El caso de los monjes degollados por fundamentalistas en 1996 es recreado en una película que acaba de ser premiada en el Festival de Cannes.
Jesús María Silveyra
El jurado del 63° Festival de Cine de Cannes 2010, acaba de otorgar el segundo premio (Grand Prix) a la película "Des hommes y des dieux" (Hombres y dioses) de Xavier Beauvois, que trata sobre los últimos años de vida de un grupo de monjes trapenses del monasterio Nuestra Señora de Atlas, en Thibirine, Argelia; siete de los cuales fueron degollados en 1996 por miembros del grupo fundamentalista islámico GIA.
Además, el film ha sido galardonado con un premio ecuménico que distingue las películas que resaltan los valores sociales y solidarios por "la profunda humanidad de los monjes, su respeto por el Islam y su generosidad con sus vecinos".
Este grupo de monjes, pese a las continuas amenazas de los grupos radicalizados que habían amenazado con matar a todos los extranjeros en Argelia, decidieron por libre elección, ante la opción de irse ofrecida por Dom Christian de Chergé (prior del monasterio), permanecer en el lugar junto a los hermanos musulmanes que vivían en los alrededores, muchos de los cuales compartían el trabajo y el diálogo interreligioso con ellos. El 26 de marzo de 1996, un comando del GIA entró en el monasterio y secuestró a siete monjes franceses (otros dos se salvaron milagrosamente porque no los descubrieron). Dos meses después, dieron un comunicado anunciando que los habían degollado. El 30 de mayo fueron encontrados sus cuerpos.
En aquél fatídico año, escuché la crónica del asesinato del por entonces Abad General de
Lo que más me llamó la atención y que también se destaca en la película premiada fue la elección de permanecer en el lugar, aun a riesgo de perder la propia vida (tres años antes ya habían sido "visitados" por el GIA). Premonición que Christian de Chergé dejó plasmada en una carta, conocida hoy en todo el mundo como su "testamento espiritual", escrita en 1993, donde entre otras cosas decía: "Si me sucediera un día –y ese día podría ser hoy- ser víctima del terrorismo que parece querer abarcar en este momento a todos los extranjeros que viven en Argelia, yo quisiera que mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recuerden que mi vida estaba ENTREGADA a Dios y a este país … Desearía, llegado el momento, tener ese instante de lucidez que me permita pedir el perdón de Dios y el de mis hermanos los hombres, y perdonar, al mismo tiempo, de todo corazón, a quien me hubiera herido … Mi muerte, evidentemente, parecerá dar la razón a los que me han tratado, a la ligera, de ingenuo o de idealista: ¡que diga ahora lo que piensa de esto! Pero estos tienen que saber que por fin será liberada mi más punzante curiosidad. Entonces podré, si Dios así lo quiere, hundir mi mirada en la del Padre para contemplar con El a sus hijos del Islam, tal como El los ve, enteramente iluminados por la gloria de Cristo, frutos de Su Pasión, inundados por el Don del Espíritu, cuyo gozo secreto será siempre, el de establecer la comunión y restablecer la semejanza, jugando con las diferencias".
Nota de
No hay comentarios:
Publicar un comentario