Pueblos originarios reclaman un Estado plurinacional.
Esta Marcha Nacional de los Pueblos Originarios surge con el espíritu de reivindicar la lucha que iniciaron los hermanos kolla, de Jujuy, que protagonizaron el “Malón de la Paz” en 1946 por las rutas de la patria argentina. Esta experiencia tuvo un final trágico: terminaron alojados en vagones sellados, devueltos en trenes a sus territorios de origen, sin respuesta a las demandas de reconocimiento de sus tierras usurpadas por los grandes ingenios, como por ejemplo el de Patrón Costas.
Partimos desde Neuquén, donde hicimos un acto en el monumento al General San Martín, que es un lugar emblemático para todos los que reclamamos por nuestros derechos. Las comunidades indígenas salimos en caravana junto con a la Organización Barrial Tupac Amaru. Se hizo una parada en General Roca, en Huergo, Bahía Blanca y Mar del Plata. Finalmente, el jueves 20 de mayo, nos juntamos con las otras columnas que vinieron de todo el país y recalar en Plaza de Mayo.
Partimos desde Neuquén, donde hicimos un acto en el monumento al General San Martín, que es un lugar emblemático para todos los que reclamamos por nuestros derechos. Las comunidades indígenas salimos en caravana junto con a la Organización Barrial Tupac Amaru. Se hizo una parada en General Roca, en Huergo, Bahía Blanca y Mar del Plata. Finalmente, el jueves 20 de mayo, nos juntamos con las otras columnas que vinieron de todo el país y recalar en Plaza de Mayo.
Con el advenimiento del Bicentenario, pensamos qué festejar y aportar. Vimos la necesidad de poner en evidencia la existencia de los 24 pueblos originarios que vivimos en el país. Los derechos que tenemos no solamente están en el imaginario de nuestras luchas, sino consagrados a nivel constitucional. Están en la letra de las leyes, guardadas en el Congreso y en las legislaturas provinciales, pero no llegan a aplicarse, como la ley 26.160 de 2006 que ordena paralizar los desalojos contra las comunidades indígenas y que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas pueda relevar catastralmente las tierras indígenas. Esta ley ponía un plazo de cuatro años, vence el 6 de noviembre de este año. A la fecha no se relevó nada en ninguna de las más de 2.600 comunidades indígenas. Y los desalojos no se paralizaron, de hecho se agravaron. En Tucumán, nuestro hermano diaguita Javier Chocobar fue asesinado por los terratenientes cuando se iniciaba la conversación por el ordenamiento territorial. Hoy, el Estado privilegia a ricos y famosos en vez de defender a las comunidades indígenas. Es así como nos surge la idea de iniciar la gran marcha por el verdadero Estado plurinacional. Una de las propuestas que hacemos como pueblos originarios es que las instituciones democráticas reconozcan que la Argentina es un Estado plurinacional. Exigimos nuevas políticas públicas que incluyan el derecho indígena. La recuperación de nuestra identidad es una condición para generar avances legislativos, como el reconocimiento de nuestra preexistencia y los derechos consagrados en la Constitución de 1994. El marco legal existente es producto de la lucha de décadas, de la permanente persistencia de los pueblos indígenas. Planteamos es que esto se ponga en práctica. Queremos construir con las organizaciones sociales y ver cómo empezamos a pensar entre pueblos indígenas y todos los argentinos qué tipo de país queremos y cómo contribuimos a cambiar la mentalidad: que las diferencias culturales sean una herramienta para el diálogo intercultural.
*Werken (autoridad) de la Confederación Mapuche de Neuquén
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