Entrevista a Palo Pandolfo. Desde que surgió a mediados de los años ochenta, este trovador se destacó por su poesía y estilo.
Por Diego Gez.
Si un nuevo año trae consigo una recarga de optimismo y energía, siempre junto a la recarga de nuevos proyectos, entonces los días del protagonista de esta nota se inscriben en ese contexto, el que siempre hace foco en todo lo que vendrá.
A esta altura, como uno de los trovadores más longevos de nuestra escena, Palo Pandolfo habla de su futuro con un entusiasmo blindado. En el desarrollo se mezclan su vuelta a una sala porteña, el lanzamiento de nuevo disco grabado con flamante banda, su vinculación con la escena local y sus amigos, todo en un desgranar discursivo que siempre invita a escucharlo.
Así lo cuenta: "La posibilidad de hacer un show en una sala como Siranush surgió por medio de un ofrecimiento concreto", dice mientras recuerda los orígenes de esta nueva fecha. "Cuando conocí el lugar me pareció un chiche, y en ese mismo momento decidí hacer un show acústico, como si fuese la calma que precede a la tormenta. Esa situación tiene que ver con la salida de un próximo disco mío (ver recuadro) con La Hermandad."
Enseguida da más pautas, donde su costado letrístico enseguida le marca un norte. "Pero también voy a experimentar un poco, porque voy a leer algunas cosas que ya seleccioné de textos que vengo escribiendo, son herramientas que no tiene melodía ni armonía. Son textos encolumnados para leer un poco, para hacer un click yo mismo y para ver qué pasa. Pero también voy a volcarme a realizar un set solo, y La Hermandad también subirá al escenario pero a nivel acústico, aunque con algunas guitarras eléctricas y una pequeña batería. Será un show más mesurado, al que yo llamo electroacústico y al mismo tiempo es algo que se sale del libreto, algo distinto a lo que veníamos haciendo el año pasado porque nos acomodamos a la sala para hacer algo acorde", aclara.
Pero si a Palo se lo conoce por sus canciones, también se lo identifica con el armando y desarmado de sus proyectos, siempre en pos de colmar nuevas necesidades. Por eso da cuenta de los orígenes de La Hermandad, algo que no muchos conocen. "A principios de 2011 fue finalizando el proceso de Ritual Criollo, la anterior banda con la que giramos y grabamos en 2008, que en total fueron unos cuatro años de hacer canciones. El disco que hicimos en esa época tiene temas de guitarras solas y voz, con temas como 'Qué lindas que son las nenas', 'Siete vidas' o 'El oficio del cantor', todas con guitarras acústicas, situaciones que me permitieron trabajar como nunca, inclusive estando muchas veces yo solo con la guitarra arriba de un escenario. Ese fue un disco concebido así: guitarras criollas y 'pa frenchi' (sic), aunque después de eso yo seguí componiendo en mi fuero privado, haciendo canciones que resultaron más marchosas y de ritmos binarios, hasta 4x4. Todo esto se puso más cuadrado, más duro, aunque también tendrá fusión. Había una necesidad de hacer algo más eléctrico, psicodélico, más rockero, con perdón de la palabra (risas).
–¿Necesitabas una nueva formación de músicos para encarar este proyecto?
–Exacto. Era una necesidad de todo lo que compuse. Tenía que ir hacia algo más salvaje, con vuelo sobre el rock.
–¿Y la poesía? ¿En qué momento surgió leer tus escritos en este show?
–Todo vino por una charla con una amiga programadora. Cuando fui por primera vez a Siranush y puede ver la sala, inmediatamente me surgió la idea. Son todos primeros impulsos, los que valen (risas). Más allá de eso, puedo hacer poesía porque el lugar tiene toda una mística, habrá una puesta de parte de la producción, en cuanto a la entrada, la iluminación, ambientación y la decoración, con velas, alfombras y cortinados. Por eso el show será como será, porque no tiene sentido hacer una explosión de hardcore (risas). Y como Ritual Criollo fue así, acústico, y nosotros con La Hermandad el año pasado hicimos en el Senado de la Nación el primer recital de música popular ofrecido en ese espacio, y ahora queremos repetir esa instancia para salirnos de nuevo del libreto. Digamos que fue como otro nacimiento ese show, aunque bajo un formato que veníamos cultivando. Si bien no es a lo que apuntamos, el acústico de La Hermandad va para adelante.
–¿Sentís que las letras de las poesías pueden ser parte de un disco, o están bien en ese contexto?
–Diría que yo tengo un resto de material. Son muchos textos encolumnados, prosa poética o ensayística si querés, cosas que guardo celosamente desde hace años y años. Digamos que tengo una obra literaria escrita (risas) pero que no la publico porque no me interesa demasiado. La tengo ahí para que la posteridad la juzgue o algún día alguien quiera editarla. Son experiencias poéticas, diarios poéticos.
Si la curiosidad tiene como propiedad llevarnos hacia lo nuevo, es el propio Palo el que le pone un cordial stop sobre su nuevo disco. Cuando se le pregunta si el material tiene nombre, rápido dice que sí, que está terminado desde septiembre, pero que por el momento no quiere revelar cómo se llamará el álbum. "Para este disco me asocié con Goy Ogalde (ex Karamelo Santo) y Charlie Desidney. Una vez terminado comencé a mostrarlo a otros, por eso no quise privarme, en ese fragor, de abrir el juego para mostrar el master a diferentes compañías, porque eso no es malo. Y tampoco lo es asociarse con otros. Tengo la fuerza independiente para hacer discos pero no me cierro a otras alternativas. Soy dueño del disco y del máster, tengo libertad sobre mi obra, y así decidí mostrarlo a los medios discográficos en general. Por eso lo llevé a todos lados, así que puedo decirte que tengo un socio maravilloso para este nuevo material. «
A esta altura, como uno de los trovadores más longevos de nuestra escena, Palo Pandolfo habla de su futuro con un entusiasmo blindado. En el desarrollo se mezclan su vuelta a una sala porteña, el lanzamiento de nuevo disco grabado con flamante banda, su vinculación con la escena local y sus amigos, todo en un desgranar discursivo que siempre invita a escucharlo.
Así lo cuenta: "La posibilidad de hacer un show en una sala como Siranush surgió por medio de un ofrecimiento concreto", dice mientras recuerda los orígenes de esta nueva fecha. "Cuando conocí el lugar me pareció un chiche, y en ese mismo momento decidí hacer un show acústico, como si fuese la calma que precede a la tormenta. Esa situación tiene que ver con la salida de un próximo disco mío (ver recuadro) con La Hermandad."
Enseguida da más pautas, donde su costado letrístico enseguida le marca un norte. "Pero también voy a experimentar un poco, porque voy a leer algunas cosas que ya seleccioné de textos que vengo escribiendo, son herramientas que no tiene melodía ni armonía. Son textos encolumnados para leer un poco, para hacer un click yo mismo y para ver qué pasa. Pero también voy a volcarme a realizar un set solo, y La Hermandad también subirá al escenario pero a nivel acústico, aunque con algunas guitarras eléctricas y una pequeña batería. Será un show más mesurado, al que yo llamo electroacústico y al mismo tiempo es algo que se sale del libreto, algo distinto a lo que veníamos haciendo el año pasado porque nos acomodamos a la sala para hacer algo acorde", aclara.
Pero si a Palo se lo conoce por sus canciones, también se lo identifica con el armando y desarmado de sus proyectos, siempre en pos de colmar nuevas necesidades. Por eso da cuenta de los orígenes de La Hermandad, algo que no muchos conocen. "A principios de 2011 fue finalizando el proceso de Ritual Criollo, la anterior banda con la que giramos y grabamos en 2008, que en total fueron unos cuatro años de hacer canciones. El disco que hicimos en esa época tiene temas de guitarras solas y voz, con temas como 'Qué lindas que son las nenas', 'Siete vidas' o 'El oficio del cantor', todas con guitarras acústicas, situaciones que me permitieron trabajar como nunca, inclusive estando muchas veces yo solo con la guitarra arriba de un escenario. Ese fue un disco concebido así: guitarras criollas y 'pa frenchi' (sic), aunque después de eso yo seguí componiendo en mi fuero privado, haciendo canciones que resultaron más marchosas y de ritmos binarios, hasta 4x4. Todo esto se puso más cuadrado, más duro, aunque también tendrá fusión. Había una necesidad de hacer algo más eléctrico, psicodélico, más rockero, con perdón de la palabra (risas).
–¿Necesitabas una nueva formación de músicos para encarar este proyecto?
–Exacto. Era una necesidad de todo lo que compuse. Tenía que ir hacia algo más salvaje, con vuelo sobre el rock.
–¿Y la poesía? ¿En qué momento surgió leer tus escritos en este show?
–Todo vino por una charla con una amiga programadora. Cuando fui por primera vez a Siranush y puede ver la sala, inmediatamente me surgió la idea. Son todos primeros impulsos, los que valen (risas). Más allá de eso, puedo hacer poesía porque el lugar tiene toda una mística, habrá una puesta de parte de la producción, en cuanto a la entrada, la iluminación, ambientación y la decoración, con velas, alfombras y cortinados. Por eso el show será como será, porque no tiene sentido hacer una explosión de hardcore (risas). Y como Ritual Criollo fue así, acústico, y nosotros con La Hermandad el año pasado hicimos en el Senado de la Nación el primer recital de música popular ofrecido en ese espacio, y ahora queremos repetir esa instancia para salirnos de nuevo del libreto. Digamos que fue como otro nacimiento ese show, aunque bajo un formato que veníamos cultivando. Si bien no es a lo que apuntamos, el acústico de La Hermandad va para adelante.
–¿Sentís que las letras de las poesías pueden ser parte de un disco, o están bien en ese contexto?
–Diría que yo tengo un resto de material. Son muchos textos encolumnados, prosa poética o ensayística si querés, cosas que guardo celosamente desde hace años y años. Digamos que tengo una obra literaria escrita (risas) pero que no la publico porque no me interesa demasiado. La tengo ahí para que la posteridad la juzgue o algún día alguien quiera editarla. Son experiencias poéticas, diarios poéticos.
Si la curiosidad tiene como propiedad llevarnos hacia lo nuevo, es el propio Palo el que le pone un cordial stop sobre su nuevo disco. Cuando se le pregunta si el material tiene nombre, rápido dice que sí, que está terminado desde septiembre, pero que por el momento no quiere revelar cómo se llamará el álbum. "Para este disco me asocié con Goy Ogalde (ex Karamelo Santo) y Charlie Desidney. Una vez terminado comencé a mostrarlo a otros, por eso no quise privarme, en ese fragor, de abrir el juego para mostrar el master a diferentes compañías, porque eso no es malo. Y tampoco lo es asociarse con otros. Tengo la fuerza independiente para hacer discos pero no me cierro a otras alternativas. Soy dueño del disco y del máster, tengo libertad sobre mi obra, y así decidí mostrarlo a los medios discográficos en general. Por eso lo llevé a todos lados, así que puedo decirte que tengo un socio maravilloso para este nuevo material. «
Don cornelio, los años '80 y el post punk
En la Buenos Aires de mitad de los años '80, Don Cornelio y la Zona fue una de las bandas más celebradas en su momento.
Sin embargo, el sexteto donde Palo Pandolfo le daba voz a historias tan desgarradas como vívidas, nunca llegó a alcanzar audiencias masivas, aunque logró dejar registro de dos discos de estudio para luego separarse sin mucho ruido (Don Cornelio y La Zona, y Patria o muerte, aunque también salió un En vivo póstumo).
Hoy ese material es revalorizado por nuevas generaciones que observan en muchos de sus tracks los rasgos de una ciudad que enarbolaba al post punk como el camino a seguir. "El año pasado se cumplieron 25 años del primer disco de Cornelio", dice Pandolfo. "Varios medios se hicieron eco de esa fecha, señalando lo importante de todo aquello. ¿Mi opinión? No sé. Lo que a mí me sorprende es lo que pasa alrededor de esos discos, y todo eso me sorprende bien, valga la aclaración. Me enorgullece, me halaga", afirma.
En Don Cornelio también estaban Alejandro Varela, Claudio Fernández y Federico Gahzarossian, entre otros.
Sin embargo, el sexteto donde Palo Pandolfo le daba voz a historias tan desgarradas como vívidas, nunca llegó a alcanzar audiencias masivas, aunque logró dejar registro de dos discos de estudio para luego separarse sin mucho ruido (Don Cornelio y La Zona, y Patria o muerte, aunque también salió un En vivo póstumo).
Hoy ese material es revalorizado por nuevas generaciones que observan en muchos de sus tracks los rasgos de una ciudad que enarbolaba al post punk como el camino a seguir. "El año pasado se cumplieron 25 años del primer disco de Cornelio", dice Pandolfo. "Varios medios se hicieron eco de esa fecha, señalando lo importante de todo aquello. ¿Mi opinión? No sé. Lo que a mí me sorprende es lo que pasa alrededor de esos discos, y todo eso me sorprende bien, valga la aclaración. Me enorgullece, me halaga", afirma.
En Don Cornelio también estaban Alejandro Varela, Claudio Fernández y Federico Gahzarossian, entre otros.
Con Leo García
Un encuentro inesperado. El verano pasado fue testigo de una unión que pocos esperaban. Sobre las tablas del tanguero Centro Cultural Torquato Tasso, Leo García y Palo Pandolfo compartieron escenario para realizar un ciclo que se extendió en el tiempo por la excelente recepción del público. "Fue un ciclo bárbaro. Con Leo estamos en permanente contacto, haciendo cosas, grabando," dice Palo.
Después de eso, los rumores sobre un posible álbum en conjunto crecieron como un globo, lo que terminó motivando comentarios por parte de ambos artistas. "Hacer un disco se planteó desde un principio. A mí me toma un año hacer un álbum y a veces no se coincide, pero lo vamos a hacer. Primero tenemos que pasar este año, el de la serpiente y ver qué pasa. Si podemos combinar tiempos y espacios. se hace porque no olvidemos que también hay que componer al disco. Pero más allá de todo, lo importante no es si se hace el disco o no, lo importante es que tenemos una amistad y vamos para adelante. Sabemos que vamos en ese sentido artístico con Leo y vamos a generar cosas. Es un placer y una alegría estar con él porque yo aprendo mucho a su lado.
Después de eso, los rumores sobre un posible álbum en conjunto crecieron como un globo, lo que terminó motivando comentarios por parte de ambos artistas. "Hacer un disco se planteó desde un principio. A mí me toma un año hacer un álbum y a veces no se coincide, pero lo vamos a hacer. Primero tenemos que pasar este año, el de la serpiente y ver qué pasa. Si podemos combinar tiempos y espacios. se hace porque no olvidemos que también hay que componer al disco. Pero más allá de todo, lo importante no es si se hace el disco o no, lo importante es que tenemos una amistad y vamos para adelante. Sabemos que vamos en ese sentido artístico con Leo y vamos a generar cosas. Es un placer y una alegría estar con él porque yo aprendo mucho a su lado.
Algunas precisiones sobre el próximo disco
“Es una obra de rock eléctrico, de poder y salvajismo.” Así define Pandolfo al próximo disco de La Hermandad, esperado para abril de este año.
"El álbum está producido por Charlie Desidney junto a Goy Ogalde (ex Karamelo Santo). En una gira que hice con Goy en su camioneta, nos fuimos al Sur, a la Patagonia, con un par de músicos, hace unos años atrás. Pero si antes de eso teníamos buena onda, desde ese momento todo se hizo más fuerte. Así que después le dije de hacer un disco juntos, a lo que Goy me respondió: 'Tengo un socio artístico.' Ese socio era Charlie, que se encargó de montar el potro de la producción.
Ellos dos me recibieron en su estudio de La Boca, les mostré unos 30 temas, los grabamos, seleccionaron y me dieron su devolución. Juntos, nos pusimos de acuerdo con el repertorio y con Charlie comienzo a laburar el disco, con Goy como consultor permanente. Es una cosa bastante linda el disco porque está muy producido (risas). Juntos formamos un grupo de trabajo muy bueno, inclusive Charlie viene a los ensayos de La Hermandad a producir con la banda."
En lo que respecta al tren de los invitados, aclara que fueron "varios" pero solamente dos famosos, que mucho tienen que ver con el crecimiento de La Hermandad y su desarrollo vivo. "Uno de ellos es Leo García, con quien hicimos el año pasado un ciclo de siete fechas en Buenos Aires. Él grabó un tema llamado 'La misma suerte'. El otro es Boom Boom Kid, y a él lo invité a cantar 'La rebelde'", concluye.
"El álbum está producido por Charlie Desidney junto a Goy Ogalde (ex Karamelo Santo). En una gira que hice con Goy en su camioneta, nos fuimos al Sur, a la Patagonia, con un par de músicos, hace unos años atrás. Pero si antes de eso teníamos buena onda, desde ese momento todo se hizo más fuerte. Así que después le dije de hacer un disco juntos, a lo que Goy me respondió: 'Tengo un socio artístico.' Ese socio era Charlie, que se encargó de montar el potro de la producción.
Ellos dos me recibieron en su estudio de La Boca, les mostré unos 30 temas, los grabamos, seleccionaron y me dieron su devolución. Juntos, nos pusimos de acuerdo con el repertorio y con Charlie comienzo a laburar el disco, con Goy como consultor permanente. Es una cosa bastante linda el disco porque está muy producido (risas). Juntos formamos un grupo de trabajo muy bueno, inclusive Charlie viene a los ensayos de La Hermandad a producir con la banda."
En lo que respecta al tren de los invitados, aclara que fueron "varios" pero solamente dos famosos, que mucho tienen que ver con el crecimiento de La Hermandad y su desarrollo vivo. "Uno de ellos es Leo García, con quien hicimos el año pasado un ciclo de siete fechas en Buenos Aires. Él grabó un tema llamado 'La misma suerte'. El otro es Boom Boom Kid, y a él lo invité a cantar 'La rebelde'", concluye.
Fuente: Tiempo Argentino
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