Denuncia penal por las pesimas condiciones en un psiquiatrico de Cordoba. Según la esta, algunos pacientes están desnudos, “encerrados en celdas malolientes, donde orinan y defecan en el piso”. Acusan al gobernador De la Sota y a autoridades sanitarias del delito de “abandono de persona”.
El estado de desamparo “moral y material” de enfermos psiquiátricos internados en centros de salud de Córdoba fue denunciado penalmente ayer por la legisladora del juecista Frente Cívico, Liliana Montero. Carlos Nayi, abogado patrocinante, detalló que la acusación por “probable comisión del delito de abandono de persona y violación a los deberes de funcionario público” alcanza al gobernador José Manuel de la Sota; al ex mandatario Juan Schiaretti; al jefe de Gabinete, Oscar González, y a varios funcionarios judiciales y del área de salud mental. Uno de los denunciados, Guillermo Tomás, director del Hospital Regional Ceballos, de Bell Ville, reconoció ayer “las malas condiciones edilicias” de ese nosocomio. Montero comparó ese lugar con los campos de concentración.
Según Carlos Nayi, el 10 de octubre del año pasado ya se había presentado una denuncia, cuando la situación no era tan grave. “Ahí poníamos en conocimiento toda esta situación y desde ese día hasta la fecha, lejos de tomar las medidas necesarias para hacer cesar esta flagrante violación a los derechos humanos, se asumió una actitud de indiferencia y luego vino una muerte y otra muerte de pacientes y las violaciones”, sostuvo. Su presentación judicial recayó en la Fiscalía del Distrito 1, a cargo de José Mana.
Ayer se difundieron varias fotos del lamentable estado de la Colonia Alborada, como se conoce al área de salud mental del Hospital Ceballos, ubicado a 200 kilómetros de la capital cordobesa. Allí hay 267 internos y, según informó el letrado, de ellos, 104 son judicializados, de los cuales 35 tienen causas penales “por delitos graves, como homicidios o abuso sexual con acceso carnal, por lo que representan un peligro para sí y para terceros, porque conviven con gente que tienen el más alto nivel de vulnerabilidad”.
En ese lugar, las “salas de contención”, afirmó el letrado, son “celdas con muros malolientes, donde los internos orinan y defecan en el piso, se ve a pacientes desnudos, mujeres rapadas e inclusive los mismos profesionales son víctimas de la agresión de algunos pacientes judicializados”. Por estos motivos, tanto la legisladora como el abogado patrocinante sugirieron la inmediata clausura y derivación de los pacientes a otros centros.
“Es el túnel del horror, algo abominable e impensable desde la razón. La imagen que se me venía era la de los campos de concentración. No exagero, esto es lo que vi en Bell Ville”, agregó Montero. Además, la legisladora resaltó que sólo tres enfermeras atienden a 80 pacientes, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda uno cada ocho. Estas prácticas atentan contra “la integración familiar, laboral y comunitaria de estas personas”, dijo la legisladora.
La denuncia penal involucra también al director de Salud Mental, Osvaldo Navarro; al actual ministro de Salud, Carlos Simón, y a Guillermo Tomas, director del hospital Ceballos de Bell Ville. En el plano judicial, fueron incluidos el juez de Ejecución Penal de Córdoba, Arturo Ferreyra, y el fiscal de Instrucción de Bell Ville, Oscar Aliaga.
A mediados de junio de 2012, el camarista Nereo Maggi envió una nota al Tribunal Superior de Justicia de Córdoba recalcando las inhumanas condiciones de la Colonia Alborada. “El deterioro, la desidia, la higiene y el abandono generalizado de todo el lugar, además de erigirse en sobrecogedoras imágenes, permiten reflexionar sobre cuáles son las políticas sanitarias del Estado; entre ellas, las psiquiátricas, que parece que poco o nada interesan”, escribió.
El director del lugar dijo que el año pasado repararon los techos de dos salas, arreglaron las cloacas y pusieron cerámicos en baños y cocinas y se cambiaron las ventanas en las salas de contención, pero admitió que “aún falta”. “La situación no es urgente en cuanto a la salud, pero sí en cuanto al trato de los pacientes que viven aquí y estamos tratando de que la vida de ellos sea lo más llevadera posible.” Sin embargo, Omar Jure, representante de la Comisión Gremial Médica, dijo que el tema es urgente: “No sólo en lo edilicio sino en la falta de recursos humanos”.
Fuente: Pagina/12
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