas en obedecer sin cumplir, entonces inventamos organismos a troche y moche y no funcionan. Hasta dónde llega Unasur, no sé. Tienen un punto clave: Brasil. Si empezamos por entender que Brasil juega un partido con su hegemonía real, dió Alemania, después de dos guerras, claro... Pero si Brasil se mantiene un poco al margen, poco comprometido, no sirve para nada...
- Los dos diarios más importantes de la Argentina publicaron que usted iba a vetar o votar en contra de la candidatura de Néstor Kirchner a la Unasur. Fue una sorpresa ver que finalmente apoyó el consenso general. ¿Nos informaron mal?
- Nosotros íbamos con una posición de no votar a nadie, pero al mismo tiempo íbamos con la posición de no obstruir. En realidad no hubo votación, nosotros no podíamos votar aquí a Kirchner porque una parte importante de la sociedad uruguaya no loiba a entender, pero a esa altura me parecía que no debíamos obstruir porque si el conjunto de presidentes de América Latina decidía que fuera, es un acto medio grosero para un paisito de 3 millones de habitantes como Uruguay decirle al Conjunto de la Sociedad de América Latina que nosotros no queríamos.
- Y Su corazón, ¿qué le decía?
- Mi corazón dice que todo esta kafkiano, que el de Botnia es un conflicto al pedo. Todo esto se desmadró y chau. Se desmadró y tiene vida propia y va más allá de 10 racional. Hasta cuándo Seguimos con esto? Andar bien con los vecinos es el principio.
Es muy poco inteligente aquel que crea que tiene que llevarse a los vecinos por delante, sobre todo cuando se es más chico. Llevamos 5 años y se amontonaron problemas en la agenda, que vistos en su conjunto son más importantes que el puente (Gualeguaychú—Fray Bentos): el gas de Bolivia, la navegación por el río, la profundización del canal Martín García, las trabas en el comercio.
Ninguna de ellas es tan espectacular como el puente. Pero vivimos en 200 años sin puente. Podemos vivir otros 200 así.
- La relación Tabaré-Kirchner estuvo signada por la frialdad. ¿Qué podríamos decir de la relación entre usted y Cristina?
- Néstor no tiene una proverbial simpatía, lo habré visto dos o tres veces. Pero la relación con Cristina es muy cordial, muy allanada, muy sin pose de presidente, ni nada por el estilo, todo lo contrario.
- ¿Usted cree que el kirchnerismo sigue después del 2011?
- Bajando a tierra, en el dibujo político, si le pregunto a los más racionales analistas políticos argentinos, más o menos la respuesta que me van a dar del futuro de la Argentina es que el justicialismo, este justicialismo que está en el gobierno, tiene grandes posibilidades de perpetuarse en la próxima administración, y si no se perpetúa, el que venga va a tener que negociar, y muy fuerte, con este justicialismo. No me inmiscuyo. Pero yo tengo que tratar de arreglar el fato con esta barra. Tenemos que administrar el río, que no se pudra la naturaleza, y darle paso a la vida, entonces la decisión que tomo, la tomo en ese marco. Y hay una parte muy grande de mi pueblo, que yo tengo que respetar, que no me puede entender. Pero como gobernante tengo la obligación de pensar en pasado mañana. NO le vamos a meter pechera a un país como la Argentina.
- ¿Va a hablar con los asambleístas de Gualeguaychú?
- Yo me reuní una vuelta, en casa de un amigo común, con cuatro o cinco asambleístas, pero antes de ser presidente. Me transmitieron su visión, no muy homogénea tampoco, y yo los respeto mucho, de mí no van a esperar agresión. En el fondo hay algo que siempre he reconocido: menos mal que los movimientos ecologistas existen y han llamado la atención sobre problemas que son muy importantes. El problema que tienen es que suelen evolucionar hacia un fundamentalismo en el que, en el fondo, ni ellos mismos creen, porque nadie vive de ello asumiendo las consecuencias que tiene el fundamentalismo que ellos mismos pregonan.
-Lo cambio de tema. En la Argentina no cayó bien que usted dijera que no quería ver a los ex represores, ya ancianos, en prisión.
- Deben entender que filosóficamente no creo en la justicia. Los hombres no podemos ser justos, somos parte. Admiro la labor de los jueces, tomando decisiones a veces por encima de su humanidad. Pero no me gustan los presos viejos, no me gusta la venganza. Me preocupa el futuro. Por lo menos en el Uruguay, tenemos fuerzas armadas endógenas: familias enteras de militares. Cuando yo tengo un viejo de estos presos, este viejo es un cascajo más, pero no me quiero divorciar del sistema planetario que lo rodea. Tengo que tratar de pasar para el otro cuadro a ese sistema planetario, y no le quiero regalar a la derecha el Valle de los Caidos, porque las posiciones fascitoides son débiles ideológicamente y necesitan fortaleza mitológica. No me gusta regalarle mitos. Mi partido es de ajedrez.
- Si no existe la justicia, tampoco existe la injusticia. Sin embargo, del otro lado de estos viejos represores y sus familias hay víctimas, que también tienen familias, hijos, nietos y quizá la única reparación que haya sea la justicia, la que hay.
- No creo que el hombre pueda ser neutral, ni objetivo. Me revienta la vieja esa con la balanza. La balanza siempre se inclina. La justicia está llena de convencionalismos sociales, pero es imprescindible, y yo tengo que respetar sus decisiones. Comprendo que haya gente que la reclame. Pero con los viejos, será por mis atavismos de expreso, y no sólo por los militares, hablo de cualquiera, no me gusta verlos presos.
- ¿Por qué un tumaparo como usted puede ser presidente y Firmenich vive exiliado en Barcelona?
- Nosotros no estamos donde estamos porque guerrilleros. Cuando salimos de la
cana, al otro día estábamos haciendo asambleas. Decidimos arnos en la sociedad. Inventamos las mateadas en una esquina y seguimos y seguimos hasta hoy. Tampoco nos arrepentimos de lo hecho, fueron otros momentos históricos.
- La última: ¿Qué sabe sobre la radicación de Techint en Uruguay?
- Techint instaló su oficina administrativa en Uruguay, con unos 100 empleados, pero no su planta industrial. En simultáneo, hay una empresa de origen hindú, con un proyecto marítimo, pero para exportar mineral de hierro de Uruguay, que se descubrió que es muchísimo. Creo que son dos cosas por separado. Al menos, vienen por separado. Eso es todo lo que hay.
Por Roberto Caballero
ARREGLEN SUS DIMES Y DIRETES
El presidente de Uruguay, José Mujica, el único jefe de Estado en la reinauguración del Teatro Colón, ocupó el palco presidencial a la derecha de Mauricio Macri. Aconsejó al oído al jefe de gobierno porteño y le transmitió su experiencia.
Después contó: Mi papá, que era un obrero que ganaba 80 pesos por mes, apartaba 6 para tomarse el Vapor de la Carrera y venir acá a ver la ópera. Aunque este lugar fue una vidriera de sectores aristocráticos o acomodados, no es menos cierto que este pueblo es hijo de inmigrantes italianos que gustaban de la ópera y del arte. Sé que hay líos políticos, pero sus dimes y diretes arréglenlos como puedan, hermanos argentinos. Antes había paseado por el esquina de Aníbal Troilo, donde se sacó fotos con la gente que lo rodeaba. Mujica se enorgulleció de que Buenos Aires sea la segunda ciudad con más uruguayos después de Montevideo.
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