miércoles, 3 de abril de 2013

"NO CONCIBO EL TANGO SIN UN GIRO LUNFARDO"

Entrevista a Daniel Melingo. El músico, antes rockero y hoy concentrado en el tango, anticipa su disco Corazón y hueso y dice seguir los pasos de Edmundo Rivero.
 
Por:Lisandro Gambarotta           
 
De regreso a los escenarios porteños para presentar algunos de los temas de Corazón y hueso, su próximo disco, donde el tango canción es protagonista, Daniel Melingo confiesa que lo suyo es el "tango de autor". "No versiono sino que trabajo sobre las obras de poetas fundacionales del lunfardo, algunos fallecidos y otros vivos, como es el caso de Luis Alposta, el vicepresidente de la Academia del Lunfardo", cuenta.
-¿Y cómo elaborás la sonoridad?
-Es una instrumentación de base clásica: guitarras, bandoneón, contrabajo y violín. No utilizo percusión ni sonidos generados electrónicamente, excepto por la guitarra eléctrica. En este último disco involucro instrumentos asiáticos, como el laúd, además del bouzouki y el baglama, ambos de origen griego, porque estoy buscando una sonoridad distinta, a la que también sumo una fusión entre la música rebetika griega y el tango. La rebetika es un estilo musical con muchas características similares al tango: también utiliza un tipo de lunfardo, es de origen carcelario y parte inherente de la música popular griega.
 
-¿Por qué la elección por el lunfardo?
-Es el lenguaje literario por definición para escribir tangos. No concibo el género sin un giro lunfardo, es lo que lo hace más nuestro, más allá de la danza y la música. La postura literaria y de estilo que aglutina el lunfardo es el lenguaje exacto para el tango. Mis poetas preferidos de esta jerga son Enrique Cadícamo, Carlos de la Púa, Dante Linyera, Julián Centeya, Evaristo Carriego y Celedonio Flores. Encuentro musicalidad en toda su obra poética.
 
-En Tangos bajos, tu primer disco de tangos, también homenajeas a Edmundo Rivero.
-Sigo la línea del Maestro Leonel, tal su primer nombre, porque cuando él retomó las guitarras -después de haber trabajado como cantor en grandes orquestas, como la de Aníbal Troilo y la de Horacio Salgán- volvió a la fuente, a las raíces, definiéndose por el tango guitarrero, que es el que yo practico. Él comenzó en la década de 1960 un profundo buceo dentro de la poesía fundacional lunfarda, sacando a la luz a relevantes escritores de la jerga. Junto con Carlos Gardel es una de las figuras más relevantes del tango canción guitarrero y lunfardo. Representan la línea que sigo.
 
-¿Estás trabajando más en el exterior que en la Argentina?
-Sí. Desde hace siete años, cuando publicaron mis trabajos en Europa, realizo tres a cuatro giras anuales. El país principal es Francia, donde me editan los discos, además de Bélgica y Suiza. En los últimos años también estoy presentando mi trabajo, con buena repercusión, en Alemania, Inglaterra y toda Escandinavia, entre otros países. De hecho el disco Corazón y hueso se editará antes de fin de mes en el Viejo Continente y, espero, antes de fin de año en la Argentina.
 
-¿Qué entienden en el exterior de tus canciones en lunfardo?
-El europeo cuando va a ver mi show lo hace por curiosidad, pero previamente se ha informado de la temática argumental de las canciones, llega predispuesto. Además en el lunfardo hay una sonoridad que en mis creaciones tiene como vehículo a la música. <
 
Fuente: Tiempo Argentino

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