En este fragmento de una entrevista concedida a la cadena Telesur, el presidente de Ecuador Rafael Correa, adelanta su visión del bloque regional.
Correa asegura que Ecuador sabrá responder ante cualquier ataque contra su soberanía territorial, como el perpetrado por Colombia contra ese país en marzo de 2008, cuando se dio muerte al número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Raúl Reyes, junto a otras 25 personas. De esta manera, Correa responde a lo expresado por dos candidatos a la presidencia de Colombia en un debate televisado, en el que aseguraron que ordenarían un bombardeo contra cualquier país, incurriendo así en una nueva escena de extraterritorialidad del conflicto armado colombiano. “Es una profunda pena de aquellos que juegan a emperadorcitos y quieren convertir a América Latina en un nuevo Medio Oriente, pero, en todo caso, la próxima vez encontrarán al Ecuador mucho mejor preparado, sabremos responder”, dijo el mandatario ecuatoriano.
–¿Puede Ecuador tener una relación cordial con Estados Unidos? Usted dijo que tenía empatía con la señora Hillary Clinton. –
Creo que hemos tenido una relación cordial, pero hacemos lo que cualquier país soberano haría y lo que el propio Estados Unidos haría. Por ejemplo, la base aérea de Manta, yo dije claramente: “Yo extiendo el contrato de la base militar estadounidense en Manta, si ellos me permiten poner una base ecuatoriana en Miami”. Nunca me respondieron y se acabó la base estadounidense en Manta. Estamos haciendo lo que cualquier país soberano, empezando por Estados Unidos, haría. Así que no veo por qué eso puede entorpecer las relaciones entre los dos países.
–Usted, en ese mismo sentido, pidió que su gobierno hiciera un informe sobre los derechos humanos en Estados Unidos, toda vez que el de los Estados Unidos incluyó a Ecuador como un país que viola los derechos humanos. ¿Cómo va ese informe? –
Sí, molesta que en el siglo XXI todavía haya autodenominados árbitros del bien y del mal, países y gobiernos que se creen por encima y moralmente superiores al resto. Nos hizo el Departamento de Estado un informe sobre derechos humanos que probablemente es inercia de los gobiernos republicanos, algo que probablemente ni el presidente Obama ni la señora Clinton controlan, en el que se señaló que en Ecuador no se respetaban los derechos humanos. Hasta donde yo sé, en Ecuador no se permite la tortura, en Estados Unidos sí. Hasta donde yo sé, en Ecuador no está permitida la pena de muerte, en Estados Unidos sí. Hasta donde yo sé, Ecuador no ha bombardeado ningún país, Estados Unidos sí, si no vaya a ver Irak, etcétera. Entonces estamos preparando también un informe sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos. Con la misma solvencia, capacidad de atribución que ellos tienen, como país soberano podemos hacer un informe sobre los derechos humanos en Estados Unidos. Valga la oportunidad que si seguimos la doctrina totalmente antijurídica, abusiva, contraria al derecho internacional, que esgrimieron dos de los candidatos presidenciales de Colombia en el debate electoral, la principal perjudicada sería Colombia, porque con ese argumento, porque cuando secuestren a un ecuatoriano y lo vayan a ocultar del lado colombiano, pues iríamos a bombardear también ese sector, y lo mismo podrían hacer Venezuela, Nicaragua, Brasil, Argentina. Entonces, ojalá prime la sensatez y todos actuemos bajo el imperio de la ley.
–Cómo evalúa la posibilidad de cooperación en materia de seguridad en ese frente común contra agresiones. –
En esa área tal vez tenemos que profundizar un poco, pero ya no sólo con Venezuela sino con el Alba y la Unasur, ya no es posible que candidatos presidenciales de países muy respetables todavía se atrevan a decir que atacarían cualquier nación si ellos creen que sería conveniente para la seguridad de su propio país. Cuidado y nos convierten a América Latina, y particularmente a Suramérica, en otro Medio Oriente. Hay que estar muy atentos, la paz es tal vez el bien más preciado de nuestra América.
–¿Hasta dónde podría llegar esa cooperación en materia de seguridad? ¿Cuál es su imaginario en ese sentido? –
Ya está establecido en la Unasur el Consejo de Defensa, ya hay políticas de defensa coordinadas comunes. Estamos construyendo estadísticas para tratar de controlar el gasto de defensa, pero con mediciones equivalentes, porque en este momento son demasiado heterogéneas y no son comparables. Pero sí, tenemos que ir a cosas más contundentes, establecer códigos de conducta, sanciones a naciones que agredan a otros países de la región, para, insisto, preservar el bien más preciado que tiene la región, que es la paz.
–¿Le toca defenderse de la amistad con el presidente Hugo Chávez? –
No tengo que explicar a nadie por qué tengo estima a ciertas personas, en este caso al presidente Chávez, como le tengo un gran cariño a Cristina Fernández, a Lula da Silva, a Evo Morales, no tengo que darle explicaciones a nadie. Peor aún, pero imagínense al nivel de entreguismo que estamos llegando, que tenemos que explicarles a nuestras elites y a los medios de comunicación, que son los voceros de las elites, por qué tenemos relaciones fraternales con países latinoamericanos. Es un absurdo, entonces me rehúso a dar explicaciones. Y cuando critican las relaciones con el presidente Chávez, conociendo al presidente Chávez y su gobierno y cómo está transformando a Venezuela, lo único que nos da es una piadosa tristeza, pero no nos vamos a tomar la molestia de contestarles a esos medios de comunicación.
–¿Le molesta que lo comparen con el presidente Chávez? –
Por el contrario, hasta me halaga, le insisto, si no entiendo cómo el presidente Chávez en el año de 1998 comenzó solito este proceso de transformación que después se encendió como llama en la pradera y sobrevivir, teniendo que soportar obstáculos enormes, por ejemplo, el golpe de Estado de abril de 2002. Es decir, que el presidente Chávez tiene mi profunda admiración.
–¿Desde el punto de vista simbólico, qué representa para usted como ciudadano latinoamericano esta fecha, la del Bicentenario? –
Es medio cabalístico. Hace 200 años se dio la Independencia política y nos encontramos dos siglos después a nuestros pueblos luchando por la definitiva y real independencia, en lo económico, en lo social y en lo cultural, no sólo la Independencia política que tal vez se dio formalmente hace dos siglos. Yo creo que es muy simbólico aquello, que 200 años después encuentran a nuestros pueblos, al igual que la luchas por la Independencia política, luchando con toda decisión por nuestra segunda y definitiva Independencia.
–¿Los enemigos siguen siendo los mismos? –
Casi los mismos. Allá en el siglo XIX era, sobre todo, el imperio español. Aún existen imperialismos, hay cosas muy similares, los vendepatrias a los que no les importa ser colonia de quien sea. Sí, hay semejanzas con la lucha de hace dos siglos. Pero también hay diferencias, en el siglo XXI no se necesitan botas ni cañones para dominarnos, sino solamente dólares, entonces debemos lograr nuestra independencia económica.
–Usted tiene una gran expectativa con la Unasur. ¿La Unasur puede ser ese bloque que haga frente a las pretensiones imperialistas? –
Sólo unidos podemos tener éxito. El sueño de Bolívar no es un ideal, es una necesidad de supervivencia, sólo unidos lograremos salir adelante. Hay voces disonantes y hay diferentes ritmos, pero yo creo que la inmensa mayoría de nuestros pueblos, países y gobiernos desean una verdadera integración y desean constituir esa Patria Grande. Nos corresponde a nosotros, como dirigentes de la región, poner toda nuestra energía para acelerar los procesos, no tenemos tiempo que perder, no podemos tomarnos 50 años como la Unión Europea, tenemos que ir más rápido.
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