Tres médicos, dos argentinos y un boliviano, recorren en moto Sudamérica y en cada país levantan las banderas exigiendo la libertad de los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos desde hace 14 años.
Por Felipe Deslarmes
El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina, el que las ordena y pule, yo, no soy yo, por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra Mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí”, así describía Ernesto Guevara su primer viaje en el libro Diarios de Motocicleta sobre la marcha que había empezado en diciembre de 1951. Aquella que compartió con su amigo Alberto Granado. Un libro a través del cual el lector puede acompañar el cambio que él desarrolla a medida que descubre las raíces de la identidad latinoamericana.
“El de Cuba es un proceso revolucionario basado en la solidaridad que propone otro tipo de lazos. Es un país donde suelen decir que ‘la Patria es la humanidad’ y comparten lo poco que tienen, en lugar de dar lo que les sobra”, señala a Miradas al Sur el doctor Darío Valenzuela, de 29 años, oriundo de Allen, Río Negro, Argentina.
En 2003, había obtenido una beca integral para jóvenes de escasos recursos destinada a formar médicos en Cuba; para que al regresar ejerciera la profesión desde un punto de vista más humano.
Pero Valenzuela es noticia esta semana por ser uno de los tres médicos (junto con el argentino Milco Figueroa y el boliviano Juan Tola) que vienen cruzando en moto el cono sur del continente, desde Venezuela, como regresando por el camino que marcara el Che en aquél libro.
Provenientes de Uruguay y camino a Neuquén, donde finalizará la travesía, pasaron una semana por Buenos Aires, adonde llegaron el viernes 18, luego de haber recorrido 19.000 Km.
Recibidos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en 2009, los tres prestan misión internacionalista desde que obtuvieron el título en el Batallón 51 “Migleidys Campos Guatache” y forman parte de la iniciativa Sembrando Caminos con los Cinco que exige justicia para los cinco héroes antiterroristas cubanos presos desde hace 14 años en cárceles norteamericanas.
Inspirados en el primer gran viaje del Che, iniciaron su largo camino el 17 de julio pasado, y en cada ciudad a la que arribaron desplegaban una serie de actividades en sindicatos, universidades, y en cada espacio que los recibiera, buscando el apoyo y brindando entrevistas en medios periodísticos para dar difusión del reclamo.
“Este viaje tiene que ver con modelos en pugna. En Cuba buscan que la medicina se vea como un acto de solidaridad y no como un negocio donde la salud es la mercancía. Así nos formaron y así esperan que sigamos su ejemplo. Tal vez, sumarnos a la lucha por la libertad de los 5 sea nuestra forma de agradecer y comprometernos con el prójimo, como hicieron los 5”, detalla Valenzuela.
También los doctores Laura Machín (uruguaya) y Nicolás Bravo (argentino) les brindan apoyo y asistencia. Todos rondan los 30 años.
Estos médicos, próximos a terminar su travesía, buscan que se difunda el reclamo de justicia del pueblo cubano y que finalmente el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que es el único con potestad legal para hacerlo, libere a los 5.
“El de Cuba es un proceso revolucionario basado en la solidaridad que propone otro tipo de lazos. Es un país donde suelen decir que ‘la Patria es la humanidad’ y comparten lo poco que tienen, en lugar de dar lo que les sobra”, señala a Miradas al Sur el doctor Darío Valenzuela, de 29 años, oriundo de Allen, Río Negro, Argentina.
En 2003, había obtenido una beca integral para jóvenes de escasos recursos destinada a formar médicos en Cuba; para que al regresar ejerciera la profesión desde un punto de vista más humano.
Pero Valenzuela es noticia esta semana por ser uno de los tres médicos (junto con el argentino Milco Figueroa y el boliviano Juan Tola) que vienen cruzando en moto el cono sur del continente, desde Venezuela, como regresando por el camino que marcara el Che en aquél libro.
Provenientes de Uruguay y camino a Neuquén, donde finalizará la travesía, pasaron una semana por Buenos Aires, adonde llegaron el viernes 18, luego de haber recorrido 19.000 Km.
Recibidos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en 2009, los tres prestan misión internacionalista desde que obtuvieron el título en el Batallón 51 “Migleidys Campos Guatache” y forman parte de la iniciativa Sembrando Caminos con los Cinco que exige justicia para los cinco héroes antiterroristas cubanos presos desde hace 14 años en cárceles norteamericanas.
Inspirados en el primer gran viaje del Che, iniciaron su largo camino el 17 de julio pasado, y en cada ciudad a la que arribaron desplegaban una serie de actividades en sindicatos, universidades, y en cada espacio que los recibiera, buscando el apoyo y brindando entrevistas en medios periodísticos para dar difusión del reclamo.
“Este viaje tiene que ver con modelos en pugna. En Cuba buscan que la medicina se vea como un acto de solidaridad y no como un negocio donde la salud es la mercancía. Así nos formaron y así esperan que sigamos su ejemplo. Tal vez, sumarnos a la lucha por la libertad de los 5 sea nuestra forma de agradecer y comprometernos con el prójimo, como hicieron los 5”, detalla Valenzuela.
También los doctores Laura Machín (uruguaya) y Nicolás Bravo (argentino) les brindan apoyo y asistencia. Todos rondan los 30 años.
Estos médicos, próximos a terminar su travesía, buscan que se difunda el reclamo de justicia del pueblo cubano y que finalmente el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que es el único con potestad legal para hacerlo, libere a los 5.
Quiénes son "Los 5". Sus nombres: Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González. Sus cargos: conspiración.
Según cuenta la cronología del caso, el 16 y 17 de junio de 1998 en un intercambio con el FBI, autoridades de la Seguridad del Estado cubano entregan un informe de 230 páginas sobre las actividades terroristas contra Cuba que incluía videocasetes y conversaciones emitidas por televisión. Los representantes del FBI, impresionados, piden dos semanas para dar respuesta. Tardarían un poco más. Y en la madrugada del 12 de septiembre siguiente, el FBI irrumpía a las patadas en algunas casas de Miami deteniendo a diez personas por investigaciones contra una supuesta red de espías. Serían llevados a la central de Miami, donde los cautivos recibirían promesas, presiones y chantajes. Ante la negativa, cinco fueron dirigidos a celdas de castigo llamadas “hueco”, totalmente aislados, por 17 meses. Sólo pasado ese tiempo, su caso fue tenido en cuenta por un tribunal. De los cinco, dos son ciudadanos norteamericanos. Desde entonces, se les impuso una asesoría legal de oficio, se les niegan y demoran permanentemente las visas a sus familiares para que pudieran verlos (incluso a sus esposas e hijos) y se los ha llevado a distintas prisiones, bien separadas. Ningún documento clasificado que se les hubiera podido incautar pudo demostrar espionaje alguno.
Valenzuela recordó recientemente en una conferencia de prensa en la CTA, que en Estados Unidos existen grupos mafiosos, de la ultraderecha como Hermanos al Rescate o la Fundación Nacional Cubano-Americana que han causado al pueblo cubano la muerte de 3.478 personas mediante atentados y sabotajes.
Según cuenta la cronología del caso, el 16 y 17 de junio de 1998 en un intercambio con el FBI, autoridades de la Seguridad del Estado cubano entregan un informe de 230 páginas sobre las actividades terroristas contra Cuba que incluía videocasetes y conversaciones emitidas por televisión. Los representantes del FBI, impresionados, piden dos semanas para dar respuesta. Tardarían un poco más. Y en la madrugada del 12 de septiembre siguiente, el FBI irrumpía a las patadas en algunas casas de Miami deteniendo a diez personas por investigaciones contra una supuesta red de espías. Serían llevados a la central de Miami, donde los cautivos recibirían promesas, presiones y chantajes. Ante la negativa, cinco fueron dirigidos a celdas de castigo llamadas “hueco”, totalmente aislados, por 17 meses. Sólo pasado ese tiempo, su caso fue tenido en cuenta por un tribunal. De los cinco, dos son ciudadanos norteamericanos. Desde entonces, se les impuso una asesoría legal de oficio, se les niegan y demoran permanentemente las visas a sus familiares para que pudieran verlos (incluso a sus esposas e hijos) y se los ha llevado a distintas prisiones, bien separadas. Ningún documento clasificado que se les hubiera podido incautar pudo demostrar espionaje alguno.
Valenzuela recordó recientemente en una conferencia de prensa en la CTA, que en Estados Unidos existen grupos mafiosos, de la ultraderecha como Hermanos al Rescate o la Fundación Nacional Cubano-Americana que han causado al pueblo cubano la muerte de 3.478 personas mediante atentados y sabotajes.
Medios odiosos. Los medios jugaron allí un rol fundamental presionando por imponer parcialidad. Entre el día en que empezó el juicio, el 27 de noviembre de 2000, y el día en que fueron declarados culpables, el 8 de junio de 2001, sólo en el The Miami Herald y El Nuevo Herald aparecieron en más de 1.100 artículos; justamente en tierras donde sobreabunda el anticastrismo.
Según la descripción cronológica que detallan portales como www.cubadebate.cu, www.5heroes.cip.cu o www.freeforfive.org (en esta última puede firmarse un petitorio virtual para sumarse al reclamo internacional) el jurado, que había recibido rechazos de varios integrantes, terminó siendo conformado por once personas a las que se conoció como “el círculo del odio” hacia ellos.
En 2005, los tres jueces de la Corte de Apelaciones decidieron por unanimidad declarar nulo el juicio de Miami porque se había realizado bajo “una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad” creada precisamente por los medios locales, según describieron ellos mismos.
Entre las personalidades que desde hace años vienen expresándose al respecto, se encuentra Danny Glover, el actor y activista social norteamericano, quien dijo en una entrevista al periódico Escambray y a Radio Sancti Spíritus: “Al hablar de grandes medios, hablamos de medios dominados por grandes compañías que controlan nuestro pensamiento (…). Su tarea consiste en mentir y desinformar (…), los grandes medios no van a ser nunca quienes nos digan la verdad”.
También el filósofo y activista social estadounidense Noam Chomsky realizó declaraciones sobre el caso: “Son héroes. Estaban revelándole al gobierno de Estados Unidos crímenes cometidos desde territorio de Estados Unidos; crímenes que el gobierno de Estados Unidos tolera y en teoría debería castigar”.
Según la descripción cronológica que detallan portales como www.cubadebate.cu, www.5heroes.cip.cu o www.freeforfive.org (en esta última puede firmarse un petitorio virtual para sumarse al reclamo internacional) el jurado, que había recibido rechazos de varios integrantes, terminó siendo conformado por once personas a las que se conoció como “el círculo del odio” hacia ellos.
En 2005, los tres jueces de la Corte de Apelaciones decidieron por unanimidad declarar nulo el juicio de Miami porque se había realizado bajo “una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad” creada precisamente por los medios locales, según describieron ellos mismos.
Entre las personalidades que desde hace años vienen expresándose al respecto, se encuentra Danny Glover, el actor y activista social norteamericano, quien dijo en una entrevista al periódico Escambray y a Radio Sancti Spíritus: “Al hablar de grandes medios, hablamos de medios dominados por grandes compañías que controlan nuestro pensamiento (…). Su tarea consiste en mentir y desinformar (…), los grandes medios no van a ser nunca quienes nos digan la verdad”.
También el filósofo y activista social estadounidense Noam Chomsky realizó declaraciones sobre el caso: “Son héroes. Estaban revelándole al gobierno de Estados Unidos crímenes cometidos desde territorio de Estados Unidos; crímenes que el gobierno de Estados Unidos tolera y en teoría debería castigar”.
Volviendo. “Todo el viaje fue emocionante –detalla Valenzuela a Miradas al Sur–, lleno de anécdotas. La solidaridad hacia el pueblo cubano y su lucha se sentía en cada lugar donde parábamos. Pasar por Bolivia, y particularmente por La Higuera, fue muy especial. Allí, donde creyeron matar al Che, lo vimos más vivo que nunca”.
Estos tres médicos concluirán en breve su “viaje libertario”, como diría el escritor Eduardo Galeano respecto de aquella aventura iniciática del guerrillero heroico todavía joven estudiante: “Un viaje, una cantidad de viajes. Ernesto Guevara en busca de aventuras, Ernesto Guevara en busca de América, Ernesto Guevara en busca del Che. En este recorrido de recorridos, la soledad se unió a la solidaridad, el ‘yo’ se convirtió en ‘nosotros‘ “. Un viaje en el que ellos también se han ido descubriendo.
Estos tres médicos concluirán en breve su “viaje libertario”, como diría el escritor Eduardo Galeano respecto de aquella aventura iniciática del guerrillero heroico todavía joven estudiante: “Un viaje, una cantidad de viajes. Ernesto Guevara en busca de aventuras, Ernesto Guevara en busca de América, Ernesto Guevara en busca del Che. En este recorrido de recorridos, la soledad se unió a la solidaridad, el ‘yo’ se convirtió en ‘nosotros‘ “. Un viaje en el que ellos también se han ido descubriendo.
Fuente: Miradas al Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario